Bloomberg — El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, se disculpó por asistir a lo que describió como un evento de “trabajo” en el jardín de su oficina de Downing Street durante el confinamiento, cuando las fiestas en el exterio eran ilegales.
“Quiero disculparme”, dijo el miércoles a la Cámara de los Comunes. “Hubo cosas que simplemente no hicimos bien. Y debo asumir la responsabilidad”.
Johnson dijo que creyó que el evento, que tuvo lugar el 20 de mayo de 2020, era un evento de trabajo y que fue al jardín de Downing Street para agradecer a grupos del personal.
“En retrospectiva, debí haberles dicho a todos que volvieran adentro. Lamento mucho que no hayamos hecho las cosas de manera diferente esa noche”.
Johnson y sus funcionarios habían pasado días evadiendo el tema después de que ITV informara que, en la mencionada fecha, el principal asesor del primer ministro había invitado a unas 100 personas a una fiesta en el jardín de su oficina ubicada en el número 10 de Downing Street. En ese momento, ese tipo de reuniones estaban prohibidas, dado que el Reino Unido estaba combatiendo la primera ola de contagios de Covid-19.
Miembros del Partido Conservador liderado por Johnson habían advertido al primer ministro que su silencio era insostenible y que su posición estaría en peligro a menos que diera una explicación clara de lo sucedido, especialmente si resultaba que había mentido sobre la fiesta y otros hechos denunciados ese año.
Las acusaciones, que han dominado las portadas de los periódicos y han impulsado un fuerte descenso del apoyo a los tories en las encuestas de opinión, representan un momento de peligro importante en el peor momento posible para Johnson. El primer ministro esperaba comenzar el año 2022 con un reinicio tras el turbulento final del año pasado, el cual culminó con una pérdida en unas elecciones especiales.
Sin embargo, Johnson se encontró respondiendo a preguntas sobre la presunta infracción de la ley por parte de un ex director de la fiscalía en una Cámara de los Comunes repleta. El líder laborista de la oposición, Keir Starmer, había recibido autorización para salir de su autoaislamiento tras contraer Covid-19 horas antes de la crítica sesión.
“Esa disculpa no tiene mucho valor”, dijo Starmer mientras pedía la dimisión de Johnson. “¿Por qué el primer ministro sigue pensando que las reglas no se aplican a él?”.
Johnson se encuentra en la inusual situación de vivir y trabajar en el mismo complejo de edificios y jardines de Downing Street, pero reportes de los periódicos indicando que parte del personal que se dirigió al supermercado local para comprar vino rosado hacen difícil que Johnson pueda defender el evento como una reunión de trabajo.
El primer ministro ha insistido hasta ahora en que la cuestión de si se infringieron las normas es un asunto que compete a Sue Gray, la alta funcionaria que está investigando una serie de fiestas de las que se ha reportado en Downing Street y en otros lugares del Gobierno.
Sin embargo, el asunto podría agravarse rápidamente. El portavoz de Johnson confirmó el martes que la policía está hablando con los funcionarios, y dijo que la investigación de Gray se detendría en caso de una investigación policial.
Le puede interesar:
Opinión: ¿Es el Partygate la gota que rebalsó el vaso para Boris Johnson?
Monitor Covid: Así avanza la vacunación y los casos en América Latina