Bloomberg — Los nombramientos del gabinete y las promesas recientes sugieren que el Gobierno del presidente electo Gabriel Boric favorecerá una política fiscal prudente, pero persisten retos a futuro, según un reporte de Fitch Ratings.
Equilibrar los compromisos de gasto social con la consolidación fiscal que estabilizaría la creciente carga de la deuda pública será un desafío para la nueva administración, según los analistas Mark Brown y Richard Francis.
La elección de Mario Marcel como Ministro de Hacienda debería ayudar a respaldar la credibilidad de las políticas, señaló el informe.
El presidente Boric tiene la intención de financiar las promesas de gasto social en atención médica, pensiones y otras áreas a través de aumentos de impuestos, sin embargo, lograr un consenso sobre mayores cargas tan grandes en un Congreso dividido podría ser un desafío.
La calificación ‘A-’ de Chile y la perspectiva estable están respaldadas por un marco de política creíble centrado en un régimen de metas de inflación, tipo de cambio flexible y un balance soberano relativamente sólido, con deuda pública sobre PIB muy por debajo de sus pares calificadores.
El escenario base de Fitch asume un mayor ajuste fiscal en 2023, pero será insuficiente para estabilizar la relación deuda sobre PIB.
Abordar los desafíos fiscales posteriores a la pandemia también requerirá gestionar las relaciones con un Congreso dividido y también es probable que el proceso de la nueva Constitución aumente la presión sobre las cuentas fiscales.
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