Ciudad de México — La interpretación que está haciendo el Gobierno de Estados Unidos para considerar que los automóviles producidos en Norteamérica cumplen con el contenido regional establecido en el T-MEC, podría generar efectos diferenciados entre los productores del sector automotriz en México.
Algunas armadoras cumplirían con el contenido regional de acuerdo con la interpretación del Gobierno de EE.UU., dejando en desventaja a los otros productores, dijo José Zozaya, presidente ejecutivo Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), en entrevista con Bloomberg Línea.
“No todas las empresas armadoras se verían afectadas. Aquellas que no cumplan con la interpretación del gobierno de EE.UU., tendrían que pagar un arancel y pudieran incrementar sus precios en EE.UU. y ser menos competitivas”
José Zozaya
El expresidente de Kansas City Southern México, ahora representante del sector, prefirió no señalar qué armadoras cumplen con la interpretación que está realizando el Gobierno estadounidense en materia de reglas de origen.
Actualmente, una docena de automotrices cuentan con 20 plantas armadoras de vehículos en México, desde donde se exporta 88% de la producción, el 76% de las exportaciones están destinadas a EE.UU.
El gobierno de EE.UU., donde se encuentra el segundo mayor mercado para la venta de autos del planeta, está adoptando una posición estricta al momento de considerar a las autopartes esenciales de un automóvil como norteamericanas.
México y Canadá disienten de su interpretación sobre las reglas de origen establecidas en el T-MEC, el acuerdo que rige la relación comercial, y que entró en vigor en julio de 2020. Ambos países consideran que al alcanzar el 75% de participación regional, el T-MEC les permite cumplir con el requisito del 100% regional; pero para EE.UU esa cifra no es suficiente.
El 6 de enero, México realizó la solicitud formal para iniciar un panel de controversias contra la interpretación que está dando EE.UU. a las reglas de origen para el sector automotriz.
Canadá se unió a la solicitud de México una semana después.
El panel de controversias es la segunda etapa de un proceso iniciado en agosto de 2021, cuando los tres países participaron en un proceso de consulta, en el cual no llegaron a un acuerdo.
La AMIA, que coincide con la posición del Gobierno de México en el tema, ha buscado un entendimiento, pero de acuerdo con Zozaya la postura del gobierno de EE.UU. “ha sido muy firme”.
La asociación seguirá atenta al tema durante el panel de controversias, cuya resolución podría darse en el segundo semestre de 2022, pero Zozaya aclaró que se trata de un tema legal que atañe a los tres gobiernos.
Desincentivos a la inversión
Para Zozaya existen actualmente un par de fenómenos que podrían presionar en contra a una mayor la atracción de inversión del sector automotriz a México.
El proyecto de EE.UU. de incentivar la adquisición de vehículos eléctricos producidos localmente podría tener un efecto adverso en la atracción de posibles inversiones futuras para el sector de autopartes para este tipo de automóviles.
“El establecimiento de incentivos a vehículos eléctricos es fundamental para la industria. No estamos de acuerdo con que estos incentivos atenten en contra de T-MEC y se establezcan de una manera discriminatoria”
José Zozaya
Mientras que la política del Gobierno de México de regularizar a los automóviles que ingresaron ilegalmente al país, manda una mala señal al respecto del cumplimiento del estado de derecho, una variable clave al momento de tomar decisiones de inversión.
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