Bloomberg — Las empresas de inversión 777 Partners LLC y DaGrosa Capital Partners están en conversaciones para comprar clubes de fútbol históricos de Brasil, según personas familiarizadas con el asunto, tras la aprobación de una ley que fomenta la inversión extranjera.
La empresa 777, con sede en Miami, está en conversaciones para adquirir el Vasco da Gama, un equipo de Río de Janeiro, dijeron las personas, que pidieron no ser identificadas por tratarse de un asunto privado. El club tiene una de las mayores aficiones de Brasil, pero también, como muchos equipos, una deuda considerable. 777 ya es propietario del Genoa de la Serie A italiana y de una participación minoritaria en el Sevilla español.
DaGrosa, con sede en Coral Gables, Florida, está en conversaciones con el América Mineiro, uno de los equipos más exitosos del estado de Minas Gerais, según las personas citadas. El América Mineiro tiene la reputación de descubrir jóvenes jugadores con talento, algunos de los cuales, como Richarlison de Andrade, han llegado a la Premier League del Reino Unido.
Como la mayoría de los clubes de Brasil, tanto el América Mineiro como el Vasco da Gama están dirigidos por asociaciones sin ánimo de lucro que suelen celebrar elecciones presidenciales cada tres o cuatro años. Las posibles ventas se producen en un momento en que los inversionistas privados y los fondos de inversión aprovechan las nuevas reglas que permiten a los equipos cargados de deudas revisar la propiedad y modernizar sus finanzas.
Un representante de 777, liderado por los cofundadores Steven Pasko y Josh Wander, declinó hacer comentarios, mientras que un portavoz de América Mineiro no respondió inmediatamente a la solicitud de comentarios.
Un representante de Vasco da Gama dijo que el mercado del futbol brasileño experimentará cambios profundos en los próximos meses y que el club ha atraído el interés de posibles inversionistas. Cualquier propuesta será analizada internamente, dijeron.
Lucía González, portavoz de DaGrosa, dijo que las conversaciones con un equipo brasileño estaban en curso y “nada se ha decidido todavía”. Kapital Football Group, una de sus empresas de cartera, es el vehículo involucrado, dijo.
La semana pasada, en Palm Beach, Florida, el inversionista John Textor, un emprendedor digital, acordó invertir alrededor de US$330 millones en el Botafogo de Río de Janeiro, incluida la deuda del club. Los fanáticos bailaron en las calles con la esperanza de que una inyección de efectivo devuelva a un equipo histórico a su antigua gloria.
Textor, que posee una participación en el equipo de la Premier League Crystal Palace y el 80% del belga RWD Molenbeek, dijo que estaba construyendo una “familia suelta de clubes relacionados”.
En diciembre, el exdelantero brasileño y leyenda del futbol Ronaldo Luis Nazario de Lima compró una participación mayoritaria en el Cruzeiro de Belo Horizonte, con la ayuda del banco de inversión brasileño XP Inc. (XPN).
Desde lejos, la nación más poblada de América Latina es un paraíso del futbol, con aficionados apasionados y algunos de los mejores jugadores del mundo. El país ha traído a casa cinco títulos de la Copa del Mundo, convirtiendo a Brasil en el equipo internacional más exitoso de la historia. Pero los clubes profesionales del país han estado mal administrados y se han endeudado demasiado, problemas exacerbados por el impacto financiero de la pandemia de Covid-19.
Un nuevo mundo
Una ley promulgada el pasado agosto permite a los equipos de fútbol estructurarse como un nuevo tipo de sociedad de responsabilidad limitada para favorecer la transición hacia una gestión más profesional, sofisticada y transparente, según Fernando Roitman, fundador de CIES Sports Intelligence.
Clubes como el Botafogo y el Cruzeiro “no tenían una estructura financiera que les permitiera sobrevivir”, afirma Cesar Grafietti, consultor que asesora a equipos brasileños sobre cómo gestionar sus finanzas.
Aunque los cambios de propiedad están reavivando los sueños de los aficionados, algunos inversionistas están más preocupados por hacer que los equipos vuelvan a ser rentables. Una de las primeras medidas de Ronaldo tras comprar el Cruzeiro, donde debutó como profesional, fue anunciar que no renovará el contrato del portero porque es más de lo que el equipo puede pagar, según Grafietti.
“Estamos entrando en un nuevo mundo en el que los aficionados tienen que entender las ideas y los objetivos de los inversionistas”, dijo.
Textor es optimista sobre las oportunidades que se avecinan a medida que los equipos se familiaricen con la gestión moderna y se les dé la oportunidad de expandirse.
“Este es el comienzo de un modelo de negocios muy nuevo para el futbol brasileño”, dijo, y agregó que los inversionistas deberían tener en cuenta el potencial de crecimiento a la hora de cerrar acuerdos. “No se valora una empresa en etapa de desarrollo con un múltiplo de los ingresos”.
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Este artículo fue traducido por Estefanía Salinas Concha.