Buenos Aires — Siete días atrás, el Gobierno de Alberto Fernández y el ministro de Economía, Martín Guzmán, anunciaban un preacuerdo con el staff del Fondo Monetario Internacional (FMI) para reestructurar la deuda que el país arrastra con el organismo multilateral. Este lunes, el jefe del bloque oficialista en Diputados, Máximo Kirchner, abandonaba su rol disconforme con el resultado de las negociaciones con el Fondo. La semana cerró con Alberto Fernández en Rusia y China. Apenas siete días de la política argentina, en el segundo mes del año.
Fernández ya está en Beijing. La agenda protocolar marca las siguientes actividades: ya participó de la apertura de los juegos olímpicos de invierno, y cómo eventos clave, resta el almuerzo en honor a los jefes de Estado que concurran a la inauguración de los JJOO, que será el viernes por la noche (horario argentino), mientras que el domingo será el encuentro bilateral con el presidente de China, Xi Jinping. La agenda concluye con visitas al Centro Tecnológico Huawei y a la gran Gran Muralla de Mutianyu, antes del regreso que incluirá un paso por Barbados.
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Previo a volar, el Presidente dijo, en declaraciones a C5N, que “todos los acuerdos comerciales con Rusia, China y otros países estaban supeditados a un acuerdo con el Fondo”. El propio FMI, en el comunicado difundido el pasado viernes, señaló que “el apoyo financiero adicional de los socios internacionales de Argentina ayudaría a reforzar la resiliencia externa del país y sus esfuerzos para asegurar un crecimiento más inclusivo y sostenible”.
Es por eso que la gira, aunque ocurre en un momento particular de las relaciones entre Estados Unidos con Rusia y China, no despertaba mayores preocupaciones en la Casa Blanca. El canciller Santiago Cafiero en su visita a Washington había precisado objetivos y detalles de esta gira al secretario del Departamento de Estado, Antonhy Blinken.
Lo que seguramente no esperaban en el FMI y en Estados Unidos es la frase que Fernández le expresó a su par ruso, Vladimir Putin: “Argentina tiene que dejar esa dependencia tan grande que tiene con el Fondo Monetario y los Estados Unidos”. Tampoco se la esperaba la comitiva que acompaña al mandatario. Una fuente que participa del viaje señaló que estaba fuera del libreto. Es por eso que ahora genera aún más expectativa lo que pueda ocurrir en el paso del mandatario argentino por China.
Martín Guzmán, por su parte, continúa en Rusia en búsqueda de acuerdos que acerquen más financiamiento al país y engrosen las debilitadas arcas del Banco Central. Esa misma cruzada continuará en China, ya conocido el deseo argentino de ampliar su swap bilateral de divisas en yuanes.
- Más acuerdos: Esta semana se anunció la construcción de la cuarta central nuclear del país tras un acuerdo entre la energética estatal Nucleoeléctrica Argentina y la Corporación Nuclear Nacional de China (CNNC). Además, avanzan en proyecto de producir en Argentina la vacuna de Sinopharm.
Gobierno argentino pide a China ampliar swap de divisas
Tensiones internas
La salida de Máximo Kirchner de la jefatura del bloque oficialista en Diputados abrió una nueva grieta en el Frente de Todos, quizás la más profunda, aunque no generó un temido efecto cascada en el resto de los dirigentes de La Cámpora que integran el Gobierno y la coalición. Su figura fue reemplazada por el rosarino Germán Martínez, quien mantuvo un raid público desde el martes en el que aclaró que su objetivo es que el Congreso apruebe el acuerdo con el FMI con el mayor consenso interno posible.
“Siento que no tuvo la dedicación que tendría que haber tenido para conversar con el bloque”.
Cecilia Moreau, sobre Martín Guzmán.
Lo que llamó la atención en la coalición oficialista fueron las declaraciones de la massista Cecilia Moreau, que tras lo anunciado por Kirchner también había anticipado su renuncia a la vicepresidencia de la bancada, pero después desistió de esa misión y hoy, tras ratificarse en el cargo, disparó contra Guzmán (en declaraciones a Futurock): “Siento que no tuvo la dedicación que tendría que haber tenido para conversar con el bloque”.
Mientras tanto, Massa hace las cuentas para ver cuántos diputados están 100% alineados con el Gobierno en la votación del eventual acuerdo, y ya comienza a buscar alianzas por fuera del oficialismo. Hasta ahora no habrá ruptura definitiva en el bloque, pero lo que suceda en las semanas venideras será clave para el futuro del Frente de Todos.
La oposición, indecisa
Con la excepción de que no pesa la responsabilidad de gobernar (el país), las relaciones entre los distintos actores que integran a Juntos por el Cambio no atraviesan el mejor momento. Las diferencias entre Gerardo Morales ─gobernador de Jujuy y presidente de la UCR─ y Patricia Bullrich ─presidenta del PRO─ quedaron expuestas en la mesa nacional de Juntos por el Cambio que se llevó a cabo el pasado miércoles.
Sin consenso respecto a cómo continuar el diálogo con el Gobierno y sobre un posible apoyo al acuerdo con el FMI, los principales partidos de la coalición opositora acordaron postergar la decisión y dejaron que trascender que la abstención ─a la hora de votar─ podría ser una herramienta posible para cuando la carta de entendimiento aterrice al Congreso.
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