Bloomberg — Los fabricantes de vacunas están demostrando que la compra venta de acciones de empresas del sector ha terminado.
Moderna Inc. (MRNA) y BioNTech SE (BNTX), dos de los principales proveedores de las inoculaciones Covid-19 que se dispararon en medio de la pandemia, cayeron más del 40% cada una desde principios de enero, lo que las deja a punto de sufrir la mayor caída mensual de su historia. Novavax Inc. (NVAX) cayó hasta un 22% sólo el lunes y ha perdido más del 70% desde principios de septiembre. CureVac NV (CVACN) también ha caído.
La caída se ha visto impulsada por un marcado cambio hacia los valores y un alejamiento de las empresas de vacunas y biotecnología que antes estaban de moda, en particular entre los inversionistas particulares que buscan refugio frente a la baja del mercado bursátil.
Los operadores del día “han vendido sus nombres biotecnológicos y vacunas favoritos”, dijo Giacomo Pierantoni, un analista de datos de Vanda Securities que sigue las tendencias de las operaciones minoristas.
Las ganancias de la época de la pandemia para los fabricantes de vacunas se han quedado en el camino mientras los inversionistas minoristas huyen y el mercado de valores más amplio entra en territorio de corrección. Las empresas se han visto especialmente afectadas por los primeros estudios contradictorios sobre el impacto de las vacunas de refuerzo en la variante ómicron, un mandato federal de vacunación bloqueado en EE.UU. y la rotación del mercado hacia refugios seguros en medio de las expectativas generalizadas de que la Reserva Federal está preparada para empezar a subir las tasas de interés.
Geoff Meacham, analista de Bank of America Corp, dijo que los seguidores de Moderna, que ayudaron a apodarla la “Tesla de la biotecnología”, cometieron un error de cálculo crítico en el proceso de aprobación de medicamentos y esperaban que pudiera acelerar sus otras candidatas en fase de desarrollo tan rápido como lo hizo durante la autorización de emergencia de su vacuna contra el Covid-19.
“Hubo un malentendido”, dijo en una entrevista. “El desarrollo de fármacos no es fácil”.
Pero con la retirada de muchos inversionistas generales de Moderna, las valoraciones han vuelto ahora a un nivel más fundamental, lo que refleja una mejor relación riesgo-recompensa en su cartera de posibles tratamientos fuera del Covid-19, dijo Meacham. En consecuencia, el viernes elevó su recomendación a “neutral” desde la categoría de “desempeño inferior a promedio”.
También fijó su precio objetivo en US$180, desde un rango de cotización de alrededor de US$144 el lunes, aunque muy por debajo del precio objetivo promedio de US$272.
Los fabricantes de vacunas de segunda fila, como CureVac (cuya cotización se ha reducido a la mitad este año) o Novavax, se encuentran en una posición más precaria que sus rivales más grandes. Mientras que Moderna y BioNTech han visto aumentar sus arcas gracias a las ventas de vacunas, las empresas más pequeñas están en “una desventaja mucho mayor, ya que no tienen tanto dinero de sobra”, dijo Meacham.
Le puede interesar:
BioNTech, Moderna, J&J exploran vacunas específicas para variante ómicron
Pandemia podría convertirse en endemia en 2022: Cofundador de Moderna
