Bloomberg — La marca de ropa interior de Kim Kardashian, Skims, duplicó su valoración en nueve meses a US$3.200 millones, mientras los inversionistas destinan dinero a marcas emergentes que se espera acaparen cuota de mercado.
La ronda de financiación de US$240 millones fue liderada por el fondo de cobertura Lone Pine Capital y se le unió la firma de inversión D1 Capital Partners, dijo el CEO de Skims, Jens Grede, en una entrevista. También participaron los inversionistas actuales Imaginary Ventures, Alliance Consumer Growth y Thrive Capital. Skims fue valorada en US$1.600 millones d en abril.
“Esta última ronda nos permitirá centrarnos en aportar más innovaciones y soluciones a nuestros clientes y convertirnos aún más en un recurso de confianza para ellos”, dijo Kardashian en un correo electrónico.
Kardashian y su socio Grede conservan una participación mayoritaria en Skims tras el acuerdo. Kardashian, que promociona la marca entre su enorme número de seguidores en Internet y colabora en el diseño y el marketing, sigue siendo su mayor accionista individual. La pareja no está buscando vender el negocio en este momento, ni tienen planes inminentes de presentar una Oferta Pública Inicial (OPI) de acciones, aunque eso puede ser considerado en algún momento, dijo Grede.
Desde su debut en 2019, Skims se ha expandido desde su oferta original de trajes de baño y pantalones cortos para niños a ropa de descanso como pijamas y pantalones de chándal. Ahora vende una amplia gama de básicos que incluyen jerseys, batas para dormir y suéteres de cuello alto. Las prendas modeladoras representan ahora menos del 20% de las ventas y la ropa interior supone la mayor parte de su negocio.
Skims ganó impulso a medida que persistió la tendencia hacia la ropa cómoda en medio de la pandemia de Covid-19, y los compradores aún se inclinaban por las blusas casuales y los pantalones suaves después de que se levantaron los confinamientos y los trabajadores regresaron a las oficinas. En ropa interior femenina, a la compañía se une una gran cantidad de nuevas empresas que intentan ganarse a una nueva generación de compradores, mientras que marcas tradicionales como Victoria’s Secret batallan.
La marca de Kardashian impulsó las ventas en un 90 % a alrededor de US$275 millones el año pasado y espera llegar a US$400 millones en 2022. El acuerdo eleva la financiación total de la empresa con sede en Culver City, California, a US$402 millones. La dirección de la empresa utilizará el nuevo capital para reforzar el balance y para inyectar dinero en los planes de expansión.
“Vemos una oportunidad con Skims para crear nuestra propia categoría en el comercio minorista, al igual que creemos que Lululemon y Starbucks crearon sus propias categorías en sus respectivas áreas”, dijo Grede. “Esa es realmente la razón por la que estamos haciendo esto, para asegurarnos de que estamos mejor preparados para el futuro”.
Salir al extranjero
La familia Kardashian está ahora involucrada en varias marcas de consumo multimillonarias. Kardashian vendió una participación minoritaria en su línea de cosméticos KKW Beauty a Coty Inc. por US$200 millones el año pasado, en un acuerdo que valoró el negocio en US$1.000 millones. Su hermana Kylie Jenner también vendió una participación mayoritaria de su línea Kylie Cosmetics a Coty, y esa adquisición valoró su negocio en US$1.200 millones.
Con Skims, Kardashian tiene la vista puesta en el extranjero. Según Grede, la empresa está construyendo más infraestructura para distribuir productos fuera de los Estados Unidos. Casi todas sus ventas se realizan a través del sitio web de la marca, y gran parte del resto se vende a través de Nordstrom Inc. (JWN). Los ejecutivos también están probando los mercados internacionales a través de minoristas como Selfridges en Reino Unido, Lane Crawford en China, David Jones en Australia y Ounass en Oriente Medio.
Skims está planeando más asociaciones para generar entusiasmo y atraer compradores. Presentó una colaboración limitada con la casa de moda italiana Fendi, propiedad de LVMH, en octubre, vendiendo artículos como trajes de baño de US$395 y vestidos de cuero de US$4.200 y generando más de US$3 millones en ventas dentro de los 10 minutos posteriores al lanzamiento. La mayor parte de la demanda de esos productos provino de fuera de EE.UU., según Grede.
Los próximos Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín, que comenzarán el 4 de febrero, serán un momento vital para Skims, que busca ganar más atención en el escenario mundial. Volverá a vestir a los atletas del equipo estadounidense con ropa interior y de descanso, después de haber hecho lo mismo en los Juegos de Verano de Tokio el año pasado. Kardashian tiene una estrecha relación con los juegos: Caitlyn Jenner, que estuvo casada con su madre Kris Jenner, ganó una medalla de oro en el decatlón en 1976.
“Estamos trabajando continuamente en colaboraciones, asociaciones y eventos”, dijo Grede. “Hay más por venir”.
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Este artículo fue traducido por Estefanía Salinas Concha.
