La informalidad acecha: 66% de ecuatorianos trabaja en precariedad

Las cifras laborales del país aún están lejos de llegar, al menos, a los niveles pre-pandemia. El subempleo y la brecha de género son dos problemas severos

En el Ecuador 50,6% de trabajadores pertenecen al sector informal.
25 de enero, 2022 | 05:39 AM

QUITO — Los índices laborales del país aún no vuelven a los niveles pre-pandemia. Aunque entre 2019 y 2021 la Población Económicamente Activa (PEA) del Ecuador se engrosó en 503.907 personas, el empleo adecuado cayó en 226.387. Es decir, el número de personas dispuestas a trabajar creció 6,22% en dos años mientras que las plazas laborales formales disminuyeron en 7,19% en el mismo periodo.

En porcentajes, el empleo adecuado pasó de 38,8% en 2019 a 33,9% en 2021. Esto quiere decir que 66 de cada 100 ecuatorianos que trabajan lo hacen en condiciones precarias, ganando menos del salario básico y sin los beneficios de ley. Así consta en el reciente reporte del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC).

En Ecuador, 50,6% del mercado laboral es informal.

Si bien el Gobierno del presidente Guillermo Lasso ha destacado que en el último año el mercado laboral se ha recuperado, los esfuerzos aún son insuficientes para al menos retornar al escenario pre-pandemia. El deterioro de la economía en 2020, con un decrecimiento de 7,8% en el PIB, dejó una huella complicada de sanear.

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EL SUBEMPLEO CRECE SOSTENIDAMENTE

Aunque las cifras de desempleo son alentadoras, pues muestran una tendencia decreciente (de 4,9% a 4,1% en el último año), todavía no regresan a los niveles pre-pandemia (3,8% en diciembre 2019). Pero, además, mientras el pleno empleo no se recupere, difícilmente se puede hablar de una mejora real del mercado laboral.

Esto debido a que si bien existen menos desempleados, quien los está absorbiendo es el subempleo y el mercado informal. En la categoría de subempleo están las personas que perciben ingresos inferiores al salario mínimo y/o trabajan menos de la jornada legal. Otras categorías similares son el “otro empleo no pleno” y el “empleo no remunerado”. De estas, dos categorías han aumentado entre 2019 y 2021 en lugar de disminuir.

Al subempleo, por ejemplo, se sumaron 535.105 personas en dos años y al empleo no remunerado 41.438. Actualmente, el subempleo se ubica en 23% y el empleo no remunerado en 10,8%. En la siguiente tabla se observan los cambios de los últimos tres años.

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201920202021
Subempleo1′4409831′847.6311′976.088
Otro empleo no pleno2′268.0772′282.6162′381.839
Empleo no remunerado884.6171′028.848926.055
Desempleo311.134396.504356.725

LA INFORMALIDAD NO CEDE

Lo anterior va de mano de la informalidad. De acuerdo con las cifras oficiales, a diciembre de 2021, 71,8% de los subempleados trabajan en el sector informal y del total de trabajadores 50,6% lo hace, es decir, laboran en empresas que no tienen Registro Único de Contribuyentes y, por lo tanto, no están reconocidas. Este incremento es importante, pues en diciembre de 2019 la informalidad se ubicaba en 46,7%, pasó a 51,6% en 2020 por el golpe de la pandemia y se redujo en apenas un punto porcentual a diciembre de 2021.

LA PEOR PARTE PARA LA MUJER

La mayoría de empleados con trabajo adecuado son hombres (65,8%), mientras que apenas 34,2% de mujeres trabajadoras está en esta categoría. Asimismo, el desempleo recae más sobre las mujeres, pues 51,1% de desocupados son de género femenino versus el 48,9% de hombres.

Pero, además, en diciembre 2021, las mujeres en el Ecuador presentaron una tasa de empleo no remunerado aproximadamente 2,8 veces más alta que los hombres, de 17% frente al 6%. A esto se suma que el ingreso laboral promedio de un hombre con empleo fue de US$ 455,6, mientras que para una mujer llegó a US$ 368,5, una diferencia de US$ 87, que es mayor a la registrada en 2020 (US$ 66) y a la de 2019 (US$ 74,9).

La brecha también se evidencia en las horas de trabajo promedio semanales, que para las mujeres fueron 31 mientras que para los hombres de 38.

Como lo explica la Corporación de Estudios para el Desarrollo (Cordes) en su análisis sobre el tema, “las últimas cifras muestran una mejora frente a los peores meses de la pandemia, pero un escenario aún mucho más complejo que el que se tenía hasta 2019″.