Bogotá — La polarización política en Colombia es tal que dese hace más de 6 meses se viene hablando de elecciones presidenciales, a pesar de que las votaciones de primera vuelta solo serán hasta finales mayo.
De hecho, cuando inició la discusión en torno a quién reemplazará a Iván Duque como presidente de Colombia, solamente entraban en la conversación Gustavo Petro, el candidato de centro, el candidato de Uribe.
Cuando Rodolfo Hernández, un empresario bumangués que llegó a la política como concejal en Piedecuesta, Santander, pero que saltó a la fama en 2016 cuando llegó a la Alcaldía de Bucaramanga, en donde se hizo célebre por su vehemencia con un discurso fuerte en contra de los corruptos, pero a la vez, señalado por lo mismo.
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A nivel nacional se hizo conocido por una agresión al concejal John Claro, de la ASI, luego de que este le recordara que fue socio de Fredy Anaya, un empresario polémico hoy contralor de Santander. y que uno de sus hijos fue parte de una de las juntas directivas de las empresas de Anaya.
Su candidatura a la presidencia, anunciada en junio del 2021, sonó en un principio como un exabrupto, e hizo recordar viejos candidatos que no tuvieron ninguna posibilidad de ganar.
Su candidatura se asemejaba a la de Gabriel Antonio Goyeneche en los años 60, que propuso pavimentar el Río Magdalena o construir una marquesina que protegiera a Bogotá de las lluvias; o a la de Rodolfo Rincón Sosa en 2002, un ex torero boyacense, conocido como El Tunjo, y que a la postre solo alcanzó algo más de 6.000 votos.
El ascenso
Muy pronto el candidato que despertaba risas por el golpe al concejal, por la amenaza con “pegarle un tiro” a un cliente de su constructora con el que tuvo una controversia, o porque manifestó admiración por Adolfo Hitler a quien calificó como pensador alemán (después se retractó y dijo que fue un lapsus), comenzó a ascender en las encuestas.
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Aunque aún es uno de los candidatos más desconocidos, desde las primeras encuestas ha venido creciendo. Hoy no sólo ya hace parte de los candidatos que puntean, sino que su imagen favorable viene en ascenso, es cercana al 18%, la desfavorable se mantiene en el 11%, y la intención de voto lo ubica, hoy, como el segundo más votado, solamente superado por Gustavo Petro, líder de la izquierda colombiana.
¿Qué propone?
Su discurso se ha enfocado en “atacar a los corruptos”. Es así como propone “acabar la robadera”, y para ello quiere revisar todos los contratos en la composición de costos directos e indirectos, esta revisión incluye los sectores de infraestructura y salud. Además, dice que racionalizará la nómina del Estado, dejando solamente a quienes agreguen valor al mismo.
En materia de política de antidrogas Hernández propone la legalización de todas las drogas para “acabar con la demanda”. Propone darles a las drogas un tratamiento de problema de salud y no de seguridad.
En materia de seguridad retoma su discurso anticorrupción, pues sostiene que los problemas de orden público son consecuencia de la corrupción, por ello, atacará las estructuras dentro del Estado para eliminarlas. Con la guerrilla del ELN dice que intentará una negociación en la que se unan al acuerdo de paz firmado con las Farc.
En materia económica Hernández no se ha comprometido con uno de los aspectos que analistas, expertos y multilaterales consideran fundamental: la Reforma Tributaria. Sostiene que la “mejor reforma tributaria es sacar a todos los ladrones del Gobierno”. Sin embargo, no ha dado pistas de si planea impuestos mayores a las empresas, a los dividendos o a las emisiones de CO2.
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Carlos Andrés Arias, Gerente de Comunicación Pública y Política en Estrategia & Poder, sostiene que “veo a Rodolfo Hernández haciendo una campaña en busca del elector mayoritario en Colombia. El elector al que no le interesa la política y que quiere simplificar las soluciones, así sea a punta de demagogia en boca de un candidato gritón e indignado que se queda en el lugar común del hastío que tenemos todos por la corrupción”.
Investigaciones a Hernández
Actualmente Rodolfo Hernández está imputado por el delito de interés indebido en la celebración de contratos en calidad de determinador y se enfrenta a una condena de prisión de entre 64 y 216 meses.
Se trata de un caso conocido como Vitalogic en el que el ex alcalde de Bucaramanga no aceptó los cargos. Es un contrato para disposición de basuras por 30 años y por más de $600 mil millones del cual su hijo Luis Carlos se beneficiaria con una comisión si era entregado al oferente interesado.
Las irregularidades de dicho contrato las denunciaron exfuncionarios de la empresa de aseo de Bucaramanga, quienes habrían aportado audios con presiones del alcalde para la asignación del contrato.
El proceso aún no se ha resulto y en marzo continuará el juicio contra el candidato presidencial. Mientras tanto, sigue dando de qué hablar, presionando a sus contendores en la carrera presidencial, y al menos por ahora, colándose en una eventual segunda vuelta que disputaría con Petro.
Arias agrega que “es un candidato que tiene investigaciones por corrupción porque al parecer entregó contratación a favor de su hijo, pero eso lo enreda en un lenguaje callejero y de redes sociales que buscan el click fácil para conectar con el humor y el entretenimiento que se compra fácil en una sociedad del espectáculo”.
Una medición de MediaLab App entre los internautas que estuvieron conectados constantemente al debate que realizaron el diario El Tiempo y la revista Semana el lunes de esta semana muestra que para el 18% de los participantes de dicha medición el ganador del debate fue el ingeniero Hernández.
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Así mismo, la más reciente encuesta de Guarumo pone al candidato como como el preferido dentro del grupo “otros” en donde está también el pastor cristiano John Milton Rodríguez y Luis Pérez Gutiérrez.
Así mismo, la corrupción, caballito de batalla de Hernández, figura en el primer puesto del tema que los electores, según Guarumo, consideran más importantes para la discusión de la elección.
Hernández ha dicho desde el inicio que a la primera vuelta llegará solo, aunque ya se habla de coqueteos que le llegan desde el uribismo, cuyo candidato Óscar Iván Zuluaga aún no es relevante en las encuestas.
El exalcalde de Bucaramanga aún tiene caminos espinosos por andar, pues solo hasta después del 13 de marzo habrá certeza de quiénes serán los contrincantes de la primera vuelta y las encuestas posteriores dirán qué tan sostenible es su escalada en las encuestas.
