Moderna: es muy difícil predecir cuándo pasaremos de pandemia a endemia

César Sanz, vicepresidente de Asuntos Médicos para Europa, Medio Oriente y África del laboratorio, habló con Bloomberg Línea y ve en la fatiga pandémica un serio “problema”

Cesar Sanz Rodriguez. Vicepresidente de Asuntos Médicos para Europa, Medio Oriente y África del laboratorio Moderna.
27 de enero, 2022 | 11:23 AM

Santiago — Los científicos están intentando sacar ventaja al Covid-19 a medida que el virus sigue mutando velozmente, dejando nuevos retos. César Sanz Rodríguez, vicepresidente de Asuntos Médicos para Europa, Medio Oriente y África del laboratorio Moderna (Nasdaq:MRNA), reconoce que hasta ahora la ciencia ha estado “detrás” de la escalada del coronavirus, pero asoma un halo de esperanza: una vacuna multivalente.

Es una estrategia de la empresa estadounidense, que consiste en combinar distintas moléculas de RNA mensajero (ARNm) en la misma partícula lipídica. La compañía de biotecnología ya anunció la administración de dosis al primer participante en el estudio de fase 2 para probar su vacuna de refuerzo específica contra ómicron. “Lo que pensamos es que en un futuro, que pudiera ser el próximo invierno (europeo), pudiéramos trabajar en el desarrollo de vacunas que combinen ómicron con otras variantes, porque el objetivo es tener una cobertura lo más amplia posible que nos ofrezca protección”, explicó en entrevista con Bloomberg Línea.

Moderna, que firmó esta semana un acuerdo con Chile para suministrar 2 millones de dosis para garantizar una cuarta inyección de refuerzo, intenta perfeccionar su producto para prevenir los riesgos ante nuevas variantes. Así, apuntan a la posibilidad de generar vacunas que, incluso, puedan prevenir más de una enfermedad.

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Existe un esfuerzo de la empresa para incrementar su capacidad de producción, que en 2021 superó las 800 millones de vacunas y este año espera llevar hasta 3.000 millones de unidades al mercado mundial. “Lo que veremos, no solo por nuestra parte, sino también por otras compañías que amplían su capacidad de producción, es una mayor disponibilidad de vacunas que ayudará a hacer frente a la pandemia”, comentó.

De momento, Moderna no tiene planeado fabricar su vacuna de ARNm Covid-19 en América Latina. En abril de 2021, anunciaron inversiones adicionales para aumentar el suministro global de su fórmula contra el coronavirus y en mayo de ese año también informaron de un acuerdo con “Gavi The Vaccine Alliance”, para suministrar hasta 500 millones de dosis a su precio más bajo, en línea con los compromisos de acceso global. Este acuerdo se revisó posteriormente para proporcionar hasta 650 millones de dosis que se entregarán entre 2021 y 2022.

Esta entrevista fue editada por motivos de claridad y extensión.

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Bloomberg Línea: ¿Dónde deben enfocar sus recursos económicos los países para combatir a la Covid-19?

La vacunación claramente es un pilar, no el único, pero probablemente el más importante de cara a hacer frente a la pandemia. Hay otras medidas, como las mascarillas, que buscan frenar la diseminación. Lo importante, desde un punto de vista científico, es que cuando uno se plantea lo que conlleva desarrollar una vacuna, hay mucho detrás.

Se ha generado la sensación de que esto es demasiado fácil, en el sentido de que hace dos años enfrentábamos a una pandemia por un virus que no conocíamos, con unos efectos devastadores en la primera oleada, como pudimos ver en el sur de Europa, y un año después teníamos vacunas. Lo que no acabamos de percibir es que detrás de ese desarrollo tan acelerado hay muchos años de trabajo de fondo para poner a punto estas plataformas. Ese “expertise” científico-técnico ha permitido que tengamos vacunas, realmente responde a un esfuerzo mucho mayor, y no se debe olvidar que eso es muy difícil de transferir. Es importante que las compañías que tienen un bagaje científico, que les posibilita hacer ese tipo de desarrollo, sigan invirtiendo en vacunas y los gobiernos inviertan en recursos para el avance científico.

¿Cuáles son las medidas más efectivas para combatir la pandemia? ¿Las cuarentenas son un modelo efectivo o ha quedado obsoleto?

