Bogotá — La cadena de descuento duro colombiana Justo & Bueno se despidió de su socio principal, la firma panameña Grupo Reve, pero le dejó la puerta abierta si consigue capital para inyectar en la compañía luego de ser adquirida por nuevos inversionistas que vienen dando oxígeno a la operación, dijo en una entrevista con Bloomberg Línea el CEO de la empresa, Michel Olmi.
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Desde la solicitud de entrada al proceso de reorganización hasta la caída de un inversionista clave a último minuto, Justo & Bueno ha afrontado diversas situaciones para mantenerse a flote en el mercado colombiano, en donde las llamadas cadenas de descuento duro participaban con el 32 % de las ventas del canal moderno en el 2020.
Ahora, Justo & Bueno da un giro en su estrategia de la mano de Michel Olmi, un empresario chileno y que creció en Venezuela que también estuvo detrás del surgimiento de Tiendas D1 en el 2009 en Medellín, así como de las cadenas de restaurantes Deliz y de cafeterías Tostao.
Durante el proceso, las informaciones se han manejado con mucha reserva e incluso la salida del anterior director ejecutivo no fue comunicada a los medios, por lo que hasta ahora Olmi confirma que tiene “el honor de estar liderando la compañía desde finales de octubre”.
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“Estos nuevos inversores han solicitado confidencialidad; sin embargo, lo que sí le puedo decir es que creen en Justo y Bueno, en su gente y en lo que se puede lograr trabajando de la mano de los aliados. Creen en Colombia y en su gente. Le apostaron a la democratización del consumo con nosotros”, manifestó en la entrevista.
Dentro de la estrategia de la empresa se considera esencial reactivar las ventas, y en ese sentido, Michel Olmi destaca que ya van por encima de un tercio del despacho de los pedidos que han hecho.
Gracias a ese capital pagamos la nómina de diciembre que incluía la prima y a partir de la aprobación al proceso de reorganización obtendremos recursos para pagar los gastos administrativos como lo exige la 1116.
El CEO de Justo & Bueno contó que en noviembre pasado se conformó una estructura fiduciaria o patrimonio autónomo a través del cual se aisló el riesgo para los nuevos despachos de productos con el propósito de asegurar el pago de las obligaciones contraídas con los proveedores que les están despachando.
Agregó que con varios de estos proveedores y otros nuevos que están entrando están reactivando los despachos de productos para abastecer las tiendas, mientras que los nuevos socios le están inyectando recursos a Justo y Bueno para pagar los gastos operativos.
“La mayoría de nuestros proveedores nacieron y han crecido con nosotros, por eso es muy importante destacar que han sido claves en el proceso de salvamento. Quieren retribuirle a Justo y Bueno lo que ha generado para ellos en estos seis años que llevamos operando. Con la admisión al proceso de reorganización empresarial bajo la Ley 1116, estableceremos acuerdos de pago con los acreedores”, afirmó.
En diciembre pasado, medios locales informaron que más de 1.300 propietarios de los locales comerciales que ocupa la cadena de descuento se quejaron porque presuntamente les adeudan $120.000 millones en todo el país.
Incluso, en redes sociales se divulgó un video de uno de estos en los que muestra la situación en una bodega de la marca ubicada en sur de Bogotá para exponer que supuestamente esta se encontraba “desocupada”, pero “insisten en tener abierto con estanterías desocupadas”.
En su momento, Justo & Bueno indicó que “es muy preocupante la situación de los propietarios de los locales de sus tiendas y es consciente sobre las dificultades que se están viviendo. Su gran prioridad siempre ha sido y es trabajar por su recuperación y así poder encontrar una solución responsable para todos”.
Cuestionado sobre la forma en la que puede cambiar la relación de Justo & Bueno con sus proveedores y si algunos de estos tendrán alguna participación accionaria en el nuevo esquema, mencionó que “los términos en que podrían acceder a acciones de la compañía se definirá en el acuerdo de reorganización que voten ellos, precisamente”.
Insistió en que buscarán seguir fortaleciendo lo que saben que funciona y les permitió atravesar una situación tan compleja como una pandemia y un paro nacional sin precedentes.
“Con el nuevo aire que nos llega tenemos la caja que nos hacía falta para seguir haciendo lo que nos apasiona”, dijo el empresario.
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Deja las apuertas abiertas a Reve
Sobre la salida del socio principal, el ejecutivo mencionó que “Reve tiene las puertas abiertas para seguir aportando y participando en la empresa si consiguen capital y lo invierten en la empresa. Por eso hay que reconocer el aporte que hicieron ese grupo de socios”.
“El Grupo Reve invirtió más de US$300 millones en Colombia, creyendo y aportando al país. Gracias a esa inversión Justo & Bueno había creado un ecosistema de proveedores, tiendas, centros de distribución y empleados”, afirmó.
Michel Olmi se sinceró al afirmar que estos son tiempos retadores que les “han llevado a buscar diferentes formas de hacer las cosas para responder mejor a los desafíos que hoy se enfrentan como compañía”.
“No hemos parado un solo momento para encontrar salidas y responderles a nuestros aliados. Para nosotros es prioritario pagar nuestras deudas y poder reactivarnos de manera firme. La clave es trabajar como equipo, la opinión y el trabajo de cada uno es importante”, afirmó.
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El laberinto de Justo & Bueno
Justo & Bueno de a poco va encontrando la salida a un laberinto al que entró por el impacto de la pandemia, las medidas restrictivas de circulación y las graves alteraciones del orden público durante el paro del primer semestre de 2021.
Cuando estaba a punto de salir, a finales de octubre el fondo extranjero VR Global, que iba a inyectar al menos US$75 millones en la cadena colombiana de descuento duro, retiró la propuesta de financiación de Justo & Bueno.
Fundada en 2016, Justo & Bueno pasó de tener apenas 221 tiendas en su primer año de operaciones a 1.525 a inicios del 2021, participando con el 3,7 % del total del mercado de consumo masivo y con el 24 % en el canal de la categoría de hard discount hasta el 2020, cuando estuvo cerca de alcanzar el punto de equilibrio.
Mercadería S.A.S. (Justo & Bueno) se ubicó en la casilla 32 del ranking de las mil empresas más grandes del país de la Superintendencia de Sociedades colombiana en 2020 con ingresos operacionales de $3,2 billones, así como $1,2 billones en activos, aunque con una pérdida de $252.748 millones como consecuencia de la pandemia.
Michel Olmi dijo que “todas las maestrías y doctorados se quedan cortos frente a las enseñanzas que deja una pandemia. Hemos aprendido mucho en todos los aspectos. Lo más valioso ha sido confirmar que lo más importante de esta compañía son las personas que hacen parte del equipo Justo y Bueno, los colaboradores, los proveedores, los arrendadores y todos los aliados que tenemos”.
“Haber escogido un modelo de administración donde todos aportan y son valiosos sin importar el rol que tengan, desde el cajero hasta el CEO, atrevernos a romper el molde y pensar en la democratización del consumo, efectivamente creó una comunidad sólida y comprometida que aguantó y está sacando adelante el negocio”, mencionó.
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