Bloomberg — El banco central de Turquía mantuvo su tasa de interés de referencia sin cambios el jueves, poniendo en pausa un ciclo de flexibilización que había ayudado a impulsar la inflación a su nivel más alto desde el comienzo del gobierno del presidente Recep Tayyip Erdogan.
El Comité de Política Monetaria mantuvo la tasa repo a una semana en el 14%, tal y como preveían los 20 analistas encuestados por Bloomberg.
Mientras que la mayoría de los mercados emergentes han comenzado a endurecer su política monetaria en los últimos meses para contener las presiones globales sobre los precios, Turquía ha recortado su tasa en 500 puntos básicos desde septiembre, un agresivo ciclo de relajación exigido en el marco de la apuesta de Erdogan por impulsar el crecimiento y reorientar la economía hacia la manufactura y las exportaciones.
En el comunicado del jueves, el banco central se abstuvo de comprometerse con un marco temporal para este enfoque después de que en diciembre se comprometiera a evitar recortes de tasas durante el primer trimestre de 2022. La autoridad monetaria dijo que llevará a cabo una revisión exhaustiva del marco de política “con el objetivo de dar prioridad a la lira turca en todas las herramientas de política.”
El reciente aumento de la inflación fue impulsado “por el comportamiento distorsionado de los precios debido a las formaciones de precios poco saludables en el mercado de divisas, factores del lado de la oferta como el aumento de los precios mundiales de los alimentos y las materias primas agrícolas, las limitaciones de la oferta y la evolución de la demanda”, dijo el comunicado.
La lira subía un 0,4% frente al dólar, a 13,3772, a las 14:15 (hora local), tras avanzar hasta un 1,2% luego de que se anunciara la decisión.
Mantener las tasas podría haber conllevado riesgos para el gobernador, Sahap Kavcioglu, ya que Erdogan ha despedido a tres titulares del banco central desde 2019 en medio de desacuerdos sobre la dirección de la política monetaria de Turquía. Pero el presidente ha suavizado su tono en comentarios recientes, diciendo que los costos de endeudamiento caerían gradualmente en 2022 y la lira se fortalecería lentamente.
Los comentarios de Erdogan se hicieron eco de los del ministro del Tesoro y Finanzas, Nureddin Nebati, quien declaró a Bloomberg la semana pasada que los responsables de formular políticas esperarían a ver cómo responde la economía en el primer trimestre a la última ronda de flexibilización. El banco central había señalado el año pasado que el recorte de tipos de diciembre sería probablemente el último del ciclo actual.
Aumento de los precios
Erdogan, que se autodenomina “enemigo” de las tasas de interés elevadas, ejerció el año pasado una intensa presión para reducir los costes de los préstamos, lo que desencadenó una caída sin precedentes de la lira.
La moneda turca perdió hasta la mitad de su valor en tres meses antes de estabilizarse luego de que el gobierno introdujera medidas de emergencia en diciembre, incluyendo un programa para compensar a los tenedores de liras por las grandes caídas de la moneda.
Pero la depreciación de la lira, combinada con el aumento de los precios mundiales de la energía, ya se ha traducido en un aumento de los precios y un empeoramiento de las perspectivas.
La tasa de inflación alcanzó el 36,1% en diciembre. Las expectativas de inflación para los próximos 12 meses aumentaron al 25,37% desde el 21,39%, según la encuesta de enero del banco central a los participantes del mercado. Algunos bancos de Wall Street predicen que la crisis monetaria del año pasado podría llevar la inflación más allá del 50%, aunque Nebati sostiene que alcanzará su punto máximo antes de tiempo y a una tasa mucho más baja.
Las prioridades del banco central, complacer a Erdogan con recortes de tasas de interés y estabilizar la lira, son incompatibles, dijo Phoenix Kalen, jefe global de Societe Generale EM Research, antes de la decisión sobre los tipos.
“Teniendo en cuenta el alto precio que tendrán que pagar en términos de agotamiento de las reservas de divisas, nuestro caso base es que las tasas de interés se mantengan planos en el nivel actual del 14% este año”, dijo.
El 27 de enero, Kavcioglu actualizará el escenario base del banco para la inflación hasta 2022 y los dos años siguientes. Actualmente, el banco central considera que el crecimiento de los precios al consumo terminará en 2022 en un 11,8%, según su último informe sobre la inflación publicado en octubre.
La agencia de estadísticas publicará los datos de inflación de enero el 3 de febrero.
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