Bloomberg — Mientras el peso chileno y las acciones se recuperan en las primeras semanas del nuevo año, el apetito por nuevos bonos en el mercado local sigue decididamente deprimido.
Ante la falta de liquidez en el mercado de deuda y la preocupación por el nuevo Gobierno, las empresas están buscando financiamiento en el extranjero. La semana pasada, Agrosuper emitió US$500 millones en bonos a 10 años al 4,6%, mientras que Cía. Cervecerías Unidas (CCU) planea vender hasta US$600 millones en bonos a 2032, y Mercury Chile pretende emitir hasta US$425 millones. Sociedad de Transmisión Austral también planea vender US$390 millones.
El mercado sigue resentido después de elecciones que terminaron con un nuevo Gobierno de izquierda que asumirá en marzo, y una convención encargada de reescribir la Constitución también inclinada a esa corriente. Además, el Banco Central ha aumentado la tasa en 3,5 puntos porcentuales y está previsto que la siga subiendo este año, mucho antes de que la Reserva Federal eleve los costos de endeudamiento en Estados Unidos.
El mercado local sigue muy volátil y con baja liquidez tras un período prolongado de ‘shocks’ provocados por eventos políticos y sociales, dijo Diego Pino, jefe de trading de bonos y acciones de Scotiabank en Santiago. “Vemos difícil que en el corto plazo se dé una reactivación de emisiones corporativas locales”, dijo.
Incluso los bancos, que habían regresado tímidamente al mercado local en septiembre, están mirando de nuevo al exterior. Banco de Chile e Itaú CorpBanca anunciaron la venta de deuda en el extranjero en diciembre.
La tendencia
La venta de bonos en el extranjero este año es una prolongación de una tendencia de largo plazo alimentada por la incertidumbre política y una serie de retiros de fondos de pensiones el año pasado.
En el segundo semestre del año pasado, las empresas vendieron el equivalente a US$498 millones en deuda en el mercado local, frente a un promedio de US$2.000 millones en el mismo período en los cinco años anteriores, según estimaciones de Bloomberg a partir de datos de la Comisión para el Mercado Financiero, CMF.
Chile realizó elecciones presidenciales el año pasado y eligió a los miembros de una convención constitucional encargada de redactar una nueva Carta Magna. El presidente electo, Gabriel Boric, ha prometido reformar el modelo económico de libre mercado del país, reforzando el papel del Estado y mejorando los servicios sociales.
VER MÁS: Adjudicación de contratos para producción de litio aleja a Boric del gobierno de Piñera
Junto con los retiros de fondos de pensiones, las elecciones han golpeado a los mercados locales, y los bonos en pesos tuvieron uno de los peores desempeños del mundo el año pasado. Y mientras el peso se recupera este año, ganando un 4,8% frente al dólar, el mejor desempeño entre los principales mercados emergentes, el mercado de bonos sigue de capa caída.
No hay mercado
“Las compañías que tienen que financiarse ven que localmente no hay mercado para nuevas emisiones, por lo que no les queda otra opción que salir afuera”, dijo María Eugenia Díaz, gerente de renta fija de Banchile Inversiones. Si bien hay cierta demanda de bonos bancarios, el mercado de deuda corporativa se ha secado, especialmente para las empresas más grandes que necesitan vender mayores montos de deuda y a plazos más largos, explicó.
Mucha de la incertidumbre que observaba el mercado en 2021 se ha despejado, pero la preocupación por el futuro Gobierno y el debate constitucional seguirán deprimiendo el mercado local de renta fija, según Martina Ogaz, economista de Euroamerica.
“La redacción de una nueva Constitución y los posibles cambios en temas económicos mantendrán la incertidumbre durante gran parte del año, desincentivando las colocaciones locales, sobre todo en el primer semestre “, señaló Ogaz.