Perforación en aguas profundas desata protestas en Argentina

Desde la manifestación de Mar del Plata, los funcionarios del Gobierno se han pronunciado diciendo que Argentina necesita más industria para ayudar a su economía en dificultades

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Bloomberg — Activistas ambientales en Argentina intentan evitar que se habiliten nuevas exploraciones petroleras en la nación sudamericana rica en recursos, apenas unos días después de obligar a un gobernador en la Patagonia a revertir el curso de la minería de plata.

Por su parte, el Gobierno ha estado ejerciendo presión a favor de que los perforadores busquen crudo en el océano Atlántico desde que las protestas de la semana pasada en la ciudad costera de Mar del Plata sacaran a la luz las preocupaciones climáticas.

El mitin se produjo justo después de una gran victoria para el movimiento ambientalista de Argentina. El 20 de diciembre, tras violentas protestas en la provincia de Chubut, el gobernador Mariano Arcioni derogó una ley que habría permitido a la canadiense Pan American Silver Corp. poner a trabajar una mina de US$1.000 millones de dólares. En su lugar, Arcioni convocará un referéndum.

El revés en Chubut reflejó lo sucedido en la provincia de Mendoza hace dos años, cuando el gobernador reaccionó a las protestas revocando la legislación provincial aprobada solo unos días antes para permitir más minas.

Argentina, que busca desarrollar los yacimientos de shale en la formación Vaca Muerta, subastó en 2019 bloques off shore para la exploración de aguas profundas. Los activistas reaccionaron porque el Gobierno recientemente autorizó realizar estudios sísmicos a Equinor ASA de Noruega, la estatal argentina YPF SA y Royal Dutch Shell Plc.

“Están tratando de crear el mismo sentimiento de fiebre del oro de cuando se descubrió Vaca Muerta, etiquetando a cualquiera que se oponga de antiprogreso”, dijo en una entrevista Enrique Viale, activista ambiental y abogado. Chevron Corp. también vio fuerte resistencia ambiental cuando invirtió en el shale argentino en 2013.

Desde la manifestación de Mar del Plata, los funcionarios del Gobierno se han pronunciado diciendo que Argentina necesita más industria para ayudar a su economía en dificultades. Por su parte, el ministro de Desarrollo Productivo, Matias Kulfas, señaló que el camino es tener actividades productivas cuidando el medio ambiente.

Sin embargo, Viale señaló que explorar en busca de más combustibles fósiles no cuadra con la propuesta del Gobierno para pagar parte de su deuda con políticas que abordan el cambio climático.

Durante años, el movimiento ambientalista argentino ha sido un dolor de cabeza para la industria. Además de las victorias en Chubut y Mendoza, la ley federal de 2010 que protege los glaciares ha limitado la actividad minera de manera más amplia. De igual forma, las represas gemelas que se estaban construyendo en la Patagonia tuvieron que reducirse debido a las preocupaciones sobre su impacto en los glaciares río arriba.

En agricultura, el año pasado, la provincia de Tierra del Fuego prohibió la salmonicultura que ha prosperado en el vecino Chile. Y varios lugares en el enorme cinturón agrícola de Argentina han prohibido a los agricultores el uso de el herbicida glifosato cerca de áreas urbanas.

Tal vez la causa ambientalista más famosa de Argentina terminó en realidad en derrota. En 2006, luego de más de un año de protestas, la construcción de dos plantas de celulosa en el vecino Uruguay obtuvo luz verde de la Corte Internacional de Justicia.

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