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La empresa brasileña Velvet (anteriormente conocida como VELVT) ofrece una solución para que las empresas tecnológicas en etapa avanzada brinden liquidez a sus primeros empleados e inversores ángeles. Para hacer esto, ha recaudado US$ 200 millones para inversiones de warehousing (capital discrecional) para comprar acciones de ex empleados de empresas emergentes previas a la OPI.
Es diferente a la ronda de capital (que diluye la participación) que la empresa levantó a finales de 2021, con un Semilla de R$ 17 millones, liderada por los fondos Headline (ex Redpoint eventures), Yolo Ventures (fondo europeo enfocado en Blockchain que ejecuta Sportsbet.io) y el fondo global para fintechs Armyn Capital, con la participación de 16 fundadores de unicornios de América Latina y África.
Algunos de estos fundadores han invertido en la nueva recaudación de fondos, liderada por Yolo, con la participación de family offices. Que hay detrás? Velvet tiene la intención de impulsar el ecosistema tecnológico, apostando a que los empleados “número 1, número 2″, invertirán el dinero de sus opciones sobre acciones mediante el espíritu empresarial. Con la financiación, Velvet tiene la intención de invertir en 40 empresas este año, lo que significa 20 en América Latina, 10 en India, ocho en el sudeste asiático y cinco en África.
“Es un capital que recibimos y que en el momento en que revendemos [estas participaciones] o en el momento en que las empresas crecen, este capital lo devolvemos con una ventaja para los inversores que nos dieron esta inversión”, explica el cofundador de Velvet, Edouard de Montmort.
La startup permite el acceso de inversores de altos ingresos para vender sus participaciones a través de una plataforma, que se lanzará en el segundo trimestre. No será una plataforma minorista, sino un mercado conectado con algunas grandes firmas de gestión de patrimonio y banca privada, que venderán y comprarán las participaciones en nombre de los clientes.
Si antes los eventos de liquidez para los empleados venían antes, con la salida a bolsa de PayPal en cuatro años, por ejemplo, hoy una empresa puede tardar unos 10 años en acceder a los mercados de capitales. “Nuestra idea es proporcionar liquidez a los operadores de hoy que serán los fundadores del mañana”, dijo Montmort.
Velvet es la tercera aventura de Montmort, quien sigue siendo socio de Árvore, un estudio de videojuegos de realidad aumentada. El otro fundador, Carlos Naupari, fue director general de la empresa estadounidense de inteligencia artificial Fligoo.
Un pedazo de la startup
Velvet comenzó a hacer inversiones el mes pasado y ya asignó US$35 millones comprando participaciones de Tiendanube y Credijusto en América Latina y el banco digital Open de India. La negociación de tres inversiones más está “en las etapas finales”, según el fundador.
El modelo se enfoca en empresas maduras que han pasado por grandes rondas de capital, que han recibido de US$500 millones a US$2 mil millones, lo que para Velvet trae un buen retorno, con un riesgo menor que invertir en una startup en etapa inicial. Velvet se inspira en las empresas extranjeras Carta, Forge y MoonFare, que también acumulan capital en acciones que no tienen liquidez.
Velvet aún no ha establecido montos mínimos de cuánto deben comprar los inversores, pero dijo que el monto será bajo en comparación con “los múltiples millones de dólares” necesarios para invertir en una empresa previa a la OPI. “Estará lejos de eso, seguro”, dijo Montmort.
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