Lima — El derrame de crudo ocurrido el pasado 15 de enero en las costas de Perú continúa generando afectaciones no solo a nivel medioambiental, sino también en algunos sectores económicos. A raíz del desastre ecológico el Gobierno de Perú tomó medidas de precaución y la operación de la refinería La Pampilla se vio paralizada por algunos días, algo que activó las alertas considerando que Repsol -dueño de La Pampilla- representa más del 40% del mercado peruano de combustibles.
Ante esta situación, las embajadas de Países Bajos y Francia advirtieron el 4 de febrero que tenían preocupación por la operación normal y continua de la aerolínea francesa-neerlandesa Air France KLM, pues debido a la paralización de La Pampilla, en el país solo quedaba queroseno “para 15 días más”, teniendo en cuenta que Repsol se encarga del 70% del suministro de combustible a la industria aerocomercial.
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Ante este llamado y el de los gremios de la industria aérea peruana, así como el de diversos comerciantes, el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) autorizó un cargue y descargue temporal de hidrocarburos durante 10 días en los Terminales Multiboyas N° 1 y 3 de la refinería La Pampilla - Repsol, con la finalidad de garantizar el abastecimiento de combustible Turbo A1 e IFO/Diesel-Marino/Bunker.
Sin embargo, el organismo precisó que “dicha autorización no implica el levantamiento de la medida administrativa de paralización de las actividades de carga y descarga de hidrocarburos u otros productos en los Terminales Multiboyas N.º 1, 2 y 3, así como en el Terminal Monoboya T-4, de refinería La Pampilla - Repsol de fecha 31 de enero del 2022″.
Esta situación ha llevado a algunos actores de la industria a especular que podría darse una paralización de operaciones aéreas en Perú, en especial para aerolíneas internacionales de relevancia como Air France KLM, que se encarga de por lo menos 11 frecuencias semanales desde Lima hasta Madrid, París, Milán, Barcelona, Roma, Amsterdam, Berlín, Hamburgo y Frankfurt.
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Frente a esta situación, Raúl Ávila, docente de la Universidad Nacional de Colombia y analista de la industria, aseguró a Bloomberg Línea que mientras se mantengan las restricciones a la operación de Repsol, que es productor y comercializador en Perú, se mantendrán los riesgos de afectación al funcionamiento de la industria aérea.
“El regulador peruano en temas energéticos debe moverse rápido, pues el impacto puede ser complicado y las dificultades de suministro se ven en un escenario difícil, en este caso de combustible Jet Fuel, pues hay una gran amenaza. Obviamente, la pausa de operaciones en Perú puede traer complicaciones para Air France KLM en Latam, pues no se trata solo de desabastecimiento de combustibles, sino también de picos de contagios de ómicron”, explicó Ávila.
Para el analista, aunque el gobierno de Pedro Castillo ha considerado apoyarse en aliados comerciales como Ecuador y Colombia para importar hidrocarburos, lograr un abastecimiento oportuno de combustible para la industria aerocomercial no es fácil, pues no se trata solo de la logística de transporte, sino también de los altos precios del crudo.
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El aeropuerto Jorge Chávez de Lima realiza alrededor de 250 operaciones diarias entre vuelos domésticos e internacionales, razón por la que una paralización en las operaciones tendría altas pérdidas para la economía peruana y repercusiones en el proceso de recuperación económica de la industria en el país.
“Por ahora no podría parecer tan fuerte que las repercusiones en LatAm se presenten, pues el tema es particular para Perú, pero en algunas escalas que se utilizan para viajes intercontinentales con Europa podría tener un impacto fuerte, pero todavía no hay asimilación de este escenario”, precisó Ávila.
La refinería La Pampilla procesa un promedio de 120.000 barriles de crudo al día, en medio de una operación normal, abastecimiento alrededor del 40% del mercado de combustibles en Perú.
En las últimas horas, la Asociación Peruana de Operadores Portuarios (Asppor) pidió a la OEFA que la autorización de cargue y descargue de hidrocarburos en La Pampilla se amplíe de 10 a 60 días, para evitar un incremento de precios de los combustibles en Perú, en caso de que las naves deban desembarcar en Chile o Colombia.
Finalmente, el 7 de febrero Repsol anunció que ya se encuentra en la “etapa final” de la limpieza del vertido de crudo que se presentó en enero, cuando cerca de 12.000 barriles se derramaron causando una afectación de por lo menos unos 18.000 metros cuadrados en las playas y diferentes ecosistemas.