Santiago — La racha no ha podido ser mejor para el peso chileno (CLP:CUR) esta semana, luego de superar a otras monedas de mercados emergentes por las mejores perspectivas del cobre -principal producto de exportación de Chile- y las expectativas sobre una posible reunión de emergencia de la autoridad monetaria para subir las tasas de interés después de conocerse que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de enero anotó un aumento mensual de 1,2% y de 7,7% anual.
Pablo Méndez, gerente de Portafolios de Inversión de LarrainVial Estrategia, recuerda que, pese a la reciente apreciación de la moneda, las entidades monetarias a nivel mundial usualmente no cambian sus proyecciones tras solo un registro y prevé que a mediano plazo el sesgo es hacia la depreciación. “China sigue enfrentando vientos en contra, la inflación global ha obligado a los bancos centrales -principalmente a la Fed- a señalar una postura más contractiva y los temas en Latinoamérica tampoco andan particularmente bien.
En el plano local, la incertidumbre política es elevada, el proceso constituyente preocupante y la economía está frágil. Un tipo de cambio real débil es la única forma de apuntalar a la alicaída economía chilena”, explica a Bloomberg Línea.
Las discusiones dentro de la Convención Constitucional están reavivando las inquietudes en la nación, recientemente comisiones han apoyado polémicas normas que todavía están en trámite inicial para su definitiva aprobación; y las inquietudes podrían seguir casi cinco meses más, hasta tener lista la propuesta de Carta Magna que sustituiría a la vigente desde la dictadura militar.
La lupa de los inversores
El tipo de cambio actualmente se encuentra en una resistencia en los $805, pero la proyección de estrategas es que el peso chileno podría fortalecerse más y hasta probar el promedio móvil de 200 días de 786,4572 si mantiene su apreciación más allá del nivel de 800 por dólar. Según los pronósticos de Bloomberg, el tipo de cambio podría mantenerse en esa barrera durante el segundo trimestre del año.
Diego Mora, estratega de mercados senior de XTB Latam, indica que el comportamiento de la moneda está siendo monitoreado por inversores extranjeros. “Están viendo cómo el peso chileno va adquiriendo valor, y no solamente por el efecto inflacionario, sino que también porque hay un efecto sociopolítico”, comenta. El presidente electo Gabriel Boric está entregando señales de confianza al mercado, al mostrar una postura moderada frente a los inversores desde que fue ganó el balotaje de diciembre.
El peso chileno ha subido un 5,75% en lo que va de año, según datos de Bloomberg. La nominación del expresidente del Banco Central Mario Marcel como futuro ministro de Hacienda fue clave para apaciguar al mercado.
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Mora explica que esto también, a modo de riesgo país que está reduciéndose, interesa a los inversionistas que, probablemente, comprarán pesos chilenos, liquidando dólares y euros, generando una depreciación en el tipo de cambio. “Ante una situación sostenida de inflación y de alza de tasas podríamos ver algún tipo de reducción tanto en el tipo de dólar como en el euro, y específicamente en el dólar algún tipo de retroceso que nos lleve entorno a los 800 pesos en lo que queda del año”, dijo el estratega.
¿Un carry trade favorable para el peso chileno?
Sergio Tricio, profesor de la Universidad de Chile y gerente de Ruvix, cree que se puede dar una operación de carry trade que sea favorable para la divisa andina en el futuro: “En países desarrollados con estabilidad financiera, solvencia y buenos fundamentos como los tiene Chile, a pesar de que se ha deteriorado, puede ser una moneda que se vea atractiva”.
Hay razones para pensar en esta posibilidad. La rebaja de la incertidumbre política, el elevado precio del cobre y una economía que se está reestableciendo podrían llevar a que los flujos vuelvan al país buscando estos fundamentos, según el académico. “El hecho de que, en Estados Unidos, uno pueda financiarse en dólares a tasas prácticamente cero o un poco más elevadas en el futuro, pero de todas formas muy baja, produce que llevar esos flujos a Chile y capturar una tasa del 5,5% que tenemos actualmente, sea un diferencial de tasas muy atractivo para una economía que es aún, bastante sólida”.
El escenario mundial jugará un importante rol. Para Méndez, de LarrainVial, el carry trade pudiese ser una oportunidad si la inflación global cede. Basado en estudios que evidencian que, ante sorpresas de inflación como en Estados Unidos, son precisamente las monedas de mayor carry las que se ven golpeadas. “Y es que el alza de tasas (o expectativas) impacta a estas monedas de países con peores fundamentos”.
Sobre lo que está ocurriendo en Chile, asegura que el “sentimiento ha empeorado” por la incertidumbre y posiblemente el país siga fuera del radar de los inversionistas internacionales hasta que haya mayor claridad de las reglas del juego: “Es difícil para un inversionista global, que no mira particularmente a Chile por su baja participación en los mercados internacionales, juzgar ex ante sí la tasa es lo suficientemente atractiva para justificar el riesgo de tipo de cambio que asume”.