Bloomberg — Nvidia Corp. (NVDA) se está preparando silenciosamente para cancelar su compra del diseñador de chips Arm Ltd. a SoftBank Group Corp. (9984) después de hacer poco o ningún progreso en la obtención de la aprobación para el acuerdo por US$40.000 millones, según personas familiarizadas con el asunto.
Nvidia ha dicho a sus socios que no espera que la transacción se cierre, según una persona que pidió no ser identificada porque las discusiones son privadas. SoftBank, por su parte, está intensificando los preparativos para una oferta pública inicial de Arm como alternativa a la adquisición de Nvidia, dijo otra persona.
La compra (que se convirtió en la mayor operación de semiconductores de la historia cuando se anunció en septiembre de 2020) ha provocado una fuerte reacción de los reguladores y de la industria de los chips, incluidos los propios clientes de Arm. La Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos presentó una demanda para detener la transacción en diciembre, argumentando que Nvidia se volvería demasiado poderosa si obtuviera el control de los diseños de chips de Arm.
La adquisición también se enfrenta a la resistencia en China, donde las autoridades se inclinan por bloquear la compra en caso de obtener la aprobación en otros lugares, según una persona. Pero no esperan que llegue tan lejos.
Tanto Nvidia como la dirección de Arm todavía están defendiendo su caso ante los reguladores, según las personas, y no se ha tomado alguna decisión final. Y a pesar de todo, las empresas han mantenido públicamente su compromiso con la compra.
“Seguimos manteniendo las opiniones expresadas en detalle en nuestros últimos archivos regulatorios: que esta transacción proporciona una oportunidad para acelerar Arm e impulsar la competencia y la innovación”, dijo el portavoz de Nvidia, Bob Sherbin.
“Seguimos teniendo la esperanza de que la transacción sea aprobada”, dijo un portavoz de SoftBank en un comunicado enviado por correo electrónico.
Las acciones de Nvidia cayeron hasta un 5,6% a US$220,70 en Nueva York el martes. Las acciones de SoftBank en EE.UU. retrocedieron un 4,9%.
Si Nvidia logra cerrar el trato, sería un gran golpe para el CEO Jensen Huang, quien ha convertido un negocio de tarjetas gráficas en un imperio de fabricación de chips. Ya está sentado en la cima de la empresa estadounidense más valiosa en la industria de los semiconductores, con una capitalización de mercado de más de medio billón de dólares.
Pero será una lucha ardua. Qualcomm Inc. (QCOM) retiró su compra de NXP Semiconductors NV (NXPI) por US$44.000 millones en 2018 tras casi dos años de obstáculos regulatorios.
La venta de Arm está bajo un intenso escrutinio porque sus diseños de chips se utilizan en todo, desde teléfonos hasta automóviles y equipos de fábrica, lo que hace que la neutralidad sea la base de su modelo comercial. Las empresas tecnológicas más grandes del mundo confían en la tecnología Arm y temen perder el acceso sin restricciones con Nvidia.
Los gigantes tecnológicos se alinearon contra la adquisición. Un grupo que incluye a Qualcomm, Microsoft Corp. (MSFT), Intel Corp. (INTC) y Amazon.com Inc. (AMZN) ha proporcionado a los reguladores de todo el mundo lo que consideran suficiente munición para acabar con el acuerdo, según personas familiarizadas con el proceso. Además de necesitar la aprobación de EE.UU. y China, la compra de Arm necesita el visto bueno de la Unión Europea y Reino Unido, que están estudiando el acuerdo con detenimiento.
La terrible experiencia ha creado divisiones dentro de Nvidia. Algunas personas en la empresa están resignadas a la derrota de la adquisición, pero otras piensan que la gerencia podría usar el juicio de la FTC para demostrar los méritos de la transacción.
Al final, sin embargo, Nvidia probablemente estará bien sin Arm, dijo Stacy Rasgon, analista de Sanford C. Bernstein.
“Si bien poseer el activo podría haber sido maravilloso, tampoco creemos que tuvieran que tenerlo”, dijo en una nota de investigación. El acuerdo podría haber ayudado a Nvidia a impulsar los chips para centros de datos, pero la compañía “presumiblemente puede y continuará” con sus esfuerzos independientes, dijo Rasgon.
Dentro de SoftBank, hay facciones que quieren dejar que el proceso se desarrolle, sobre todo porque el aumento del precio de las acciones de Nvidia ha hecho que la transacción sea más valiosa. Incluso después de una reciente caída, las acciones de Nvidia casi han duplicado su valor desde que se anunció el acuerdo con Arm. Eso ha añadido decenas de miles de millones de dólares al precio inicial de US$40.000 millones.
Otros miembros de SoftBank preferirían que Arm saliera a bolsa antes, mientras el sector de los chips siga siendo atractivo para los inversionistas. Ya está creciendo la preocupación por una desaceleración.
El acuerdo inicial entre Nvidia y SoftBank expira el 13 de septiembre, dos años después de que se forjara, pero podría renovarse si se llega a un convenio. Nvidia dijo al principio que el cierre de la transacción llevaría “aproximadamente 18 meses”. Ese plazo sugeriría la finalización en torno a marzo de este año, algo que ya no es probable.
Sólo la demanda de la FTC podría llevar meses. Y la Comisión Europea y el organismo antimonopolio del Reino Unido tendrán que intervenir.
SoftBank y Arm tienen derecho a quedarse con los US$2.000 millones que Nvidia pagó en el momento de la firma, incluida una comisión de ruptura de US$1.250 millones, tanto si el acuerdo se lleva a cabo como si no se concreta.
Nvidia también tiene que obtener la aprobación de las autoridades chinas en un momento en el que las tensiones comerciales son elevadas. EE.UU. ha tratado de impedir que la industria china de semiconductores tenga acceso a la tecnología más avanzada. Muchos de los incipientes fabricantes de chips del país son clientes de Arm, lo que da a Pekín un incentivo adicional para no dejar que la tecnología pase a manos de EE.UU.
Al argumentar en contra del acuerdo, compañías como Qualcomm (QCOM), Intel y Google (GOOGL) han dicho que Nvidia no puede preservar la independencia de Arm porque es un cliente de Arm. Nvidia, el mayor fabricante de chips gráficos, compite con Intel en procesadores para servidores y se está expandiendo a nuevas áreas que lo pondrían en competencia directa con muchos otros licenciatarios de Arm.
Nvidia también suministra chips a empresas como AWS de Amazon y Azure de Microsoft, proporcionando tecnología que maneja el procesamiento de inteligencia artificial en los centros de datos. Esas empresas también están desarrollando sus propios chips, convirtiendo a Nvidia tanto en un proveedor como en un rival potencial.
Con la asistencia de Dina Bass, David McLaughlin, Ruth David y Dinesh Nair.
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Este artículo fue traducido por Estefanía Salinas Concha.