Una lujosa fiesta en la cima de un tepuy en el Parque Nacional Canaima, declarado Patrimonio Mundial Natural por la Unesco, protagoniza esta semana un nuevo escándalo en Venezuela, en medio de la denuncia contra el daño al ecosistema que un evento de tal magnitud supone y la vinculación con el chavismo.
Lo ocurrido el viernes 4 de febrero, de acuerdo a SOS Orinoco, un grupo de investigación y apoyo de activistas y profesionales que documenta y visibiliza acontecimientos en la Amazonía, Orinoquía y la Guayana venezolanas, despertó las alarmas entre la población Pemón, habitantes de la Gran Sabana y Canaima, al sur del país. Al respecto, este medio se comunicó con la oficina de Oliveros pero no obtuvo respuesta,
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Esta comunidad que ve a los tepuyes como espacios sagrados consideró un irrespeto la celebración privada, que además violó los artículos 19 y 20 del reglamento de la Ley Orgánica para el manejo de Parques Nacionales, que refiere prohibiciones en cuanto a actividades en estos lugares.
La organización, en un escrito difundido el 6 de febrero, se encargó de defender la postura de esta población indígena y lamentó el evento privado, que calificó como una violación al Estado de Derecho, así como “a la dignidad y el honor de todo el pueblo venezolano”.
En redes sociales, la noticia se esparció rápidamente, precisamente al darse a conocer los personajes detrás de la ostentosa fiesta, considerados influenciadores del mundo del entretenimiento venezolano y otros apoyados por la administración de Nicolás Maduro en el sector turístico.
Los involucrados
Rafael Oliveros, director del Grupo La Marea y director general de Campamento Canaima, habría sido el protagonista de esta fiesta privada, con motivo de la celebración de sus 50 años. Oliveros, empresario y exdecorador de interiores, además de ser un reconocido inversionista en la zona, también fue designado por Maduro como parte del Consejo Nacional de Economía Productiva y como representante del sector turismo, en los nueve motores de la economía, en 2016.
Entre sus invitados destacaron Osmel Sousa, quien estuvo al frente de la Organización Miss Venezuela por casi 40 años, Titina Penzini, diseñadora y locutora y la relacionista pública, Aura Marina Hernandez. Todos con amplia presencia en las redes sociales y medios venezolanos.
Sousa y Hernández, incluso publicaron en sus cuentas de Instagram, parte de la celebración, para la que se armó un campamento temporal con carpas individuales para la pernocta. SOS Orinoco además cuestionó que los invitados hicieran uso de al menos 9 helicópteros para su traslado a la cumbre del Kusari Tepuy, conocido también como Cerro Venado, y que se ubica frente a la Laguna de Canaima.
Acuerdos turísticos
Oliveros, quien parece estar apostándole al turismo para el fortalecimiento de la economía nacional y lo ha dejado ver en sus declaraciones públicas con respecto a otros destinos como la isla de Margarita y Los Roques, estaría también vinculado con un acuerdo comercial con Conviasa, compañía aérea venezolana sancionada por Estados Unidos.
SOS Orinoco explicó en su escrito que el director del Campamento Canaima suscribió un acuerdo denominado “ConViaje”, con el objetivo de incentivar paquetes turísticos con todo incluido, sin embargo, este contemplaría una actividad violatoria del reglamento que protege la ecología de lugares únicos en el país y hasta en el planeta.
Investigación por daños
Un día después del alboroto en redes sociales, el fiscal Tarek William Saab anunció en su cuenta oficial de Twitter, como es de costumbre, la investigación que se había abierto a propósito de los daños que pudo haber causado la celebración en el Parque Nacional Canaima.
En otros procesos, Saab suele mencionar a los involucrados, sin embargo en esta oportunidad optó por hablar de “un grupo de personas” así como “una empresa”, sin ofrecer mayores detalles.
Algunas de las personalidades que formaron parte de este evento, según lo denunciado por organizaciones ambientales, se encargaron además de eliminar las publicaciones relacionadas de sus cuentas en Instagram y Facebook. Pero claro, las imágenes ya circulaban por todo el mundo.
Dos días después de iniciada la polémica, uno de los involucrados, Osmel Sousa, se pronunció al respecto para indicar que en caso de darse una nueva oportunidad de asistir a un evento similar, no dudaría en aceptarlo.
“Cuando me invitaron a Canaima, no dudé en decir que sí, porque se ha convertido en uno de mis lugares favoritos desde el año pasado que hice un programa para mi concurso. Siempre va mucha gente a hacer turismo ecológico sin dañar la naturaleza, pues nosotros hicimos lo mismo (...) Amo Canaima, sería incapaz de hacer algo que la destruya”, agregó en un video difundido a través de sus redes sociales.
El ministro de Turismo, Alí Padrón, por su parte, informó en su cuenta de Twitter que el ciudadano Rafael Oliveros fue citado para dar inicio a un procedimiento administrativo por lo ocurrido en el Parque Nacional Canaima. Exhortó también a la población a mantener una relación de protección y resguardo del ambiente.
Desde Bloomberg Línea intentamos comunicarnos con los representantes del Campamento Canaima, a través de sus teléfonos al servicio del público y no fue posible obtener una respuesta, ni vía WhatsApp ni por llamada telefónica.