Arrancaba el último mes del año, y la plataforma tecnológica de verificación y autenticación de identidad por Incode recibía US$220 millones para así coronarse, en sus propias palabras, como un nuevo unicornio mexicano.
El anuncio se alineó con la selección de Ricardo Amper como una de Los 100 innovadores de 2021 en Latinoamérica elegidos por Bloomberg Línea, también en el último mes del año pasado.
Su elección no tiene un solo eje: Amper con Incode jugó un rol fundamental durante el último año, acorde avanzaba la tecnologización que exigía la pandemia. Además de ser una de las empresas más disruptivas de la región, su propósito supera al negocio y busca conformar una sociedad más equitativa a través del uso de la biometría.
Esta última ronda de inversión contó con la participación del gigante japonés Softbank, quien aportó más de US$70 millones, y el fondo de capital General Atlantic, que tuvo una participación superior. Otros inversores fueron J.P. Morgan Technology Ventures, Capital One Ventures, Coinbase Ventures y Silicon Valley CISO Investments (SVCI).
La segunda ronda siguió a una que se realizó en marzo, en la que Incode levantó US$25 millones.
Incode hoy cuenta con presencia en Estados Unidos, México, Brasil, Colombia, Argentina, Canadá y Reino Unido. Pero su ambición es más global, no solo irán por Europa y Asia, sino por un mercado aún más grande. “La industria de identidad global vale más de US$60 millones y de ahí van a salir dos empresas del tamaño de Google. Nuestra ambición es global y vamos por ello”, dice Amper a Bloomberg Línea.
Bloomberg Línea presenta: Los 100 Innovadores de 2021
La siguiente conversación fue editada por motivos de extensión y claridad.
Bloomberg Línea: ¿En qué momento de Incode, los encuentra esta distinción como parte de Los 100 innovadores de Latinoamérica?
Ricardo Amper: Nosotros hacemos software para identidad biométrica y ayudamos a los hoteles, a hospitales, bancos y a los gobiernos a poder verificar la identidad de las personas de manera digital. Este año y medio tan difícil para todos, forzó a que estas industrias tuvieran que empezar a digitalizarse y con ello todo lo que tiene que ver con la identidad de las personas. Estos dos años fueron de gran crecimiento. Nosotros llevábamos seis años desarrollando esta tecnología y el producto ya estaba maduro, lo cual contribuyó para alcanzar el status de unicornio, dado que levantamos US$220 millones llegando a una valuación de casi US$1,3 millones.
BBL: ¿Cambió el mix de industrias que pusieron el foco en la autenticación o se vieron desafiadas por la coyuntura sanitaria?
RA: La primera fue la industria financiera, particularmente los bancos, donde gran parte de la verificación de identidad era física. Para abrir una cuenta se debía ir a una sucursal y por obvias razones la gente no estaba yendo. Entonces, había que encontrar la posibilidad de hacerlo de manera digital sin que el fraude explotara. Las fintechs ya lo estaban empezando a usar, pero el Covid-19 lo aceleró aún más. Muy interesante es lo que ocurrió también con los hospitales, donde parte de los servicios médicos ya se hacían por videoconferencia, pero entonces cómo sabe una persona que está hablando con un médico y cómo sabe éste que el seguro que está presentando corresponde al paciente con quien está hablando. Por último llegaron los Gobiernos, ejemplo de ello son los diputados del Congreso de Medellín que hoy votan remotamente: se autentican con nuestra tecnología y emiten con su firma biométrica su voto. Esto nos llena de orgullo porque ayudamos a que el proceso democrático sea más activo. Casi todos los momentos cotidianos requieren de una validación de identidad y estamos en un momento de revolución en cuanto a la forma de reconcocer a las personas, por lo que cada vez se sumarán más industrias.
BBL: ¿Qué potencial cree que tiene en la región?
