La historia nunca contada detrás de la mítica marca argentina Ultracomb y sus dueños

La firma de electrodomésticos factura $2.300 millones anuales y es líder en la producción de hornos eléctricos, pavas y aspiradoras

Foto: Gentileza Ultracomb.
06 de febrero, 2022 | 04:00 AM

Hay una palabra clave: gestión. Es necesaria la gestión en todas las áreas, desde lo comercial, hasta la comunicación, la calidad de los productos y la post venta”. El que habla es Hugo Méndez, presidente de la tradicional marca de electrodomésticos Ultracomb, una firma que lleva 60 años en el mercado argentino.

Su historia es poca conocida, y de su dueño poco se sabe, dado que es bastante esquivo a la prensa y pocos conocen su rostro. A pesar de ello, decidió abrir su historia a Bloomberg Línea, desde su “cuartel general” en el barrio de Colegiales. Frontal y ameno, Méndez no le esquiva a ningún tema y mantiene su intención de que sus marcas hablen por él.

Junto con sus cuatro hijos y su mujer llevan adelante la empresa familiar, que no heredaron de sus antecesores sino de un complejo proceso de quiebra.

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La tradicional marca de electrodomésticos Ultracomb volvió a recuperar la impronta que supo tener décadas atrás, posicionándose nuevamente en el mercado y peleándole la torta de consumidores a las empresas más grandes. Tal es así que su facturación anual alcanza los $2.300 millones y proyecta para este año un crecimiento del 10%.

Foto: Gentileza Ultracomb.

Los inicios

En 1962 dos familias italianas que desembarcaron en la Argentina, le dieron forma a lo que hoy son las marcas Ultracomb. Moschionni Hermanos (Gino y Sergio) y Galoplastic (Ezzelino Gazzotto, Milton Rubén López y José Beatriz) se conocieron en la tradicional fábrica de heladeras SIAM. Allí comenzaron a pergeñar un sueño: traer el concepto de un producto que ya era famoso en Italia: una lustra aspiradora.

Con los años, Ultracomb compró Yelmo, que era su competencia, y lanzan el famoso Bidone Apiratutto, la primera aspiradora tambor que se introduce en el país. Este producto estrella se potencia, siendo protagonista de publicidades y programas televisivos que nombraban a la aspiradora como “el marciano chupatierra”.

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Foto: Ultracomb.

Corría la década del ‘80 y Méndez dejaba su provincia natal, San Luis, y el negocio de repuestos eléctricos para instalarse en Buenos Aires e incursionar en el mundo de la electrónica y los electrodomésticos.

La oportunidad se dio cuando la sociedad Ultracomb-Yelmo se rompe y encuentra la oportunidad de comprar ambas marcas para meterse de lleno en el negocio. Sin embargo, el camino no fue fácil. Ambas marcas se encontraban en remate judicial, y aunque Méndez manifestó su intención de compra, el juez accedió a alquilárselas, pago de royalty de por medio al juzgado. Años más tarde, finalmente pudo comprarlas.

Al mismo tiempo obtiene la distribución de Sharp Argentina y electrodomésticos de la marca Hishi.

La historia se reescribe

Hace 25 años, la firma comenzó a delinear una nueva historia sin perder la esencia que las había transformado en marcas icónicas.

Atento a lo que necesita el mercado y las nuevas tendencias, hace unos años comenzó el aggiornamiento para revitalizar la marca, de la mano de nuevos productos que se diseñaban en Argentina y se producían en China. Aún hoy el proceso es el mismo.

Sin embargo, el empresario reconoce que también hubo un cambio de hábitos, “una revolución en las cocinas argentinas con la introducción del hombre, algo que la pandemia aceleró. Al hombre le gustan las máquinas y los elementos que algunas mujeres no usaban y eso le dio dinamismo al negocio. Por eso, es importante estar atento a los usos y costumbres del mercado”.

Foto: Ultracomb.

Aunque Ultracomb es una marca establecida, la competencia local e internacional avanza intempestivamente. Es por ello, que Méndez hace especial hincapié en estar atento a la percepción del mercado: “Estamos las 24 horas viendo qué ocurre con los consumidores, y los clientes. A eso se le suma la participación en ferias internacionales donde podemos ver las tendencias de primera mano”.

Sin embargo, las diferencias culturales también marcan el rumbo. Es por ello, que la marca tiene 20 modelos de hornos eléctricos, porque al argentino a diferencia del mundo, le gusta más usar eso que el microondas. Es precisamente en ese segmento donde son líderes. Le siguen en participación de mercado con pavas eléctricas y aspiración.

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Carrera de obstáculos

El mercado argentino es difícil porque la política cambia las reglas constantemente y no es un mercado abierto, sino más bien es una carrera de obstáculos. Todos los días uno piensa cómo salimos del laberinto. Por eso, las empresas extranjeras pueden hacer su programación a largo plazo pero acá no se puede”, se lamenta Méndez en referencia a las trabas a las importaciones y la coyuntura económica local.

A pesar que la pandemia afectó fuertemente a toda la industria, y a muchos comerciantes, como contracara creció el consumo en el hogar y por ende la demanda de pequeños electrodomésticos. “En plena pandemia, no nos alcanzaban las manos para entregar productos”, recuerda. Eso generó un quiebre de stock en muchas empresas, aunque desde la firma aseguran que ellos manejaban un fino equilibrio entre producción y demanda. De todos modos, indica que “todavía no equiparamos la producción con la demanda, la cual sigue estando muy alta. Tenemos que ser prudentes y no postergar calidad”.

En ese proceso de no retacear calidad, durante 2020 la empresa incorporó maquinaria a sus partners locales para poder sustituir importaciones y producir todo lo que pudieron, aunque aseguran, no es tanto. “No sale más barato fabricar en Argentina que comprar afuera. No importa a qué precio esté el dólar, siempre es más caro y más problemático hacerlo acá. Por eso no se puede hacer 100% un producto de manera local”.

Con la incorporación de nueva tecnología, la compañía comenzó a introducirse en el segmento de refrigeración con las primeras heladeras medianas. Además, Ultracomb cuenta con la marca Ken Brow y Crown Mustang bajo su paraguas, dos firmas argentinas con las que se abrió al nicho de electrónica de consumo.

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