Cuando faltan unas semanas para la 94ª entrega de los Oscar, el reconocimiento más importante que otorga cada año la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood, se dio a conocer la lista de nominados en 23 categorías. Entre las películas destaca El poder del perro, de Jane Campion, que aparece en 12 ternas; la sigue Dune, de Denis Villanueve, con 10 nominaciones y Rey Richard, de Reinaldo Marcus Green, con seis.
La presencia de Latinoamérica, en esta edición, es menor a la de otras anteriores: los focos regionales se los llevó el director mexicano Guillermo del Toro con Nightmare Alley, o El callejón de las almas perdidas, título con el cual desembarcó en las carteleras y cosechó cuatro nominaciones: Mejor Película, Mejor Diseño de Vestuario, Producción y Fotografía.
También México está representado en CODA, nominada a mejor película y a mejor guión adaptado, a través de Eugenio Derbez. Su compatriota, Carlos López Estrada, dirigió Raya, el último dragón, integrante de la terna a mejor película animada.
Chile por su parte, dirá presente con Bestia, el cortometraje animado de Hugo Covarrubias, marcando la quinta ocasión en que el cine chileno se hace un lugar en Hollywood.
Desde Puerto Rico, Lin-Manuel Miranda quien compuso buena parte de las canciones originales del film animado de Disney Encanto, quedó nominado en la categoría de Mejor Canción con Dos Oruguitas y la banda sonora de la película que tiene por escenario a Colombia.
La ceremonia de entrega de los premios se celebrará el 27 de marzo en el Dolby Theatre de Los Ángeles.
Del festejo al banco
Pero lo que hasta ahora es puro festejo por parte de estos exponentes latinoamericanos, se puede transformar en cifras millonarias y nuevos contratos si es que alguno de ellos se alza con una estatuilla.
Según la consultora IBISWorld, un filme ganador tendrá una consecuencia inmediata de más pantallas de exhibición y puede experimentar un 53,9% de crecimiento en taquilla si obtuvo el premio de Mejor Película.
Ejemplo de ello es lo ocurrido con El discurso del rey (2010), que recaudó un total de US$13 millones más de lo que se esperaba. Según Marshal School of Business, las películas nominadas en años anteriores habían aumentado su facturación en taquilla en un 22%, mientras que tras ganar, ésta había aumentado un 15,3% en promedio.
Los galardonados con el premio a mejor actor y actriz también se ven beneficiados, según la escuela de negocios Marshal: los premiados suelen ganar un 20% más en su siguiente papel y una exposición internacional extra que trae aparejados su posicionamiento en otros mercados.
La Colgate University tiene otras cifras: indica que después del premio los actores tienen un incremento salarial del 81%, mientras las actrices se alzan en promedio con un desventajoso promedio de un 20% más.
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