Santiago — La inflación dejó perplejo al mercado financiero en Chile. En enero, el índice de precios al consumidor (IPC) anotó una variación mensual de 1,2%, duplicando con creces las estimaciones de economistas y analistas que esperaban un aumento de hasta 0,6%; mientras que la inflación anual fue de 7,7%, lejano al esperado 7%.
Los economistas y el Ministerio de Hacienda atribuyen esta sorpresiva alza a una combinación de factores globales, ya que la pandemia que provocó un corte en la cadena de suministro, y locales como la alta liquidez en los hogares. Las tres rondas de retiros anticipados de fondos de pensiones inyectaron cerca de 50.000 millones de dólares a la economía chilena, lo que todavía es un fantasma que sacude al país.
Pasajes de avión y autos nuevos
De las doce divisiones que componen la canasta del IPC, las que más pesaron fueron el transporte (2,8%) con 0,395 puntos porcentuales (pp.) y los alimentos y bebidas no alcohólicas (1,6%) con 0,330pp. Las restantes que influyeron en el encarecimiento de la vida en el mes de enero contribuyeron con 0,478pp., en conjunto, según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
Tras analizar cada uno de los sectores que llevaron a esta inflación, la economista Michèlle Labbé concluye que muchos de los bienes que dispararon los precios son suntuarios. La gasolina no fue la mayor incidencia en alza de la división del transporte, sino los pasajes aéreos y de bus interurbano.
Siguió el funcionamiento del servicio de transporte, donde sí influyó la tarifa de los combustibles, y finalmente la mayor demanda por vehículos nuevos. Un informe de la Asociación Nacional Automotriz de Chile da pistas de ello, al indicar que en el inicio del año 2022 el mercado de vehículos livianos y medianos reportó la venta de 37.281 unidades nuevas, equivalente a un aumento de 49,2% con respecto a enero de 2021: “El mejor desempeño para el primer mes del año desde que se tiene registro”.
En el caso de los alimentos y bebidas no alcohólicas, los productos que más elevaron sus montos fueron carnes, seguida del pan y cereales.
Lo que sorprendió en enero, durante pleno verano austral, fueron los paquetes turísticos y el transporte aéreo, con el primero registrando una leve caída mientras que el segundo segmento se elevó. Ambos han tenido un alza acumulada de 65% y 47%, respectivamente, desde que volvieron a encuestarse por el INE, y sin incluir septiembre, dice la economista Francisca Pérez, economista principal de BCI Estudios.
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El mes pasado se registró una variación mensual del IPC 0,8% y una anual de 7,2%, también reforzado por bienes.
Los pronósticos para febrero
Las expectativas de las economistas son que la inflación dé otro salto en febrero. Desde BCI Estudios proyectan una variación mensual de entre 0,4 y 0,5%, mientras que Labbé no se da una cifra y advierte que, al menos en los próximos 12 meses, tocará niveles muy altos, especialmente de continuar con una fuerte liquidez en los hogares. “Definitivamente esto tiene que ver con mayores ingresos en los bolsillos de los consumidores que están generando mayor demanda”, explica.
¿Y las alzas de tasas de interés del Banco Central?
Mientras el IPC sigue elevándose por encima de la meta del 3%, el Banco Central apuntaría a un tono cada vez más agresivo. La reacción de economistas e inversionistas, incluyendo a JPMorgan y Scotiabank, después de conocer la inflación de enero; fue sugerir a la autoridad en política monetaria adelantar su reunión programada para el 29 de marzo y así ajustar nuevamente la tasa de interés que desde julio ya ha subido en 500 puntos base.
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Un informe del analista de JPMorgan, Diego Pereira, espera que suba esta vez unos 175 puntos base, llevándola de 5,5% a 7,5%. El reto está en manos de Rosanna Costa, nueva presidenta del Banco Central de Chile.
Los alivios que dictaría el instituto emisor no tendrán efectos inmediatos. Pérez recuerda a que los movimientos en la tasa de política monetaria actúan con rezago sobre la economía: “Estudios afirman que el efecto total se demora hasta 3 trimestres. Por lo que alzas hoy o hace un par de meses de la TPM no son para frenar alzas en el corto plazo de la inflación, sino más bien que la inflación esperada a 2 años plazo se encuentre en 3% y que mirando hacia atrás se haya logrado el objetivo. Así si uno mira el promedio de la inflación desde 2000 hasta hoy es de 3,1%”.
Labbé pone el foco en la necesidad de moderar los ingresos de los hogares para conseguir políticas efectivas. Pese a que ya se dejaron de entregar la principal ayuda gubernamental, el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), los chilenos todavía tienen recursos acumulados, dijo.
De acuerdo con el informe de Política Monetaria del Banco Central, publicado en diciembre, la suma de aportes extraordinarios a la liquidez de los hogares, específicamente dineros entregados por el Estado y retiros de fondos de pensiones, arrojaba una acumulación de recursos cercana a US$85 mil millones entre 2020 y 2021, lo que equivale al 34% del PIB de hace dos años. “La parte mayoritaria de los recursos que aún no se han consumido sigue en las cuentas corrientes y vista de las personas, lo que permite anticipar que el mayor gasto persistirá en los trimestres venideros”.
Para Labbé esos ahorros disponibles posiblemente se consumieron en vacaciones, lo que generó un repunte de los precios. Advierte que las personas que tiene estos ahorros, generalmente, no realizan grandes inversiones. “La tasa de interés no es un factor que les afecte en forma importante”, acotó.