Bloomberg — El controvertido proyecto de tren de US$10.000 millones de México que unirá cinco estados del sur estará listo a fines del próximo año, después de que el Gobierno realizara una serie de ajustes al plan original con intención de acelerarlo a tiempo para su inauguración, dijo este martes el presidente, Andrés Manuel López Obrador.
Desde su lanzamiento a fines de 2018, el Tren Maya, uno de los proyectos de infraestructura estrella de López Obrador destinado a revitalizar el empobrecido sur de México, ha enfrentado desafíos logísticos, legales y de construcción. El presidente optó ahora por reducir un poco sus ambiciones a favor de garantizar que comenzará a operar en diciembre de 2023.
“Vamos a inaugurar el Tren Maya a pesar de los pesares, aunque nos pongan obstáculos, además somos especialistas en brincar obstáculos”, dijo AMLO, como se conoce al presidente, a periodistas en su rueda de prensa diaria.
Las recientes modificaciones a la línea férrea de aproximadamente 1.500 kilómetros incluyen saltarse los centros de las principales ciudades como Mérida y Campeche, y construir secciones a nivel del suelo que originalmente estaban planeadas para ser elevadas, de acuerdo con el Fondo Nacional de Fomento al Turismo, FONATUR.
Se estima que el proyecto tenga un costo de 200.000 millones de pesos (alrededor de US$10.000 millones), informó el diario El Financiero en octubre, e incluye la participación de empresas como Bombardier Inc., Alstom S.A. y Grupo Carso S.A.B. del multimillonario Carlos Slim.
“Ahora, lo que necesitamos es más acción. Ya tenemos un acuerdo con las empresas, un acuerdo de terminación y van a cumplir en tiempo una especie de llave en mano. Es decir: termina la obra y te pagamos”, dijo AMLO el martes.
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