Bogotá — El aumento del salario mínimo del 10,07% en Colombia podría sucumbir ante la escalada de la inflación, que en enero pasado se ubicó en 6,94% anual, que contrasta con la variación del 1,60% hasta el mismo período del 2021.
Si me mira por categorías la variación anual de los precios ya superó en varios casos el aumento del salario mínimo y la preocupación se concentra hoy en segmentos como el de alimentos y bebidas no alcohólicas, cuyo aumento fue de 19,94%.
La encuesta de expectativas de los analistas económicos que realizó el Banco de República del 7 al 13 de enero ubicaba la inflación mensual en un mínimo de 0,36%; un promedio de 0,89% y un máximo de 1,38%. En cuanto a la variación anual estimaba una mínima de 3,30% y una máxima de 5,62%.
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El análisis tiene diferentes aristas pues “el dato de inflación es un dato promedio de lo que cuesta la canasta de bienes y servicios en Colombia, de tal manera que involucra a quienes ganan el salario mínimo, a quienes lo hacen por debajo del salario mínimo y a quienes ganan por encima salario el mínimo”, dice a Bloomberg Línea Sergio Olarte, economista principal Scotiabank Colpatria.
En este sentido, explica que “normalmente quienes ganan el salario mínimo son personas que tienen ingresos medios y bajos. Justamente la inflación de quienes tienen ingresos medios y bajos está un poco por encima del 8 %”.
“De tal manera que si la inflación de ingresos medios y bajos (no la general) sigue subiendo y llega por encima del 10 %, podríamos decir que el aumento del ingreso de las familias fue ‘borrado’ por el aumento de precios. Quiere decir que los bienes y servicios a los que se puede acceder con el salario mínimo son lo mismo que antes, entonces es como si nada hubiera pasado”, apuntó.
Si el ritmo de la inflación registrado en enero se mantiene en los próximos meses y en el primer semestre alcanza un 10,6%, según un ejercicio propuesto por Bloomberg Línea, el economista sénior de Credicorp Capital, Camilo Durán, proyecta que “el aumento en el salario mínimo se consume supremamente rápido, apenas en junio de este año”.
No obstante, matizó que este es un supuesto, ya que usualmente los datos de inflación más altos se observan en enero y en febrero, para luego moderarse, por lo que planteó otro escenario con más baja inflación a partir de los meses siguientes al pico y da que el aumento del salario mínimo se consume en noviembre del 2022.
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Entre tanto, Camilo Herrera, líder de la consultora Raddar, manifestó a Bloomberg Línea que la lectura que hacen es que el país podría llegar a una inflación del 9% entre marzo y abril y desde entonces podría comenzar a darse un descenso lento hasta tener una tasa de entre el 4% o el 5% a final del año.
“El primer semestre pueda que se coma mucho del salario, pero este se recupera en el segundo semestre por la reducción de precios que se va a dar en frutas, verduras, vegetales y seguramente en alimentos procesados en función de una guerra de promociones que se va a dar”, afirmó.
Aun así, Camilo Herrera dice que hacer este análisis no es tan sencillo y creería que con la información que se tiene “no debería perderse la capacidad de compra del salario mínimo”, pero aclaró que lo mismo se pensaba el año pasado y “la inflación de final de año rompió todas las expectativas”.
Consultado por Bloomberg Línea, el director de Investigaciones Económicas, Sectoriales y de Mercado de Bancolombia, Juan Pablo Espinosa, afirmó que el pico más alto de la inflación podría alcanzarse en estos primeros meses del año y no superaría niveles del 8% en 12 meses.
“Lo que pasa es que si uno tiene en cuenta que en Colombia más de la mitad de la población ocupada no alcanza a ganar ni siquiera el salario mínimo, es decir, que no va a tener un ajuste de su capacidad adquisitiva que se acerque a ese nivel que estableció el Gobierno (….) lo que tenemos es que a ese segmento de la población muy posiblemente el aumento en los precios sí le va a deteriorar toda su potencial ganancia en ingresos durante este 2022″, indicó.
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De acuerdo a Juan Pablo Espinosa, este situación se puede agravar si se tiene en cuenta que a medida que baja el ingreso promedio de las familias, el nivel de inflación tiende a incrementarse, dado que los alimentos tienen una mayor proporción dentro de esa población.
Así las cosas, por ejemplo, para enero mientras que la inflación para los hogares de ingreso altos fue de apenas 1,31% mensual, para la población pobre ese incremento fue de 1,88%.
“Entonces tenemos la doble combinación de unos ingresos laborales que en su mayoría no van a subir al mismo vinel de la inflación, dado que hay una parte de la población muy grande que está por fuera de ese ajuste, y por otro lado, el hecho de que la inflación hoy esté impulsada por los alimentos, que tienen una mayor proporción dentro del gasto de los hogares pobres, hace que ese efecto de deterioro en la capacidad adquisitiva se vaya a dar este año en las familias de menores ingresos”, comentó.
Pérdida de capacidad de compra en 2021
La capacidad de compra de las personas que devengan un salario mínimo se vio “fuertemente afectada” durante gran parte del 2021 por el aumento de los precios en la canasta básica, según un informe de la consultora Raddar.
Y pese a que todas las ciudades principales registraron pérdida de capacidad de compra real en el 2021, Cúcuta (-4,8%) y Barranquilla (-3,5%) registraron los mayores niveles respecto al promedio nacional.
Otras ciudades que se vieron impactadas fueron Pasto (-3,4%), Villavicencio y Bucaramanga (ambas con -3,3%), Pereira (-2,7%), Manizales (-2,3%), entre otras.
De las tres principales, Bogotá afronta una caída del -1,1%, Medellín -1,8% y Cali -2,2%.
De acuerdo a Raddar, el promedio de pérdida de capacidad de compra para las personas con salarios mínimos en el país durante el 2021 fue de -2%.
En el 2021 el salario mínimo subió un 3,5% hasta los $908.526 (con auxilio de transporte $1.014.980) y en 2022 el reajuste para los colombianos fue del 10,07%, es decir, un millón de pesos sin subsidio de transporte.
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