Bloomberg — Los inversores han considerado durante mucho tiempo al propietario de Facebook como parte de una cohorte de empresas tecnológicas dominantes que se distinguían del resto del universo. Tras el desastroso informe de resultados de la semana pasada, Meta Platforms Inc. (FB) está luchando por seguir el ritmo de esos otros gigantes de Silicon Valley.
La empresa dirigida por Mark Zuckerberg ha visto esfumarse más de US$300.000 millones en valor de mercado sólo en 2022. El crecimiento de usuarios de Facebook se ha estancado ante la competencia de la aplicación para compartir videos virales, TikTok, en un momento en el que la compañía también está gastando miles de millones para intentar expandirse hacia las experiencias digitales inmersivas.
Una red social que no puede seguir ampliando su base de usuarios está potencialmente en una crisis existencial, como aprendieron sitios como MySpace y Orkut cuando la creación de Zuckerberg se hizo grande. Por esto, los inversores la tratan de forma muy diferente a los otros valores del grupo denominado FAANG (por las iniciales de las empresas), Apple Inc (AAPL), Amazon.com Inc (AMZN), Netflix Inc (NFLX) y Alphabet Inc (GOOGL), propietario de Google.
Mientras que todas las acciones tecnológicas han estado bajo presión en las últimas semanas, las otras empresas de megacapitalización han visto sus acciones rebotar desde los mínimos recientes. No así Meta, que se ha desplomado un 30% desde que presentó sus resultados el miércoles. Al menos 40 analistas han recortado sus objetivos de precio y JPMorgan Chase & Co. (JPM) ha rebajado por primera vez las acciones desde que la empresa salió a bolsa en 2012.
“La reacción a Facebook fue bastante extrema, pero es bastante difícil de discutir”, dijo Ryan Jacob, director de inversiones de Jacob Asset Management, que posee acciones de la empresa de medios sociales, “Los inversores deberían ser cautelosos dados los desafíos que tienen”.
Un salto en las acciones de las redes sociales rivales Snap Inc. (SNAP) y Pinterest Inc. (PINS) después de sus ganancias mostró que los problemas que enfrenta Meta son específicos de la empresa y no una desaceleración de la industria. Y para un potencial rebote, Meta podría necesitar el mismo tipo de ayuda que recibió Netflix: después de recibir una paliza similar, el gigante del streaming se recuperó al conocerse que el gestor de fondos Bill Ackman había adquirido una participación, lo que supone un voto de confianza.
Mientras tanto, Meta pierde un miembro clave de su consejo de administración: Peter Thiel, el inversor tecnológico y provocador conservador que ha asesorado a Zuckerberg durante casi dos décadas, dejará su puesto tras la reunión anual de mayo.
Aunque Meta ya era el valor más barato de las FAANG antes del desplome de la semana pasada, a 15,3 veces los beneficios estimados, ahora se encuentra en el múltiplo más bajo de la historia en relación con el índice Nasdaq 100. Y los inversores no están entrando a comprar la caída, sino que prefieren otros valores de megacapitalización que impresionaron a Wall Street con sus resultados.
La divergencia pone de manifiesto las diferencias entre las grandes empresas tecnológicas y el alcance de los problemas a los que se enfrenta Meta.
“Yo no diría que son dinero muerto, sino que son dinero con soporte vital”, dijo Kim Forrest, director de inversiones de Bokeh Capital Partners.
Con la asistencia de Ryan Vlastelica.
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Este artículo fue traducido por Andrea González