Bloomberg — Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Europea están ultimando un paquete de sanciones que podrían imponerse a Rusia si invade Ucrania, tratando de adaptar su respuesta a la gravedad de las acciones del presidente Vladimir Putin.
Moscú ha negado que esté planeando invadir, a pesar de haber concentrado más de 100.000 soldados cerca de la frontera con Ucrania. El desafío ha sido tratar de idear medidas disuasorias que inflijan un dolor significativo a Rusia sin causar un daño aún peor a los países de la UE que dependen de Rusia para el suministro de energía.
Cortar a los prestamistas rusos de la red internacional de pagos Swift está sobre la mesa, pero es poco probable debido al daño colateral que también desencadenaría en Europa.
Este es el menú de opciones que los aliados occidentales están planeando dependiendo de si tiene lugar una invasión militar a gran escala, una incursión más difícil de precisar o un ataque híbrido.
Deuda y bancos
Rusia enfrentaría más restricciones para refinanciar su deuda soberana. Las limitaciones podrían extenderse a los préstamos en los mercados secundarios. El país tuvo un superávit presupuestario el año pasado y no necesita pedir prestado para financiar el gasto y actualmente hay alrededor de US$40.000 millones en inversión extranjera en bonos del estado.
A los bancos más grandes de Rusia se les prohibiría realizar algunas operaciones interbancarias en dólares estadounidenses, como el clearing. Un grupo selecto de bancos también podría verse afectado por la congelación de activos, así como por límites a algunas transacciones, préstamos y acceso al capital. También se podrían aplicar sanciones a algunos bancos, en su mayoría nacionales, que se han utilizado para eludir sanciones anteriores.
Entre las instituciones financieras a las que se dirigirían las sanciones se encuentran el Sberbank (SBER) y el VTB (VTBR).
La idea de aislar a Rusia de Swift es la opción nuclear de la que recelan algunos países europeos, entre ellos Alemania. Se está debatiendo la protección de algunos contratos existentes, así como a algunos periodos.
La Casa Blanca ha discutido el efecto dominó de estas sanciones en el sistema financiero mundial con Citigroup Inc (C), Bank of America Corp (BAC), JPMorgan Chase & Co (JPM) y Goldman Sachs Group Inc. (GS). Mientras tanto, el Senado de EE.UU. se acerca a un acuerdo para su propio conjunto de contramedidas económicas contra Rusia, incluso si Putin no envía tropas a Ucrania.
Energía y metales
La energía es el talón de Aquiles de Europa, ya que depende en gran medida de Rusia para el suministro de gas natural, sobre todo en medio de la actual crisis de abastecimiento. Las sanciones en este caso se centrarían en la tecnología y los equipos utilizados en la exploración, la extracción y las refinerías.
Las transacciones relacionadas con la energía podrían estar exentas de algunas de las sanciones financieras, junto con otras advertencias, como las exclusiones y las denominadas cláusulas de derechos adquiridos (donde una regla anterior sigue aplicándose en algunas situaciones) y las cláusulas de liquidación.
Además, Alemania podría impedir por separado que el gasoducto Nord Stream 2 de Rusia (que ya está sufriendo retrasos burocráticos) comience a funcionar.
Podrían introducirse límites a las importaciones de determinados metales, como el acero y el hierro, y de productos químicos. Estados Unidos espera que, en caso de que Rusia se lance a un ataque a gran escala, Alemania bloquee el Nord Stream 2.
Tecnología y bienes de lujo
Se espera que las sanciones incluyan controles de exportación y prohibiciones de tecnología avanzada e industrias sensibles, como la de semiconductores, la aeroespacial, de defensa y tecnologías de vigilancia cibernética. También podrían imponerse restricciones a los bienes utilizados tanto para fines civiles como militares, como la computación cuántica. Podría haber restricciones a la exportación de algunos artículos de lujo rusos.
Individuos
Se están elaborando medidas dirigidas a los oligarcas rusos y a las empresas estatales, con combinaciones de prohibiciones de viaje y comercio y congelación de activos. Pero los procedimientos legales son engorrosos, por lo que se está tardando en concretar los detalles.
Las mayores dificultades aquí son para Reino Unido, que por lo demás ha sido el más alineado con los EE.UU. en términos de cuán duro avanzar. Los multimillonarios rusos han escondido miles de millones de dólares en propiedades y otros activos en la capital, lo que le ha valido el apodo de “Londongrad” (Londresgrado). Muchos llevaron fondos de Rusia a Reino Unido siendo los dueños de los activos de manera secreta, lo que podría afectar la efectividad de las sanciones dirigidas a ellos.
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El presidente Joe Biden incluso ha planteado la posibilidad de que EE.UU. sancione personalmente a Putin. El problema ahí es que sobre el papel el líder ruso no tiene mucho. Sin embargo, el Kremlin ha dicho que el impacto político de esas sanciones sobre el propio presidente equivaldría a una ruptura de relaciones.
Reino Unido también ha anunciado que ampliará el alcance de sus poderes sancionadores para poder atacar a personas cercanas al Kremlin en caso de invasión.
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Este artículo fue traducido por Estefanía Salinas Concha.