Bloomberg — El Senado de los Estados Unidos logró una importante victoria legislativa para el movimiento #MeToo, al aprobar un proyecto de ley autorizado por la Cámara de Representantes para garantizar que las víctimas de acoso o agresión sexual en el lugar de trabajo sean libres de presentar demandas ante los tribunales.
El Senado aprobó el jueves la ley H.R. 4445 en una votación a viva voz, enviando al presidente Joe Biden para su promulgación, un proyecto de ley que transformará la manera en que las empresas resuelven las acusaciones de acoso o agresión sexual en el sitio de trabajo, y cómo se abordan estas cuestiones en los contratos laborales.
Biden apoya la legislación, que, según la Casa Blanca, “hace avanzar los esfuerzos para prevenir y abordar el acoso y la agresión sexual, reforzar los derechos, proteger a las víctimas y promover el acceso a la justicia”.
La medida, aprobada por la Cámara de Representantes el 7 de febrero, prohibiría la aplicación de disposiciones contractuales que obliguen al arbitraje por parte de terceros a las demandas por acoso o agresión sexual en el lugar de trabajo. El arbitraje es un proceso extrajudicial legalmente vinculante que tiene lugar a puerta cerrada.
El movimiento #MeToo puso de manifiesto cómo los acuerdos de arbitraje obligatorio, a menudo firmados como parte de los contratos de trabajo, pueden favorecer a los empleadores en detrimento de los trabajadores y mantener las acusaciones fuera del ojo público, protegiendo a los infractores reincidentes de la ley. El líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, calificó la medida como “uno de los cambios más significativos en la legislación laboral en años” en el pleno del Senado el jueves.
La presión pública para dar a las víctimas la libertad de interponer demandas civiles a pesar de los acuerdos de arbitraje previos ha ido aumentando en los últimos años y ayudó a producir un cambio partidista que hizo posible la aprobación del Senado.
Los grupos de derechos de los trabajadores y defensores de alto nivel, como la experiodista de Fox News Gretchen Carlson, convencieron a los miembros del Congreso de ambos lados del pasillo para que apoyaran su causa, lo que llevó a la rara aprobación de una legislación para cambiar la ley federal de empleo.
La senadora Kirsten Gillibrand (demócrata de Nueva York) presentó la versión del Senado en julio junto con el senador Lindsey Graham (republicano de Carolina del Sur). El proyecto de ley de la Cámara de Representantes fue presentado por la representante Cheri Bustos (demócrata de Illinois) y el representante Morgan Griffith (republicano de Virginia).
“El proyecto de ley se aplicaría a cualquier nueva reclamación, independientemente de cuándo se haya producido el mal comportamiento y excluyendo cualquier ley estatal o local que pueda limitar cuándo se presenta una reclamación”, según un portavoz de Bustos.
El proyecto de ley modificaría la Ley Federal de Arbitraje para prohibir los acuerdos que requieran arbitraje y que hayan sido firmados antes de un incidente de acoso o agresión sexual en el lugar de trabajo. Pero hay una distinción clave que ayudó a ganar el apoyo de los republicanos: el arbitraje seguirá siendo permitido si el trabajador elige esa vía después de un incidente.
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Este artículo fue traducido por Estefanía Salinas Concha