Bloomberg — Acreedores locales de Latam Airlines Group S.A. están indignados por un plan de quiebra que los dejaría prácticamente sin nada pese a que los tenedores de bonos extranjeros recuperarán casi todo su dinero.
BancoEstado SA, el representante de los tenedores de bonos locales, solicitó a la aerolínea más grande de América Latina que mejore sus términos. Los inversionistas amenazan con acciones legales si sus demandas no son escuchadas y sostienen que, como empresa chilena, Latam debería haber solicitado protección en tribunales locales –en lugar de Nueva York–, que habrían tratado mejor a los acreedores nacionales.
No es de extrañar que estén molestos. Los bonos locales se han desplomado desde noviembre, cuando se presentó el último plan de la aerolínea para salir de la quiebra: los bonos serie E en Unidades de Fomento a 2029 se negocian en 10 centavos, según precios extrapolados calculados por el proveedor de datos LVA Índices.
Mientras tanto, los bonos extranjeros han estado entre los de mejor desempeño del país. Los valores con vencimiento en 2024 han subido a 96 centavos por dólar, frente a los 20 centavos en las semanas posteriores a la declaración de quiebra en mayo de 2020.
Es probable que los acreedores extranjeros reciban alrededor de 100 centavos por dólar por sus bonos después de que termine la reestructuración, en comparación con solo 20 centavos para los tenedores de bonos nacionales, según estimaciones de AlixPartners citadas en minutas de una reunión de acreedores locales en diciembre.
“¿Algunos recuperan 100 y otros, 20? Nunca he visto algo así”, dijo Jorge García, gerente de inversiones de Nevasa, que tenía bonos locales y ha estado siguiendo el proceso en nombre de algunos clientes.
Latam, la colombiana Avianca Holdings SA y Grupo Aeroméxico SAB se declararon en quiebra luego que la pandemia provocara la paralización de viajes aéreos en la región y cerrara las fronteras durante gran parte de 2020. El plan de salida del Capítulo 11 de Avianca fue aprobado el mes pasado en tribunales, mientras que las audiencias judiciales de Aeroméxico están previstas para fines de este mes.
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En virtud del acuerdo alcanzado en noviembre entre Latam y los accionistas, la aerolínea reducirá su deuda y saldrá de la quiebra con nuevos propietarios. Su objetivo es recaudar alrededor de US$5.000 millones mediante la emisión de acciones y pagarés convertibles a los accionistas y acreedores actuales mientras sale del Capítulo 11, según documentos judiciales. El acuerdo permite que un grupo de acreedores, encabezado por Sixth Street Partners, Sculptor Capital y SVPGlobal, tome el control de la empresa.
Delta Air Lines Inc., Qatar Airways y la familia chilena Cueto, propietaria de la mayor parte de la compañía antes de la reorganización, acordaron apoyar el plan.
La aerolínea ha dicho que los bonos nacionales estaban respaldados solo por la empresa controladora de Latam, mientras que los bonistas internacionales también tienen garantías sobre otras unidades que estaban en mejor condición –Latam Finance y Peuco Finance– y eso explica los mejores términos.
Funcionarios de Latam declinaron hacer comentarios adicionales para este artículo.
“Las propuestas para bonistas locales e internacionales son diametralmente distintas”, dijo Ramón Domínguez, administrador de cartera de MBI Inversiones, que posee bonos locales. “Los bonistas locales intentarán en todas las instancias posibles que la corte revise aspectos del plan que contiene muchas incongruencias”.
Los bonistas del grupo BancoEstado están instando a Latam a considerar planes alternativos para salir de la quiebra, específicamente una oferta pública de adquisición de la aerolínea brasileña Azul SA. Esa propuesta ofrecería a algunos acreedores locales recuperaciones tres veces superiores a las esperadas con el plan actual, según el grupo.
El gerente general de Latam, Roberto Alvo, ha dicho que la propuesta de Azul carecía de especificidad y no parecía ser una opción realista. Según las leyes de quiebra de Estados Unidos, Latam tiene el derecho exclusivo de proponer términos de reestructuración.
Particularmente molesto para los acreedores locales es que después de salir de la quiebra, la aerolínea podría quedar en una mejor posición de lo que ha estado en años. Latam utilizó el Capítulo 11 para reducir su flota, renegociar arrendamientos de aeronaves y recortar puestos de trabajo. La compañía ha experimentado una recuperación de sus viajes nacionales en mercados clave, como Brasil, Colombia y Chile.
La lección de esta saga es básica y se aplica a todos los inversionistas: es importante leer la letra pequeña del prospecto de un bono para comprender los términos, según Rodrigo Barros, administrador de cartera de renta fija de Credicorp Capital.
“Detalles menores pueden hacer una gran diferencia en un proceso de reestructuración como este”, dijo. “Instrumentos que a simple vista parecían similares, al final tuvieron un trato bastante disímil”.
--Con la colaboración de Jeremy Hill, Valentina Fuentes y Claire Boston.