El BEI presta US$ 100 millones al Ecuador para agua y saneamiento

Las inversiones se centrarán en la mejora de la calidad de los servicios de agua y saneamiento, así como en la prestación de estos servicios a los hogares que no los tienen

Los beneficiarios serán 500.000 ecuatorianos
21 de enero, 2022 | 02:17 PM

QUITO — El Banco Europeo de Inversiones (BEI) aprobó un préstamo por US$ 100 millones para el Ecuador con el fin de mejorar su infraestructura de agua y saneamiento. El proyecto está respaldado por la Unión Europea  y mejorará el acceso a estos servicios en todo el país, beneficiando a alrededor de 500.000 ecuatorianos.

“El Banco Europeo de Inversiones colaborará con el Banco de Desarrollo de Ecuador (BDE) para mejorar las redes de abastecimiento de agua y saneamiento en todo el país. El préstamo de  US$ 100 millones del BEI financiará parcialmente la construcción y rehabilitación de las redes de abastecimiento de agua, aguas residuales y aguas pluviales en todo el país”, señala un comunicado de la Unión Europea.

Asimismo, el préstamo ayudará a la construcción de redes de alcantarillado, plantas de tratamiento de aguas residuales y redes de recogida de aguas pluviales en las zonas costeras, reduciendo el vertido de plásticos al Océano Pacífico. Algunos de los proyectos contribuirán, además, a la ejecución de la iniciativa Clean Oceans.

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A decir de la UE, la modernización de los sistemas de abastecimiento de agua y alcantarillado de la región “permitirá un considerable ahorro de energía, la reducción de las pérdidas de agua de las redes y una mejora de los sistemas de tratamiento de aguas residuales. También será una inversión a largo plazo en la resiliencia del país ante pandemias como la de la COVID-19, al proporcionar acceso estable a agua potable no contaminada”.

EI BEI y el BDE colaborarán con la agencia de cooperación internacional alemana (GIZ) en el marco de la denominada iniciativa FELICITY, que es un servicio de preparación de proyectos financiado por la Iniciativa Internacional por el Clima de Alemania (IKI), que se ejecuta en cooperación con la GIZ. La iniciativa ayuda a los promotores de proyectos en ciudades a realizar estudios de viabilidad y otras actividades preparatorias.

Para el vicepresidente del BEI, Ricardo Mourinho Félix, responsable para América Latina, “el agua potable y el saneamiento son cruciales para promover un crecimiento económico sostenible y proteger la salud humana durante brotes de enfermedades infecciosas como la COVID-19″.

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“Como mayor prestamista del mundo en el sector del agua, para el BEI es una satisfacción dotar de financiación y aportar su conocimiento experto para ayudar al BDE a mejorar los servicios de abastecimiento de agua potable y las redes de saneamiento de la región. Este proyecto refuerza nuestro sólido historial de apoyo a la inversión de alto impacto en Ecuador y en toda América Latina”, añadió el representante del BEI.

De su lado, el viceministro de Finanzas de Ecuador, Bernardo Orellana, destacó la importancia de los multilaterales en la estrategia de financiamiento del Estado, pues “el respaldo crediticio del Banco Europeo de Inversiones es otra demostración de que el Ecuador tiene el respaldo y la confianza de la comunidad internacional para impulsar programas de desarrollo que beneficien de manera directa a la ciudadanía”.

Mientras que el gerente general del BDE, Fabián Carrillo, manifestó que “en el Plan Estratégico 2022-2025, el banco público se plantea duplicar su impacto financiero con los municipios, sus empresas púbicas y mancomunidades”, por lo que “el relacionamiento con la cooperación internacional, la Unión Europea y la representación alemana, significa acceder a líneas de crédito ágiles y oportunas”.

La UE, en cambio, expresó que están comprometidos en apoyar una recuperación sostenible post COVID-19. El embajador de la Unión Europea en Ecuador, Charles-Michel Geurts, destacó que a través del Banco Europeo de Inversiones se invertirá en la resiliencia de municipios ecuatorianos, “garantizando el acceso permanente a agua potable y alcantarillado a poblaciones vulnerables para su desarrollo socioeconómico y protección de la salud”.

Las inversiones se centrarán sobre todo en la mejora de la calidad de los servicios de agua y saneamiento, así como en la prestación de estos servicios a los hogares que no están actualmente conectados a las redes de abastecimiento de agua potable y de alcantarillado.

Además, se espera que la mejora del saneamiento reduzca las emisiones de gases de efecto invernadero en más de 60 kt de CO2/año, principalmente reduciendo las emisiones de metano generadas por plantas de tratamiento de aguas residuales deficientes. “Así pues, el proyecto tendrá un impacto notable en la mitigación del cambio climático y contribuirá al Compromiso Global del Metano suscrito en la COP26, con el que se pretende reducir un 30% las emisiones de metano de aquí a 2030, con respecto a los niveles de 2020″, finaliza el comunicado.