Bloomberg — Transportar gas natural a una Europa hambrienta del combustible es tan rentable que un buque cisterna que lo transportaba hizo un giro en U en el océano Pacífico, cruzó el canal de Panamá dos veces y gastó casi US$1 millón en peajes solo para llegar allí.
Después de casi dos meses en el mar, el petrolero Hellas Diana que transportaba gas natural licuado de los Estados Unidos rectificó su destino hacia el Reino Unido, lo que resalta hasta qué punto la crisis energética de Europa sigue alejando los cargamentos de los mercados estacionales más tradicionales en Asia.
Los precios del gas natural europeo son tan altos y las tarifas de envío al continente son tan bajas, que el costoso viaje de seis semanas alrededor del mundo seguiría siendo rentable incluso después de pagar un peaje estimado de US$950.000, dijo Hadrien Collineau, analista de la industria del Gas Natural Licuado (GNL) en la oficina de Londres de la consultora Energy Aspects.
El petrolero con bandera de Malta partió desde Cheniere Energy en Corpus Christi en la costa del golfo de EE.UU. el 28 de noviembre, cruzó el canal de Panamá con destino a Asia cuando dio la vuelta abruptamente el 20 de diciembre. El petrolero cruzó el canal por segunda vez y luego atravesó el océano Atlántico hacia aguas europeas, donde se espera que atraque en Milford Haven el miércoles.
Aunque la diferencia de precios entre Europa y Asia se ha reducido significativamente, los costos de envío más bajos para cruzar el Atlántico lo siguen convirtiendo en un mercado más atractivo para los cargamentos estadounidenses.
“Según las últimas curvas a plazo, la mayoría de las cargas flexibles a nivel mundial siguen teniendo el incentivo de ir a Europa”, dijo Collineau.
Pero eso podría no durar mucho, ya que analistas de Citigroup (C) prevén que los precios del gas en el viejo continente probablemente hayan alcanzado su punto máximo este invierno.
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Este artículo fue traducido por Estefanía Salinas Concha