Bloomberg — El filántropo multimillonario George Soros dijo que el presidente chino Xi Jinping podría fracasar en su intento de extender su gobierno del país a finales de este año, en contraste con lo que la mayoría de los observadores espera.
“Dada la fuerte oposición en el seno del Partido Comunista, la elevación cuidadosamente coreografiada de Xi Jinping al nivel de Mao Zedong y Deng Xiaoping podría no producirse nunca”, dijo Soros, de 91 años, en unas declaraciones preparadas para ser pronunciadas el lunes en un acto patrocinado por la Institución Hoover de la Universidad de Stanford.
Hablando días antes del comienzo de los Juegos Olímpicos de Invierno en Pekín, Soros citó a los enemigos de Xi dentro del partido, la crisis inmobiliaria, vacunas ineficaces contra el Covid-19 y una tasa de natalidad en descenso como factores que están en su contra.
Xi, de 68 años, se ha posicionado para asegurarse un tercer mandato sin precedentes como presidente y secretario general cuando el Partido Comunista celebre el Congreso del Partido, que tiene lugar dos veces al año, a finales de 2022. Hace apenas tres meses, altos cargos del partido declararon que China había alcanzado un “nuevo punto de partida histórico” bajo el liderazgo de Xi, preparando el terreno para un proceso que podría elevarlo al nivel de Mao y Deng, permitiéndole dirigir el país indefinidamente.
El período previo al Congreso es uno de los más delicados del calendario político chino, ya que gran parte de la lucha por los puestos se desarrolla a puertas cerradas en el opaco sistema de partido único del país. Sin embargo, a primera vista, Xi parece haber consolidado el poder y dejado de lado a los posibles aspirantes, lo que lleva a la mayoría de los observadores de China a concluir que extenderá fácilmente su gobierno.
Soros, sin embargo, ve que se está gestando una lucha sobre la gestión de la economía por parte de Xi y la pandemia, la cual podría verle expulsado del poder. El multimillonario es el fundador de la Open Society Foundations, la segunda fundación benéfica privada más grande de EE.UU. Tiene activos por US$28.000 millones, que trabaja para construir democracias en todo el mundo y se opone al autoritarismo.
Las divisiones internas en China son “tan agudas que han encontrado expresión en varias publicaciones del partido”, dijo Soros. “Xi está siendo atacado por aquellos que se inspiran en las ideas de Deng Xiaoping y quieren ver un mayor papel de la empresa privada”.
China lleva tiempo desestimando las críticas de Soros. En 2019, cuando llamó a Xi el “oponente más peligroso del mundo de las sociedades abiertas”, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Pekín dijo que las observaciones eran “sin sentido y no vale la pena refutarlas.”
Bajo el mandato de Xi, los reguladores chinos han puesto freno a algunas de las empresas tecnológicas más exitosas del país, incluso frenando su cotización en las bolsas de EE.UU.. El gobierno también apuntó al sector de la educación con fines de lucro, de US$100.000 millones, como parte de la campaña más amplia de “prosperidad común” de Xi para poner límites a la clase multimillonaria y mejorar la vida de los ciudadanos comunes.
El problemático mercado inmobiliario, principal motor de crecimiento del país desde que Xi llegó a la presidencia en 2013, también podría hacer descarrilar al líder chino, dijo Soros.
El modelo actual es “insostenible”, dijo, indicando que los compradores utilizan dinero prestado y son obligados a empezar a pagar por sus apartamentos antes de que ser construidos. Los gobiernos locales obtienen la mayor parte de sus ingresos de la venta de terrenos a precios cada vez más altos, que en junio eran un 30% superiores a los del año anterior, dijo Soros.
Como la vivienda es cada vez más inasequible para la mayoría de la gente, los precios tanto de los terrenos como de los apartamentos están empezando a bajar. El grupo chino Evergrande, el desarrollador inmobiliario más endeudado del mundo, fue calificado por primera vez como en impago en diciembre tras incumplir los pagos de varios bonos y muchos de sus competidores están pasando apuros. Los ciudadanos que invirtieron la mayor parte de sus ahorros en el sector inmobiliario se volverán contra Xi, predijo Soros.
Las autoridades chinas han restado importancia a las posibles consecuencias de los problemas del mercado inmobiliario, y el gobernador del banco central, Yi Gang, ha dicho en repetidas ocasiones que el gobierno contendrá los riesgos que la crisis de liquidez de promotores como Evergrande supone para la economía.
La cuestión ahora es si Xi utilizará las herramientas necesarias para restablecer la confianza, dijo Soros.
“El segundo trimestre de 2022 mostrará si ha tenido éxito”, dijo. “La situación actual no parece prometedora para Xi”.
El aumento de la variante ómicron del Covid-19 también supondrá un grave peligro para la economía y la capacidad de Xi para controlar la propagación de la enfermedad, dijo Soros. Afirmó que la variante “ya no está bajo control” y que la estrategia de Xi de estrictos confinamientos corre el riesgo de provocar una reacción violenta entre la población.
“Ómicron amenaza con ser la perdición de Xi Jinping”, dijo Soros. Añadió que espera que Xi sea sustituido por un líder que sea menos represivo en casa y más pacífico en el exterior.
“Esto eliminaría la mayor amenaza a la que se enfrentan las sociedades abiertas hoy en día”, dijo Soros. “Y deberían hacer todo lo que esté en su mano para animar a China a avanzar en la dirección deseada”.
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Este artículo fue traducido por Andrea González