El primer ministro Mario Draghi se reunió este sábado con Sergio Mattarella y le pidió que siguiera en el cargo para garantizar la estabilidad política del país, a pesar de su intención de retirarse, según personas familiarizadas con las negociaciones. Draghi habló con los líderes de los partidos expresando la esperanza de que los legisladores respalden el plan.
Mattarella recibió 387 votos en la votación del sábado, por debajo de la mayoría de 505 votos necesarios, pero mostrando un creciente apoyo entre los 1.009 políticos que votan en la elección presidencial. Se espera que una segunda votación prevista para hoy más tarde ponga fin a la semana de elecciones, con todos los partidos excepto Hermanos de Italia de Giorgia Meloni escribiendo el nombre de Mattarella en su papeleta.
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Un nuevo mandato de Mattarella sería la solución más fácil, ya que los legisladores mantendrían sus puestos hasta unas elecciones generales en 2023 y Draghi seguiría siendo el jefe del Gobierno.
Los presidentes italianos tienen un poder limitado, y su papel es principalmente ceremonial. Sin embargo, nadie llega a ser primer ministro sin su aprobación: los presidentes nombran a los jefes de gobierno y a sus ministros elegidos.
Mattarella ha dicho en repetidas ocasiones que tenía ganas de retirarse y que no quería ejercer un segundo mandato. Siete rondas de votaciones no concluyentes y las crecientes tensiones políticas a medida que avanzan las elecciones lo presionarán para que acepte otro mandato.
Aunque Draghi ha sido considerado como el favorito para el cargo, los legisladores han dudado en desestabilizar la frágil mayoría que apoya a su gobierno de unidad, temiendo que pueda aumentar el riesgo de agitación política y de elecciones anticipadas.
Los líderes de los partidos, entre ellos Matteo Salvini, de la Liga, y el ministro de Sanidad, Roberto Speranza, elogiaron el acuerdo hoy, justo después del final de la primera votación del día.
(Actualizaciones con los resultados de la primera votación del sábado).
