Bloomberg — Hace solo unos meses, parecía que todos estaban adoptando las criptomonedas: los bancos de Wall Street estaban construyendo un ejército de expertos y los multimillonarios finalmente estaban participando. El estado de ánimo en el mercado era FOMO (Fear of Missing Out o Miedo a quedarse fuera en español).
Ahora, el cripto está en caída libre, con el precio del bitcoin (XBT) en un mínimo de seis meses, por debajo de la marca de US$34,000, un colapso del 50% desde su máximo histórico en noviembre. A los tokens como ether y solana les está yendo peor, y el estado de ánimo se ha vuelto de pesadilla para algunos inversores minoristas que compraron en el repunte.
Ankit Mehta, un hombre de 35 años en Carolina del Norte que trabaja para una compañía de atención médica, siempre se había resistido a las súplicas de sus amigos para comprar tokens digitales, antes de que finalmente lo desgastaran a principios de noviembre. Él decidió poner alrededor de US$1,000 en cada uno en bitcoin, ether (XET) y dogecoin.
“Solo ha ido cuesta abajo desde donde entré”, dijo. “No ha sido una gran experiencia. Me hace sentir como si fuera un poco ingenuo”.
En este momento, ha perdido aproximadamente la mitad del dinero que invirtió inicialmente. Aún así, está resistiendo y planea mantenerse en caso de que el mercado criptográfico se recupere.
Aunque Mehta se consuela con el hecho de que puede decirles a sus amigos que sus preocupaciones eran válidas, “preferiría que subiera a que mi argumento ganara”, dijo.
El entusiasmo previo se está convirtiendo en malestar: el número de direcciones activas, una medida de la actividad comercial, ha caído a aproximadamente 760,000 desde casi 1.2 millones el 9 de noviembre, el día antes de que el bitcoin alcanzara su punto máximo, según los datos de CoinMetrics compilados por Messari.
Hay muchas razones para la caída, incluidas las señales de la Reserva Federal de que podría elevar las tasas de interés más rápido de lo previsto, atenuando uno de los casos alcistas centrales para los criptoactivos. Los activos de riesgo como las acciones de tecnología especulativa también están siendo golpeados, y el S&P 500 está a punto de entrar en una corrección, lo que lleva a algunos a sacar dinero de sus apuestas más peligrosas.
Jesse Sánchez es uno de los que sale. El jugador de 39 años en Houston tenía alrededor de US$150 en ether como parte de sus ganancias de una liga de fútbol fantasía el verano pasado.
Cuando invirtió el dinero por primera vez en agosto, el activo digital se cotizaba alrededor de US$3.400. Ahora se ha reducido a menos de US$2.400 y la inversión de Sánchez vale US$60. Al ver cómo los precios caían esta semana, decidió sacar lo que quedaba.
“Apesta”, dijo. “Es como si dijeran que es el futuro y luego se rompe. Yo estaba como, ‘esto no es genial’”.
Otros inversores esperan atravesar la tormenta. Alex Reichmann, un músico de 31 años en Nueva York, se unió al frenesí de compras cuando el mercado alcanzó su punto máximo en el otoño de 2021, asignando hasta el 40% de sus ingresos a su cartera de criptomonedas, que incluía bitcoin, ether, ALGO y Cosmos, y valía alrededor de US$14.000 a principios de noviembre. Pero desde el reciente colapso, ha retrocedido a US$9.000.
Si bien Reichmann vendió más de la mitad de sus activos digitales cuando el mercado criptográfico comenzó a hundirse la semana pasada, dice que todavía está en él a largo plazo. “Mi perspectiva a largo plazo sigue siendo la misma en bitcoin y ethereum”, dijo. “Es probable que alcance nuevos máximos, incluso si son ocho meses o un año a partir de ahora”.
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