Bogotá — Latinoamérica está dejando de ganar varios millones de dólares por una mala gestión de los residuos electrónicos, debido al descarte de materias primas secundarias aprovechables, según un informe divulgado por el Instituto de las Naciones Unidas para la Formación Profesional y la Investigación (Unitar).
Unitar indica que los residuos electrónicos generados en 2019 contenían 7.000 kilogramos de oro, 310 kilos de metales de tierras raras, 519 millones de kilogramos de hierro, 54 millones de kilos de cobre y 91 millones de kilogramos de aluminio, según el informe.
Esto representa un valor total de aproximadamente US$1.700 millones de materias primas secundarias, pero el problema es que “más del 97% de los residuos electrónicos de la región no se recolectan ni se envían a instalaciones específicas para someterlos a una adecuada gestión ambientalmente racional”.
Ver más: La ecoansiedad impulsó el ambientalismo y las decisiones de compra en 2021
“La mayoría de los residuos electrónicos acaban en los vertederos, y el sector informal recoge algunas partes valiosas que contienen”, indica el informe, que tiene en cuenta los datos de países como Argentina, Bolivia, Chile, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Perú, Uruguay y Venezuela.
Pero así como tienen un valor desaprovechado, las sustancias peligrosas presentes en los residuos electrónicos también se gestionan mal en la región.
Entre estos se incluyen al menos 2.200 kilogramos de mercurio, 600 kilogramos de cadmio, 4,4 millones de kilogramos de plomo, 4 millones de kilos de retardantes de llama bromados y 5,6 megatoneladas de equivalentes de gases de efecto invernadero (debidos a los refrigerantes).
“Y es probable que no se traten, generando diversos riesgos para la estabilidad de un medioambiente saludable”, se advierte.
Se estima que trece países de Latinoamérica generaron más de 1,3 millones de megatoneladas de desechos electrónicos únicamente en el 2019, siendo Argentina, Perú y Chile lo mayores contribuyentes.
El informe da cuenta de que la generación de desechos electrónicos en la región aumentó un 49 % entre 2010 y de 2019, período en el que se pasó de 4,7 kilogramos por habitante a 6,7.
Además, desde el 2010 “la generación de desechos electrónicos plásticos que contienen contaminantes orgánicos persistentes ha aumentado 63% a 0,38 megatoneladas en el 2019″, indica.
Según el reporte, la mayor cantidad de residuos electrónicos generados por habitante se registró en Costa Rica (13,2 kg/hab.) y la menor en Nicaragua (2,5 kg/hab.).
Ver más: Precio de energía en Colombia registra un “comportamiento inusual” en bolsa
Agrega que “los aparatos pequeños (Cat. V), los aparatos de intercambio de temperatura (Cat. I) y los aparatos grandes (Cat. IV) presentan el mayor porcentaje de generación de residuos electrónicos, representando el 75% del total en la región”.
Unitar explica que “una financiación y una supervisión adecuadas de los sistemas y la cooperación de todas las partes interesadas son esenciales a fin de garantizar el mantenimiento de las políticas establecidas para la gestión de los residuos electrónicos”.
Por lo anterior insta a prevenir más, estar más sensibilizados, recoger más, contaminar menos, pagar adecuadamente, trabajar de forma más segura y formar más.