Bloomberg — Los jóvenes brasileños estudian menos y abandonan más durante la pandemia, revirtiendo décadas de avances educativos y exacerbando las desigualdades demográficas del país, según un nuevo estudio.
La tasa de deserción escolar entre los niños de 5 a 9 años aumentó del 1,4% en 2019 al 5,5% a fines de 2020, el porcentaje más alto visto desde 2006, según una investigación de la Fundación Getulio Vargas, un grupo de expertos brasileño. Aunque la tasa de abandono escolar mejoró al 4,25 % en el tercer trimestre de 2021, seguía siendo un 128% más alta que antes de la pandemia.
“Los niños más pequeños, el grupo de edad en el que hemos logrado grandes avances educativos en los últimos 40 años, es donde estamos teniendo las mayores pérdidas”, dijo el coautor y economista Marcelo Neri durante una entrevista telefónica el miércoles.
También hubo una brecha socioeconómica en lo que respecta al tiempo dedicado a los libros cuando no había que asistir a clases.
Los estudiantes pobres, negros, mestizos, indígenas y aquellos en áreas remotas están estudiando menos horas que sus contrapartes blancos y asiático-brasileños. Los brasileños más ricos entre 6 y 15 años pudieron dedicar 3 horas y 18 minutos por día a estudiar en 2020 mientras las escuelas estaban cerradas, frente a las 2 horas y 5 minutos que dedicaron por día sus compañeros de las clases más bajas. Los estudiantes que reciben asistencia social perdieron dos horas de tiempo de estudio promedio entre 2006 y 2020.
“Es un revés impresionante”, dijo Neri. “La situación es reversible, pero exige mucho trabajo y dedicación”.
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Este artículo fue traducido por Miriam Salazar