Bloomberg — El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que es tarea de la Reserva Federal frenar el ritmo de inflación más rápido en décadas, y respaldó los planes del banco central de reducir el estímulo monetario.
“El trabajo crítico para asegurar que los elevados precios no se afiancen recae en la Reserva Federal”, dijo Biden el miércoles en una conferencia de prensa con motivo de su primer año en el cargo. “Dada la fortaleza de la economía, y el ritmo de los recientes aumentos de precios, esto es apropiado”, como ha indicado el presidente de la Fed, Jerome Powell, “recalibrar el apoyo que ahora es necesario”, agregó Biden.
La inflación de los precios al consumo alcanzó en diciembre una tasa anual del 7%, la más alta en casi cuatro décadas. El aumento del coste de la vida -provocado en gran parte por las interrupciones del suministro relacionadas con la pandemia y el aumento de la demanda de bienes- ha resultado ser más duradero de lo que preveían la administración, la Fed o la gran mayoría de los economistas.
Los responsables de la política monetaria están reduciendo progresivamente sus compras de bonos y han señalado que empezarán a subir los tipos de interés a partir de marzo. Los planes de recalibración han hecho que los bonos del Tesoro se desplomen, lo que ha generado alzas en los rendimientos de los bonos y ha hecho bajar la renta variable este mes.
Biden ha visto caer sus índices de aprobación como consecuencia de ello, y una reciente encuesta de CBS News ha revelado que dos tercios de los estadounidenses piensan que el presidente no se centra lo suficiente en la carga de la inflación. El sentimiento de los consumidores alcanzó en noviembre el nivel más bajo en casi una década.
El equipo económico de Biden ha pronosticado que el aumento de los precios se reducirá a lo largo de este año, y sigue sosteniendo que gran parte de la presión está relacionada con las condiciones temporales causadas por la repentina reapertura económica y los cuellos de botella de la oferta.
La administración también ha achacado el aumento de la inflación, en parte, a la escasa competencia existente en algunas industrias, como la cárnica. Aunque la mayoría de los economistas no consideran que el poder de fijación de precios de las grandes empresas sea un factor importante, algunos sostienen que este fenómeno hará que los precios sigan subiendo más rápido durante más tiempo.
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