Por Matheus Mans para Mercado Bitcoin
São Paulo – Un acrónimo de tan solo tres letras, NFT, que viene llamando la atención de inversores y empresas del mundo de los criptoactivos y que fue elegido, en 2021 por el diccionario Collins en su encuesta anual, como la “palabra” del año, también puede cambiar la vida de la comunidad indígena Paiter Surui que vive en Rondônia, un estado brasileño situado en la región norte del país.
Los tokens no fungibles, o simplemente NFT, se utilizan en una subasta de obras de los artistas brasileños Paula Klien y Nelson Porto, y de los artistas indígenas Denilson Baniwa, Moara Tupinambá y Walelasoepilemãn Suruí, que comenzó el 26 de enero y se prolongará hasta el 15 de este mes de febrero.
El objetivo de la subasta es recaudar fondos que se utilizarán para preservar 13.000 hectáreas de bosque donde se encuentra la Tierra Indígena de Sete de Setembro, un territorio de los Paiter Suruí. La región está amenazada por la invasión y la deforestación. La idea es destinar hasta el 95,5% del monto recaudado por la venta de los tokens al Proyecto de Gestión y Vigilancia Territorial del Pueblo Indígena Paiter Suruí.
Fuerza transformadora
Detrás de este movimiento social y de protección del medio ambiente, están Mercado Bitcoin, el mayor broker de criptoactivos de América Latina, y Tropix, una plataforma de criptoarte, socios del evento. Por el poder transformador que tiene la iniciativa, estas fichas se han denominado “NFT de impacto”.
“Es una acción que ejemplifica el potencial de apoyo social de la nueva economía de las artes y los criptoactivos”, resume Iara Vicente, directora general de Nossa Terra Firme, consultora brasileña en sostenibilidad y ESG (siglas en inglés de environmental, social and corporate governance, en español: ambiente, social, y gobernanza corporativa), que participa en el proyecto por la parte indígena.
Según Iara, la idea era unirse a la causa indígena con las NFT en un momento en que las fichas no fungibles están ganando relevancia y popularidad dentro del mundo del arte. “Unimos la posibilidad de comprometerse con una causa socioambiental con el placer de tener su propia colección”.
En total habrá 12 tokens no fungibles cuyos valores van de 100 a 5.000 reales (US$19,16 a US$958,22). En el sitio web de la subasta se pueden apreciar las obras, que destacan la naturaleza, la cultura y la diversidad de las tribus indígenas. La colección se compone de fotos y artes digitales.
La lucha se hace eco en todo el mundo
La lucha del pueblo Paiter Suruí por la defensa de su territorio ha cobrado notoriedad internacional con las acciones de líderes como el cacique Almir Suruí y Walelasoetxeige Suruí (Txai Suruí), la joven indígena que ocupó los titulares mundiales cuando intervino en la apertura de la Cumbre del Clima COP26 en Escocia en noviembre de 2021, pidiendo que se actúe para preservar la Amazonía contra la deforestación.
En esta línea, los NFT de impacto pueden ayudar, aunque sea de forma indirecta, a cumplir el objetivo del Proyecto de Carbono Forestal de Suruí de evitar la emisión de casi siete millones de toneladas de CO2 hasta 2038 mediante la conservación de los bosques. Para esto, 30 monitores recorren el territorio surui utilizando equipos de GPS y fotografía y alertando a las autoridades de irregularidades e invasiones.
Una parte de los ingresos de la venta de tokens no fungibles relacionadas con las obras subastadas se utilizará para mantener este aparato de vigilancia, como la compra de vehículos e instrumentos, por ejemplo.
Gente de verdad
El cacique Almir Surui dice que este movimiento de tokenización muestra cómo los pueblos indígenas pueden lograr victorias con el apoyo de la tecnología. “Para nosotros todavía es un sistema nuevo, pero con la transparencia de los socios entenderemos y avanzaremos en estas responsabilidades”, dice sobre el primer contacto con la tecnología NFT.
En medio de la lucha indígena, las “NFT de impacto” llegan a la comunidad de Rondônia como refuerzo para hacer valer los derechos de los surui sobre su territorio y la preservación de su identidad. Originarios de los estados de Rondônia y Mato Grosso, en el centro-oeste de Brasil, los surui son un grupo indígena que sobrevive gracias a la caza, la pesca y los productos de la selva.
La gente que vive en Rondônia se llama a sí misma Paiter, que en la lengua del grupo tupí y de la familia lingüística mondé que utiliza esta comunidad significa “gente real, nosotros mismos”.