Bloomberg — El brazo ejecutivo de la Unión Europea está probando el terreno para ver si sus socios comerciales, incluido Estados Unidos, podrían aumentar el suministro de gas natural a la región en medio de los limitados envíos de Rusia y los crecientes riesgos geopolíticos, según el jefe de energía del bloque.
Aunque la UE cuenta con una sólida infraestructura de gas y procedimientos claros en caso de emergencia, debe permanecer “extremadamente vigilante” y mejorar su preparación ante los riesgos, declaró el sábado el Comisario de Energía, Kadri Simson, tras una reunión con los ministros de los países miembros.
La Comisión Europea está analizando diferentes escenarios para asegurarse de que los planes nacionales son adecuados en un momento en el que los niveles de almacenamiento de gas son inusualmente bajos y del aumento de las tensiones más allá de sus fronteras orientales.
“La Comisión también está debatiendo con nuestros socios las posibilidades de aumentar los suministros a Europa”, declaró Simson a los periodistas en Amiens (Francia). Dijo que asistirá a las reuniones del Corredor Meridional de Gas en Azerbaiyán el 4 de febrero y al Consejo de Energía UE-EE.UU. tres días después en Washington para continuar las discusiones.
La crisis energética sin precedentes hizo que los precios del gas y la electricidad alcanzaran máximos históricos, obligando a algunos gigantes industriales de Europa a reducir la producción y haciendo que los consumidores particulares se tambaleen por el aumento de las facturas.
Los tanques de almacenamiento de la UE se encontraban en su nivel estacional más bajo en más de una década, tras un mantenimiento más prolongado de lo habitual en los yacimientos noruegos y la reconstitución de las existencias por parte de Rusia. Las tensiones en torno a la concentración militar de Rusia en la frontera con Ucrania también alimentan la preocupación por el suministro de gas ruso en caso de que la situación se convierta en un conflicto.
Entre los 27 Estados miembros del bloque, 22 implementaron medidas para amortiguar el impacto de la crisis energética, como la reducción de impuestos y derechos, las ayudas directas a la renta y los vales, según la Comisión.
Los instrumentos adoptados más allá de los impuestos y aranceles ayudaron a unos 70 millones de clientes domésticos y a varios millones de pequeñas y medianas empresas. La Comisión calcula que estas acciones para proteger a los consumidores ascienden a más de EU$21.000 millones (US$24.000 millones).
Para aumentar la capacidad de resistencia a futuras crisis de precios, la UE está debatiendo un proyecto de normas para mejorar la coordinación del almacenamiento de gas y permitir adquisiciones voluntarias de reservas estratégicas de gas. La Comisión también está analizando si el bloque puede reformar el mercado eléctrico y cómo puede hacerlo.
“Pero, como ya he dicho muchas veces, la única solución duradera a nuestra dependencia de los combustibles fósiles y, por tanto, a la volatilidad de los precios de la energía, es completar la transición ecológica”, dijo Simson.
Te puede interesar: