Bogotá — La ecoansiedad, el sentimiento de estrés producido por la emergencia climática y su impacto, está “impulsando el ambientalismo y las decisiones de compra”, en la medida en la que los consumidores se están dando cuenta de su contribución individual al cambio climático, según un informe de Euromonitor International.
El reporte sobre las principales tendencias globales de consumo para 2022 da cuenta de que el año pasado “un tercio de los consumidores globales redujeron activamente sus emisiones y un cuarto de ellos utilizaron compensaciones de carbono para contrapesarlas”.
Por ende, invita a las empresas a ofrecer productos con certificación de huella de carbono en un momento en el que “el ambientalismo y los estilos de vida bajos en carbono llegaron para quedarse”.
“El etiquetado transparente de productos neutros en carbono genera confianza y permite a los consumidores tomar decisiones informadas”, dice.
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Esta discusión cobra relevancia en un momento en el que existe un 40 % de probabilidad de que la temperatura media anual de la Tierra llegue a calentarse 1,5°C en los próximos cinco años, por encima de los niveles preindustriales, según advirtió la ONU.
En una entrevista con Bloomberg Línea, la directora de Relaciones de Gobierno y Asuntos Internacionales de WWF Colombia, Ximena Barrera, había advertido que “si la temperatura aumenta 1,5°C para finales de siglo, el 9 % de la población mundial (700 millones de personas) estará expuesta a olas de calor extremas al menos cada 20 años; un escenario de por sí dramático”.
“Pero si ese aumento llega a los 2°C, un 28 % de la población mundial (2.000 millones de personas) estará expuesta a olas de calor extremas con la misma frecuencia”, comentó en su momento.
En este sentido, Euromonitor explica que “los consumidores preocupados por el cambio climático también están reduciendo el uso de plástico, recortando el desperdicio de alimentos y el reciclaje, entre otras actividades” No obstante, concluyó que “las dietas bajas en carbono, los hogares energéticamente eficientes y los viajes sostenibles aún son incipientes”.
Entre tanto, las empresas cada vez más entran en esta discusión y en ese sentido “están ganando acceso al creciente mercado de la neutralidad de carbono”.
A una consulta de Euromonitor, el 39% respondió que su empresa planea invertir en innovación de productos bajos en carbono y en el desarrollo y lanzamiento de productos amigables con el clima.
Pero uno de los obstáculos tiene que ver con los precios, ya que el año pasado el 43% de los profesionales consideraron que “la falta de voluntad del consumidor para pagar más por estos productos constituye una barrera importante que obstaculiza las iniciativas de sostenibilidad empresarial”.
Con base a lo anterior, consideró que “los costos incurridos por la innovación sostenible, el rediseño de productos, las fluctuaciones de la cadena de suministro y las certificaciones resultan en aumentos de precios que podrían convertirse en un desafío”.
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En medio de este panorama, , la jefa de investigación de estilos de vida en Euromonitor International, Alison Angus, dijo que “las empresas deben transformarse junto con las preferencias de los consumidores en rápida evolución”.
“Revertir a un manual de estrategias prepandémico probablemente no generará los mismos resultados en el futuro”, indicó.
Por lo anterior, desde Euromonitor International concluyen que “la innovación digital está remodelando la forma en que los minoristas, fabricantes y consumidores hacen la transición a una nueva era de transparencia ambiental”.
“Las herramientas tecnológicas, tales como el etiquetado digital de productos y las aplicaciones de rastreo móvil, ayudan a los consumidores a rastrear en sus teléfonos las declaraciones éticas, su huella de carbono y los hábitos de reciclaje”, agregó.
Por último, los investigadores señalaron que los jóvenes millennials y de la Generación Z, especialmente, “sienten que pueden cambiar las cosas en el mundo a través de sus decisiones. Este grupo del futuro que más gasta utilizará herramientas para asegurar un impacto climático mínimo”.
Por ello, “cuantas más ofertas se alineen con las expectativa” de ellos, “más marcas verán sus productos y servicios destacarse”.
De acuerdo a un estudio de Mercado Libre, más de 3 millones de usuarios habían comprado productos de impacto positivo en América Latina al cabo de un año hasta julio de 2021, más del doble que el período anterior.
El estudio define a los productos de impacto positivo como aquellos “cuyo consumo promueve la reducción de impactos ambientales y/o la generación de beneficios sociales y ambientales”.
En el caso de Colombia los productos de mayor demanda fueron las copas menstruales, filtros de agua, bicicletas eléctricas, vehículos híbridos, pañales ecológicos, lámparas y paneles solares, jardines verticales y toallitas reutilizables, de acuerdo a la sección sustentable de la plataforma.
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