La Reserva Federal de los Estados Unidos dijo que comenzará a subir las tasas de interés “pronto” y a reducir sus tenencias de bonos luego de que este proceso haya comenzado, moviéndose para terminar la era de estímulos pandémicos y luchar contra la inflación más alta en una generación.
Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, puntualizó en conferencia de prensa que “el Comité tiene la intención de elevar la tasa de fondos de la Fed en la reunión de marzo, si se dan las condiciones para hacerlo”, pero -agregó- que los funcionarios no han tomado ninguna decisión sobre la trayectoria de la política.
“El panorama sigue siendo incierto, haciendo que las políticas requieran de humildad y de reconocer que la economía va evolucionando de formas inesperadas y tenemos que tener mucho cuidado para responder a los resultados”, sostuvo Powell. “No es posible predecir el camino que van a tomar estas tasas y en este momento no hemos tomado decisiones, vamos a guiarnos por los datos y el panorama que va evolucionando”
Con la inflación bien por encima del 2% y un mercado laboral sólido, el comité espera que pronto sea apropiado elevar el rango para la tasa de fondos federales, dijo el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) de la Fed en una declaración el miércoles, luego de una reunión de dos días.
“Creo que hay bastante margen para subir los tipos sin perjudicar el empleo”, afirmó Powell.
El cambio, que se da en un marco donde la volatilidad predomina en los mercados bursátiles, llega para combatir lecturas de inflación que han sorprendido en repetidas ocasiones y llegado a 7%, la lectura más alta desde la década de 1980.
También ocurre en medio de un mercado laboral ajustado que ha contribuido a reducir la tasa de desempleo más rápido de lo esperado hasta casi llegar a niveles previos a la pandemia de Covid-19.
Tras el anuncio de la Fed, Powell señaló que las políticas del banco central estadounidense “se están adaptando a este nuevo entorno político y económico” frente a la inflación y al “fuerte mercado laboral”.
Con respecto a la variante de ómicron, el funcionario comentó que “si esta ola pasa rápidamente, los efectos económicos también lo harán y por lo tanto veremos una fortaleza nuevamente”. Aunque siguen existiendo riesgos para las perspectivas económicas.
Además, apuntó que la oferta y la demanda y la reapertura de la pandemia han seguido contribuyendo para los altos niveles de inflación. “En particular, hay cuellos de botella que están limitando la forma en la que se responde a la alta demanda en un corto plazo, problemas que han durado más de lo anticipado”.
El rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años subía tras el anuncio, mientras que la curva se empinó. En los mercados de futuros, los operadores mantuvieron bastante estable el grado de subida que prevén para este año, con unos 25 puntos básicos previstos en la reunión del FOMC de marzo y un total de 100 puntos básicos para finales de 2022.
Una subida de tasas sería la primera del banco central desde 2018, y muchos analistas pronostican un alza de un cuarto de punto en marzo, a la que seguirían otras tres este año y movimientos adicionales más adelante. Los críticos dicen que la Fed ha sido demasiado lenta para actuar y ahora está detrás de la curva para abordar la inflación, aunque los indicadores clave del mercado no respaldan esa opinión. Incluso algunos funcionarios de la Fed han discutido públicamente si deberían subir las tasas más de lo previsto este año.
“Nos haremos esta pregunta todo el año: ¿Están saliendo las cosas como esperamos?”, agregó.
El FOMC eliminó la anterior línea de apertura de su declaración, que decía que el banco central estaba “comprometido a utilizar toda su gama de herramientas para apoyar a la economía de Estados Unidos en este momento difícil”.
La votación de mantener las tasas fue unánime. El presidente de la Fed de Filadelfia, Patrick Harker, votó como suplente de la Fed de Boston, que actualmente no tiene presidente, mientras que tres vacantes en la Junta de Gobernadores redujeron el número de votantes en esta reunión a nueve.
Los funcionarios mantuvieron el rango objetivo de la tasa de interés de referencia sin cambios en el rango de cero a 0,25%, tal como se esperaba.
También dijeron que concluirán las compras de activos en el plazo previsto, lo que las deja en camino de terminar a “principios de marzo”.
“Las compras de activos fueron realmente importantes al inicio de la recuperación para restaurar las funciones del mercado en esta etapa de la crisis global, y ahora la economía ya no requiere de estas políticas tan flexibles y es momento de detenerlas y, cuando el momento sea apropiado, empezar a reducir el balance, el cual es sustancialmente más grande lo que esperábamos”, argumentó el funcionario.
El balance de la Fed asciende a casi US$8,9 billones, más del doble de su tamaño antes de que los funcionarios iniciaran las compras masivas de activos al comienzo de la pandemia para calmar el pánico del mercado.
A pesar de las críticas que dicen que ha actuado con lentitud, la Reserva Federal está actuando mucho más rápido de lo que esperaba debido a que la inflación no se ha desvanecido como se preveía en medio de una demanda robusta, cadenas de suministro atascadas y mercados laborales cada vez más ajustados. En septiembre, los funcionarios del banco central estaban divididos en cuanto a la conveniencia de subir las tasas en 2022.
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