Bloomberg Línea — Seis ciudades de América Latina aparecen en el Índice de Prosperidad de las Ciudades (CPI, por sus siglas en inglés), elaborado por ONU-Hábitat, programa de las Naciones Unidas para los asentamientos humanos y el desarrollo urbano sostenible.
El ránking se elaboró después de que ONU-Hábitat realizara encuestas en 54 ciudades del mundo en desarrollo, buscando conceptualizar la “prosperidad”.
El organismo internacional enlistó 29 ciudades como resultado de la medición de los seis criterios y 46 indicadores fundamentales para que una ciudad sea más próspera. Entre ellos se encuentran los conceptos de éxito, la riqueza, las condiciones de bienestar, así como la confianza en el futuro y las oportunidades.
Dentro del listado, Buenos Aires (Argentina), Bogotá (Colombia), que destacan en gobernanza urbana y legislación, y Ciudad de México (México) figuran como las tres ciudades latinoamericanas con los puntajes más altos ocupando las posiciones 12, 16 y 19, respectivamente.
Buenos Aires obtuvo una marca del 63,5 de un total de 100, ubicándose en un nivel de “solidez moderada” con un refuerzo en las políticas urbanas, de acuerdo con el Barómetro de prosperidad, en el que un nivel de 80 a100 refleja una prosperidad “muy sólida” con políticas consolidadas.
Bogotá logró un puntaje de 58.97, mientras que el de la capital mexicana fue de 57.55, lo que implica para ambas una prosperidad moderadamente débil.
Por su parte, Lima (Perú) se ubicó en la posición número 20, Sao Paulo (Brasil) en la 22 y Santiago (Chile) en la 25. Debido a sus puntajes también se encuentran en el nivel de moderación débil.
Las dimensiones abordadas en el índice para que una ciudad sea próspera fueron:
- Productividad. Contribuyen al crecimiento económico y al desarrollo generando ingresos, empleo e igualdad de oportunidades para toda la población.
- Desarrollo de infraestructura. Despliegan la infraestructura, activos físicos y servicios como agua, saneamiento, suministro de energía, red de carreteras, tecnología de la información y comunicaciones, necesarios para sostener a la población y la economía.
- Calidad de Vida. Proporcionan los servicios sociales, la educación, la salud, el ocio, la seguridad y la protección necesarias para mejorar el nivel de vida.
- Equidad e inclusión social. La pobreza y las desigualdades deben ser mínimas. Ninguna ciudad puede presumir de ser próspera cuando grandes segmentos de la población viven en la miseria y la privación. Esto implica reducir la incidencia de los barrios marginales.
- Sustentabilidad ambiental. El crecimiento de las ciudades y su desarrollo económico no destruyen ni degradan el medio ambiente, sino que los activos naturales se preservan en pro de una urbanización sostenible.
- Gobernanza urbana y legislación. Las ciudades son más capaces de combinar la sostenibilidad y la prosperidad compartida a través de una gobernanza urbana eficaz y un liderazgo transformador, desplegando políticas, leyes y reglamentos apropiados y eficaces, y creando marcos institucionales adecuados con instituciones locales fuertes y acuerdos institucionales sólidos
“Ninguna de las anteriores manifestaciones de la prosperidad debe prevalecer sobre las demás. Todas deben mantenerse en equilibrio, en aras de un viaje sin contratiempos en el camino hacia la prosperidad.
“Dado que el desarrollo urbano sostenible y la prosperidad de una ciudad dependen de estos elementos y están interconectados, el progreso o el estancamiento en una dimensión puede afectar otras. Por lo tanto, las ciudades deben aspirar a avanzar en todas y percibirlas como igualmente importantes, pues el desequilibrio en cualquiera puede amenazar al sistema en su conjunto”, apunta el organismo.
El Top 10 de la lista está conformado por: Singapur, Toronto, Moscú, Sídney, Londres, París, Madrid, Shanghái, Hong Kong y Nueva York.
La versión completa de la Iniciativa para la Prosperidad de la Ciudad será publicada en marzo.
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