Bloomberg — La inflación anual de Brasil se desaceleró menos de lo esperado a principios de enero, lo que subraya las persistentes presiones sobre los precios que enfrenta el banco central mientras se prepara para subir su tasa de interés la próxima semana.
Los precios subieron un 10,20% respecto a un año, por encima de la mediana de estimaciones de 10,05% en una encuesta de Bloomberg. En la comparación intermensual, se elevaron un 0,58%, informó el miércoles la agencia nacional de estadísticas.
El banco central, liderado por Roberto Campos Neto, ha desplegado algunas de las políticas monetarias más agresivas del mundo a raíz de la pandemia, elevando la tasa en 725 puntos básicos desde marzo. No obstante, los mayores costos de endeudamiento hasta ahora no han logrado atenuar la fuerte inflación, aun cuando la economía lucha contra la recesión.
Los precios se han visto impulsados por problemas en las cadenas de suministro globales, condiciones climáticas extremas y una mayor demanda de productos básicos como la soja y el mineral de hierro. La inflación anual alcanzó el 10,74% en noviembre, su ritmo más rápido desde 2003, que según los economistas probablemente fue su punto máximo.
Los responsables de política monetaria siguen llevando a cabo más alzas de tasa de interés para acercar el aumento de los precios al consumidor a su objetivo de 3,5% para este año y 3,25% para 2023. El mes pasado, el banco central elevó la tasa Selic a 9,25% e indicó que una tercera alza consecutiva de 150 puntos básicos estaba prevista a principios de febrero.
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