Es difícil opinar desde mi posición, porque realmente las medidas tienen que ser contextualizadas en la situación epidemiológica de cada país. Hay una sensación de que cada vez la situación es menos grave, pero hay que tener cuidado. El reto que nos plantea Ómicron es de volúmenes y la velocidad con que esos volúmenes de personas infectadas se generan, y lo que puede suponer para un sistema que sea incapaz de manejar tanta gente enferma a la vez.

La vacunación es un pilar fundamental que, lógicamente, debe complementarse con otras medidas que las autoridades sanitarias definirán en función con el contexto de cada país y región.

¿Qué cambió en el sistema de salud con la pandemia?

Desde mi punto de vista, como médico y científico, lo que ha sido muy importante, y espero que nos quede después del Covid, es la colaboración. Se ha generado una colaboración multifactorial, en la que han intervenido instituciones académicas, compañías farmacéuticas, organismos públicos, ministerios de salud, agencias de salud pública, entre otros. La colaboración y capacidad de dialogo, cada uno manteniendo su postura porque cada quien tiene un rol definido en el sistema, yo creo que eso ha sido lo más importante.

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Además, pareciera que hay una transformación positiva sobre el acceso a la salud.

Estoy de acuerdo. Yo creo que el problema de la salud, a veces en la mente de muchas personas se convierte como en un commodity, como otras tantas cosas, y lo que esta situación nos ha hecho reflexionar es que la salud es un sector estratégico, en el que hay que invertir y la prevención es muy importante. Las cosas no pasan por casualidad. No hemos visto vacunas desarrolladas en tan poco tiempo porque sí, sino porque había mucho trabajo de fondo y eso no tiene que desaparecer.

¿En cuánto tiempo la Covid-19 puede convertirse en una enfermedad endémica?

Es muy difícil de predecir. Si algo nos ha demostrado la Covid es que es capaz de darnos continuamente sorpresas. Hay personas que opinan que después de ómicron la pandemia entrará en una fase muy distinta, no lo sé. Tenemos que vigilar.

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De los aspectos interesantes que nos deja esta variante es que se entiende mucho mejor la importancia de la vigilancia molecular de la pandemia, porque hay mucha especulación respecto con que ómicron pueda ser un linaje nuevo que dará lugar a nuevas variantes y hay países que ya reportan porcentajes altos de una subvariante de ómicron, BA.2.

A corto plazo, ¿hay posibilidad de brotes derivados de Covid-19, más agresivos?

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Difícil de predecir porque, desde un punto de vista biológico, Ómicron representa un salto sustancial hacia adelante del virus. Al principio, se hablaba de que podría ser tan contagioso como el sarampión, pero probablemente ahora mismo Ómicron es el virus más contagioso que conocemos.

Tiene gran capacidad para escapar del sistema inmunológico y también de las vacunas. Puede ser que, efectivamente, Ómicron ya sea un nivel tan perfeccionado, desde el punto de vista biológico, que sea muy difícil de superar por el virus o puede ser que no. La única manera de contestar esa pregunta es con los sistemas de vigilancia molecular, hacer estudios para entender cómo va cambiando, y así intentar estar lo más próximo posible a esa evolución del virus en la medida que desarrollemos respuestas.

En Chile se han multiplicado los casos en pocos días, pero no las hospitalizaciones y las muertes.

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Eso hay que vigilarlo, porque hemos visto en muchos países europeos es que cuando empezó Ómicron la infección complicada asociada a la variante Delta seguía teniendo mucho peso y siendo el principal de hospitalización, sobre todo en personas no vacunadas. En cambio, ahora lo que estamos viendo es que Ómicron también está llevando a personas a los hospitales, otro perfil de paciente: adultos mayores con comorbilidades.

¿Cómo visualiza el Covid-19 en dos años?

Superaremos la pandemia, probablemente lo que pasará es que se convertirá en una endemia, y las dosis de refuerzo seguirán teniendo un papel mucho más perfilado y centrado en grupos de riesgo. Vamos a volver a la normalidad, estoy convencido, es cuestión de tiempo. Espero que se haya aprendido que debemos estar preparados, y que esa preparación no es gratuita, que requiere de inversiones y esfuerzos.

Los retos

Hay un reto, que quizá no es científico, sino más bien sociológico: la fatiga. Estamos cansados de esta situación, de vacunarse repetidamente, y eso puede convertirse en un problema bastante serio. Es importante que todos los que estamos involucrados lancemos un mensaje para asegurar a la población de que todo el esfuerzo que han estado haciendo ha merecido la pena y seguirá mereciéndolo, y que es muy importante que confíen en las autoridades sanitarias, porque es muy fácil caer en la desinformación y el escepticismo.

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