Buenos Aires — Mientras aun negocia para cerrar un nuevo programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI), Argentina realizó este viernes un nuevo pago al organismo multilateral por más de US$300 millones, tras desembolsar días atrás unos US$718 millones.
Así, en el lapso de una semana el Gobierno debió afrontar vencimientos por más de US$1.000 millones en concepto de capital e intereses.
- El calendario: El primer pago, de US$718 millones, fue el viernes último, mientras que, de acuerdo con lo estipulado, el segundo será este viernes por un monto en torno a los US$370 millones y su acreditación será inmediata, según señalaron fuentes oficiales a Bloomberg Línea.
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Las fechas de enero y febrero son solamente el inicio de un abultado calendario de pagos a afrontar y, según estimaciones de especialistas y consultoras, el Gobierno pudo en el primer vencimiento contar con los Derechos Especiales de Giro, pero para el compromiso de febrero tendrá que acudir a las limitadas reservas internacionales del Banco Central.
De hecho, según la consultora Ecolatina, “uno de los objetivos del anuncio” del principio de acuerdo con el Fondo la semana pasada fue “descomprimir un frente financiero que se veía convulsionado por la elevada incertidumbre”.
Al referirse a los dos pagos consecutivos, advirtió: “En conjunto, erosionarían fuertemente las reservas netas, en un marco en el que las cotizaciones paralelas del dólar aumentaron considerablemente”.
¿Cómo se hará el pago?
“Los DEGs ya se utilizaron en su totalidad y, en base al acuerdo que anticipó el Ministro de Economía la semana pasada, se recuperarían con el remanente que quedaría de los nuevos desembolsos que hará el FMI”, expresó Matías De Luca, economista de LCG.
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En ese sentido, analizó que el pago por más de US$300 millones “saldrá de las escasas reservas del BCRA y el Gobierno apuntará a recuperarlo con el Fondo más adelante”, aunque aclaró que respecto de la fecha “no hay mucho dicho al respecto”.
El nivel de las reservas
“Las reservas netas están en mínimos, valores similares a los de finales del kirchnerismo en 2015. Rondan apenas los US$3.000 millones, 0,6% del PBI. A eso se agrega el problema del elevado stock de pasivos remunerados (Pases y Leliqs) que acumulan unos US$45.500 millones, es decir, 14 veces más y crecen aproximadamente al 50% por año”, apuntó De Luca en declaraciones a Bloomberg Línea.
Ante ese escenario, alertó: “El Banco Central está virtualmente quebrado. Acumula un nivel de pasivos (monetarios y remunerados) que, en su balance, está salvado por un elevadísimo stock de Letras Intransferibles (US$57.500 millones), que es deuda del gobierno con el BCRA, cuando la deuda soberana cotiza a valores de default”.
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