Bloomberg — Las acciones meme, las empresas de cheques en blanco y los nombres de biotecnología de alto vuelo que estaban de moda a principios de 2021 ahora se están enfriando.
Las dos primeras semanas del año han supuesto una caída del 17% para un grupo de valores que salieron a bolsa a través de la fusión con empresas de cheques en blanco y una corrección del 10% para el sector de la biotecnología.
Es un panorama muy diferente al de hace un año, cuando los inversores empujaron el dinero fácil hacia la burbuja de las SPAC o los valores de alto vuelo respaldados por la cartera de fondos cotizados en bolsa de ARK Investment Management, de Cathie Wood.
El frenesí de las sociedades de adquisición con fines especiales se ha desvanecido en los últimos 10 meses, ya que los inversores se alejan de este vehículo. El índice De-SPAC, un grupo de 25 valores que salieron a bolsa mediante la fusión con una SPAC, se ha desplomado un 17% para empezar el año, descendiendo a una serie de nuevos mínimos históricos.
Otra víctima del agitado comienzo del mercado en 2022 son los valores “meme”, el grupo de empresas que experimentó una subida parabólica el año pasado por estas fechas. GameStop Corp. (GME), el valor que se apoderó del mercado, ha perdido más de una quinta parte de su valor para empezar el año y está sumido en su mayor racha de pérdidas desde principios de agosto.
El malestar de los inversores minoristas ha pesado en el ecosistema más amplio de las acciones meme, con una cesta rastreada por Bloomberg que cotiza más o menos donde estaba el año pasado antes de que la manía consumiera el mercado.
El grupo de 37 valores ha bajado más de un 7% este año, lo que contrasta con el repunte de más del 30% que experimentó el índice al comenzar 2021.
Un beneficiario de la oleada de ETF temáticos fue el conjunto de ETF ARK de Wood. Mientras que su buque insignia, el ARK Innovation ETF (ARKK), subió un 14% a principios de 2021, superando a un S&P 500 plano (SPX), se ha visto atrapado en una viciosa espiral descendente este año. ARKK ha caído un 15% para comenzar el año, con pérdidas que han triplicado a las del índice Nasdaq 100, de gran peso tecnológico.
La debilidad es evidente en el sector de la biotecnología y destaca en la negociación del SPDR S&P Biotech ETF (XBI), ponderado por igual. El ETF, que es seguido por los especialistas en fondos para medir el rendimiento de la industria, se ha desplomado un 10% en 2022 después de su peor año. Ese desempeño rocoso se ha extendido a 2022 con el ETF rebotando en el nivel más bajo desde mayo de 2020.
La falta de fusiones y adquisiciones y el entorno general de desinterés por el riesgo son algunos de los factores a los que los expertos culpan del último tramo a la baja.
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