Bloomberg — La inflación anual de México se desaceleró un poco menos de lo esperado a principios de enero y se mantuvo muy por encima del objetivo, dejando al banco central en una situación compleja en medio de señales de que la economía está en recesión.
Los precios al consumidor aumentaron un 7,13% respecto al año anterior, por encima de la mediana de estimaciones de 7,12% de economistas encuestados por Bloomberg, y el 7,26% registrado en las dos últimas semanas de diciembre, según datos difundidos este lunes por el Instituto Nacional de Estadística.
La inflación subyacente se situó en 0,34%, sobre la lectura anterior de 0,20%, lo que refuerza la preocupación de los responsables de política monetaria que lo ven como una señal de presiones duraderas sobre los precios.
Banco de México, se dirige a su reunión del 10 de febrero, la primera bajo la nueva gobernadora, Victoria Rodríguez Ceja, en medio de señales contradictorias sobre la política monetaria, con la tasa de referencia en 5,50% después de cinco alzas consecutivas, incluido un aumento de medio punto en su última reunión el 16 de diciembre.
Alejandro Díaz de León, quien renunció como jefe del banco el mes pasado, dijo en una entrevista el 21 de diciembre que Banxico no está comprometido con un ritmo de alzas de medio punto.
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Pero luego, unas semanas más tarde, los comentarios en Twitter de dos miembros de la junta destacaron marcadas divisiones sobre la inflación, ya que uno dijo que está disminuyendo mientras que el otro insistió en que la aceleración de los precios subyacentes parecía un problema “grave”.
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Para complicar la tarea del banco, los datos preliminares del Inegi la semana pasada sugirieron que la contracción de la economía en el tercer trimestre se extendió hasta el cuarto, poniendo a México en recesión técnica.
Equilibrar la necesidad de controlar la inflación, el único mandato del banco, sin obstaculizar aún más la economía, se vislumbra como una prueba importante para la gobernadora Rodríguez.
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