Bloomberg Línea — Al igual que el Banco Mundial y la Cepal, el Fondo Monetario Internacional (FMI) espera que la economía de América Latina y el Caribe pierda fuerza este año y crezca menos de lo que calculó en sus pronósticos de octubre, según un análisis publicado este lunes tras las proyecciones económicas mundiales que se revelaron la semana pasada.
La región crecería 2,4% este año, menos del 3% que se esperaba en el informe anterior, a medida que el PIB vuelve a los niveles previos a la pandemia, pero también por el golpe de la ralentización de las economías de China y Estados Unidos y la crisis logística, que duraría hasta al menos la mitad del año. Sobre el desempeño de la región también pesará la aparición de la variante ómicron del Covid-19, menos letal pero más transmisible que las anteriores, y el endurecimiento de las políticas monetarias para enfrentar la inflación.
La Cepal es menos optimisma, pues cree que la región crecerá 2,1% este año, solo la tercera parte de la cifra del año pasado, mientras que el Banco Mundial es el más optimista: prevé un crecimiento de 2,6% en 2022.
Entre las economías más grandes de América Latina y el Caribe, según el FMI, Colombia (4,5%) y Argentina (3,0%) serían las que más crecerían este año. Brasil (0,3%) y Chile (1,9%) tendrían el desempeño menos elevado entre los países incluidos en el informe. Perú y México, los otros dos países de la región que figuran en el documento, crecerán un 2,8%, según la estimación actual.
La economía colombiana se ha visto beneficiada por el incremento de los precios de las materias primas, especialmente por el alza del petróleo, cuya referencia Brent bordea los US$91 y ya se visualiza cercano a los US$100 a medida que la demanda se fortalece y las presiones geopolíticas (especialmente conflicto en Ucrania) aumentan la incertidumbre.
“El sector de petróleo y gas tendrá un gran protagonismo en el proceso de reactivación del país en 2022. Este año se destinarán recursos por US$1.130 millones en áreas de exploración, un aumento en las inversiones del 42% comparado con 2021″, dijo al respecto la semana pasada el ministro de Hacienda colombiano, José Manuel Restrepo.
En cuanto a Argentina, el Fondo hizo referencia a que logró un principio de acuerdo con el Gobierno por la deuda de más de US$40.000 millones que mantiene. La semana pasada, Gita Gopinath, subdirectora gerente de la organización, dijo que se está elaborando un programa “que sea sólido y creíble y que aborde los desequilibrios que tiene el país”.
Este panorama, según el organismo con sede en Washington, llega en medio de un año con calendario electoral y un malestar social generalizado en la región. Por ello, advirtió que los Gobiernos tendrán que afrontar retos en tres vías distintas durante 2022: garantizar la sostenibilidad de las finanzas públicas, aumentar el crecimiento potencial y hacerlo de tal manera que se aborden las desigualdades sociales.
No obstante, para el FMI, abordar estos retos llevará tiempo, por lo que es necesario empezar ahora una estrategia global para solucionarlos. Esto se hará, añadió el organismo, en un ambiente de incertidumbre por la evolución de la pandemia, las presiones inflacionarias y un endurecimiento de las condiciones financieras mundiales, con su efecto sobre la deuda pública.
El riesgo de la inflación
El organismo recordó que países como Brasil, Chile, Colombia, México y Perú aumentaron las tasas de referencia entre 1,25 y 7,25 puntos porcentuales en 2021, con la perspectiva de que haya nuevas subidas en 2022.
“Son muchos los factores que han contribuido al aumento de la inflación: la subida de los precios de las materias primas y las importaciones (en parte, debido a las interrupciones del suministro mundial), las depreciaciones de los tipos de cambio, así como la liberación de la demanda de los consumidores y el desplazamiento del gasto hacia los bienes en lugar de los servicios”, escribieron Ilan Goldfajn, Anna Ivanova y Jorge Roldos, miembros del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI.
El costo de vida cerró con un incremento de 8,3% en 2021 entre las economías más grandes de la región, la mayor alza en 15 años. La variación subyacente, que excluye los precios de los alimentos y la energía, superó a la de otros mercados emergentes, “lo que sugiere que la inflación amenaza con tener una base más amplia”, escribieron los analistas.
Pese a esto, el FMI espera que las expectativas a largo plazo se mantengan bien ancladas, aunque a corto es necesario mantener la vigilancia sobre el incremento de los precios. “Si el aumento de la inflación amenaza con desanclar las expectativas, los bancos centrales tendrán que subir más los tipos de interés para señalar un compromiso continuo con los objetivos de inflación y evitar un aumento persistente de los precios”, dijeron.
La semana pasada, el organismo dijo que espera este año un crecimiento mundial de 4,4%, 0,5 puntos porcentuales menos que en su anterior informe del World Economic Outlook.
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