Ropa colombiana fabricada con fibra de cáñamo de cannabis irrumpe en EE.UU.

Los textiles colombianos fabricados con ese material llegarán a Macy’s, considerada la tienda por departamento más grande del mundo

Un trabajador verifica la calidad de las flores de cáñamo en Colorado, EE.UU.
14 de enero, 2022 | 04:00 AM

Bogotá — La fibra que se extrae del cáñamo del cannabis se convierte en textiles en Colombia para ser exportados a EE.UU., dando impulso a una categoría que podría experimentar un crecimiento a una tasa del 49,9% entre 2021 y 2028.

Colombia vive una disrupción de los negocios del cannabis legal luego de la aprobación en 2016 de la ley que regula el uso y la comercialización de productos con fines medicinales.

Y el año pasado un nuevo decreto, que modifica el 613 de 2017 sobre acceso seguro e informado al uso médico y científico del cannabis, introduce en el marco normativo el concepto de cáñamo para impulsar el desarrollo de este segmento de la industria.

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Asimismo, precisa las actividades que se pueden desarrollar en el mercado de productos alimenticios y permite la dispensación de preparaciones magistrales a base de cannabis en droguerías.

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Esto les ha abierto las puertas a grandes compañías y emprendimientos que buscan desarrollar industrias alrededor del uso del cáñamo, siendo el sector textil uno de los de mayor oportunidad.

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En este panorama, la marca colombiana de moda sostenible Stardog Loungewear comenzará a vender sus productos a base de cáñamo en la cadena estadounidense Macy’s, convirtiéndose en la primera en entrar al portafolio de esa marca que emplea esos materiales.

Stardog Loungewear, marca creada por Hemp Textiles y Co, tiene expectativas de vender más de US$2 millones o el equivalente a unas 30.000 unidades en 2022 a través de esa tienda por departamento.

Los productos son fabricados en Bogotá con la materia prima que hoy llega de países asiáticos, aunque en un futuro se espera que esta también se produzca en Colombia.

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Esto gracias a las oportunidades que ha abierto el decreto y a las investigaciones de modificación genética que se realizan en Santander, Magdalena y Cundinamarca para que el cáñamo cumpla con las necesidades que requiere este industria.

“El cáñamo comúnmente se cultiva en los hemisferios porque hay más horas luz, lo que se llama el fotoperíodo. Cuando se tiene más horas luz el cáñamo puede crecer más alto y así tiene fibras más largas que se pueden volver textiles. Cuando se está en la línea del Ecuador, como estamos en Colombia, el fotoperíodo hace que el cáñamo en vez de seguir creciendo hacia lo alto, florezca y saque semillas”, manifestó a Bloomberg Línea el gerente general de Hemp Textiles y Co, Nicolás Vásquez.

Agregó que el enfoque que tienen es realizar estos procesos de modificación genética “para adaptar el cáñamo con las mejores variedades del mundo al fotoperíodo de Colombia”.

“Es un tema científico que está tomando lugar ahora. (…) si bien estamos acelerando todas las pruebas, este es un factor que tenemos que desenredar y todo lo demás viene como bola de nieve”, comentó.

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Vásquez dijo que ya se han reunido con las textileras y se han mostrado interesadas, teniendo en cuenta que el cáñamo tiene unas propiedades de durabilidad “muy importantes” comparado con el nailon o el poliéster, que puede tardar muchos años en descomponerse.

La marca creada por Hemp Textiles y Co tiene expectativas de vender más de US$2 millones o el equivalente a unas 30.000 unidades en 2022 a través de la tienda departamental.

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La marca destaca que “el cáñamo es la fibra natural más sostenible del mundo, requiere una mínima cantidad de agua en su producción, no se necesita de fertilizantes ni pesticidas”.

Explica además que este “requiere una cuarta parte de la tierra que se necesita con el algodón, lo que se traduce en menos deforestación. Adicionalmente, es carbono negativo: es decir que, es un cultivo que absorbe dos toneladas de carbón por hectárea en vez de emitirlo”.

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Nicolás Vásquez, explica que el cáñamo “es la fibra del futuro” y que la categoría de loungewear (o ropa funcional) “marca un nuevo liderazgo en el consumo”.

Los textiles a base de cáñamo pertenecen a una categoría “vacía” dentro de Macy’s y esto “tiene su complejidad”, dado que por muchos años esta materia prima fue “considerada ilegal y provocó que muchas regiones no lo produjeran”.

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Es por esto que “la oferta en el mundo no es tanta en comparación con otras fibras”, a pesar de que “el cáñamo es atemporal (abriga en invierno y refresca en verano), se pone más suave entre más se lava y los artículos están hechos para durar mucho tiempo”.

Aunque una de las cualidades más destacadas es que el cáñamo es carbón negativo y requiere mínima agua en su transformación, lo que podría ayudar a resolver los problemas medioambientales generados por la industria textil.

Los granos crecen en un árbol.

La industria del café también ve una oportunidad gracias a las nuevas regulaciones y en la población boyacense de Zetaquira, a 193 km de Bogotá, se produce grano que luego se fusiona con CBD con fines medicinales para competir en el mercado de productos saludables en EE.UU.

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Este café especial, cuya fusión se completa con nanotecnología, se despacha a mercados como Nueva York, New Jersey, Georgia, Florida, Pensilvania y California, según lo destacó la agencia estatal ProColombia.

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Mientras la firma Grupo Aión, con sede en Bogotá, se encarga de la exportación de ese grano y de las ventas en EE.UU., la risaraldense Biowellness integra el CBD en el estado de Florida para su comercialización en ese mercado.

Los productores, que le atribuyen cualidades antioxidantes, analgésicas y antinflamatorias a ese café con CBD, indican que inicialmente las ventas se ubicarían en los US$100.000 mensuales.

No obstante, el objetivo es que el café colombiano con cannabis alcance hasta los US$200.000 en promedio mensual con las diferentes fusiones con cannabinoides en el mercado de Estados Unidos.

Los negocios alrededor de esta industria se han mantenido activos y la firma de origen colombiano Flora Growth Corp. apuesta por vender vapeadores de cannabis en Latinoamérica y EE.UU. luego de haber comprado por unos US$33 millones a Vessel Brand Inc, un fabricante estadounidense de esos dispositivos, dijo en una pasada entrevista a Bloomberg Línea el presidente y CEO de la marca, Luis Merchán.

“Nuestra intención en Latinoamérica es entrar a cada país en donde la regulación nos lo permita. Vessel es una empresa de dispositivos, quiere decir que las barreras de entrada y las regulaciones para venderlos son mucho más bajas que, por ejemplo, las de distribuir la flor seca o los derivados psicoactivos del cannabis”, comentó el ejecutivo.