RA: Enorme. El tema de la identidad en América Latina es muy relevante, porque el problema de la desconfianza en un país y el problema de fraude, no es lo fraudulento o el dinero que robaron, sino su corto acceso. Hay mucha discriminación consciente o inconsciente cuando alguien va a pedir un crédito, y eso no ocurre de manera digital. Es muy importante porque esta tecnología no solo lo hace más fácil sino que sugiere un mejor nivel de confianza con el que transaccionamos, además del impacto social que genera. Por otro lado, en la región no están muy desarrolladas las bases de datos, hay muchos usuarios nuevos y es más importante contar con esta tecnología. Además, hay un nivel de fraude importante y esta tecnología elimina el fraude y ayuda también a la democracia.
BBL: ¿Qué falta en la región para que esto sea masivo, inversión o educación sobre el tema?
RA: Sin duda faltaba muchísima conciencia del efecto de seguridad. Pero lo que todavía falta es un involucramiento más activo de los gobiernos de cada país, porque éste es el que determina la identidad. La identidad todavía siguen dependiendo de un pedazo de papel, de cartón… que es un invento de hace 3.000 años que debe desaparecer porque es muy fácil burlar esos documentos. Por ejemplo, en México desde hace tres años trabajamos con el Instituto Nacional Electoral, que es el que emite las credenciales para votar. En tres años, desarrollamos un servicio que contrapone la cara de las personas con la base gubernamental, lo que sube mucho el nivel de confianza.
BBL: ¿Cómo tienen pensado seguir trabajando con los distintos gobiernos, considerando las particularidades y coyuntura de cada país?
RA: La biometría se empezó a masificar luego de que Apple introdujera el reconocimiento facial en el celular. Las leyes de datos personales, que están en casi todos los países, dicen que los datos son del ciudadano. Eso es lo que está abriendo la biometría a tener una sola identificación que atraviese distintos usos. Nuestra ambición es crear una identidad para usar en todos lados. Todos los gobiernos de Latinoamérica están reconociendo la biometría como estándar. Es más difícil en países donde hay muchas bases de datos, lo que hace que la biometría sea importante, pero quizás menos urgente.
BBL: ¿Tras haber tenido un encuentro con Tim Cook años atrás, que relación queda con Apple?
RA: Cuando empezamos el negocio no estábamos en el mercado de identidad. Teníamos una app que compartía fotos por reconocimiento facial con otras personas. Para hacerlo creamos nuestra propia inteligencia artificial (AI) que pudiera correr en un celular. Apple en ese entonces (2016) estaba trabajando en AI y nos contactaron. Finalmente, decidieron desarrollarlo ellos. De todos modos, fue una gran validación de nuestra tecnología y colaboramos con ellos en algunos países.
BBL: ¿Tienen acercamiento con otras empresas, como Facebook y su proyecto actual del Metaverso?
RA: El Metaverso es increíble y hace más palpable la necesidad de crear una identidad digital, una identidad más inteligente donde se pueda dar la información que se quiere dar. No estamos trabajando con Facebook en este momento, pero sí con dos de las empresas más grandes de tecnología, aunque aún no lo podemos anunciar. Será en el corto o mediano plazo. El estatus de unicornio nos abrió muchas puertas.
BBL: ¿Que mantienen hoy del germen emprendedor con el cual iniciaron la empresa?
RA: Vivimos momentos muy difíciles a lo largo de estos cinco años. Estuvimos dos veces a punto de quebrar y eso nos fortaleció. Tenemos un gran equipo de ingenieros y negocios, y este amor por el talento y la diversidad -somos 15 nacionalidades en el equipo- no lo hemos perdido. Lo segundo son las ganas de inventar y hacer disrupción continuamente. Desde el principio del negocio nos enfocamos en el largo plazo, que va a hacer que las experiencias sean diferentes, más cálidas. Así va a ser la identidad.
BBL: ¿En qué enfocarán sus inversiones en 2022?
RA: Vamos a ir por la expansión geográfica, por seguir contratando los mejores ingenieros del mundo y realizar nuevas adquisiciones. Creemos que toda esta industria de identidad se va a ir uniendo y al final van a quedar los jugadores que van a resolver las necesidades de la personas. A excepción de China que tiene su propio ecosistema. Queremos crear un mundo de confianza, queremos ayudar a desarrollar una sociedad más equitativa.
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