Ciudad de México — La decisión de Citi (C) de deshacerse de Banamex, su negocio minorista con activos por MXN$1,4 billones, deja múltiples interrogantes al sector financiero local y para más de 12 millones de mexicanos que tienen depositado su dinero en la institución bancaria.
A pesar de que el anuncio encendió todos los radares de la banca en México, para algunos analistas la decisión no fue una sorpresa total.
El gigante financiero ha ido reduciendo su estructura a nivel global mediante la venta de sus negocios comerciales en América Latina y en algunos países de Asia.
El 15 abril de 2021, la compañía anunció su salida de 13 mercados en la banca de consumo: Australia, Baréin, China, India, Indonesia, Corea del Sur, Malasia, Filipinas, Polonia, Rusia, Taiwán, Tailandia y Vietnam, debido a que la institución carecía de la escala necesaria para competir, y se enfocaría en oportunidades más rentables de gestión patrimonial y negocios institucionales en Asia, detalló su CEO, Jane Fraser en un comunicado.
“Citi está aprovechando la coyuntura mundial en la que están haciendo cambios”, dijo a Bloomberg Línea Jorge Sánchez Tello, especialista del Programa de Investigación Aplicada de la Fundación de Estudios Financieros (Fundef).
Otros coinciden en que la decisión estaría vinculada a una estrategia global de la empresa.
“Entendemos que este tipo de ajustes en empresas trasnacionales se han dado y lo hemos visto en otras ocasiones con otros grupos financieros o con otros sectores; al parecer es una estrategia global que trae este grupo financiero. No es una salida solo de México”, dijo James Salazar, subdirector de Análisis Económico y Bursátil de CIBanco.
Aunque la decisión forma parte de una estrategia que sobrepasa a México, hay quienes tienen una lectura negativa para el país y el sector financiero mexicano. Carlos González, director de Análisis y Estrategia Bursátil en Casa de Bolsa Monex, consideró como una mala señal la retirada del gigante financiero.
“En lugar de estar viendo nuevas inversiones o entrada de grandes corporativos trasnacionales, lo que estamos viendo es una retirada y eso creo que es una noticia negativa”
Carlos González, director de Análisis y Estrategia Bursátil en Casa de Bolsa Monex
El analista recordó que en 2001 cuando Citigroup compró a Banamex, posteriormente renombrado como Citibanamex, fue una señal adelantada del grado de inversión que posteriormente se le dio a México. Para González, esto podría ser una señal del grado de inversión y de una menor expectativa de crecimiento del país.
Para la directora de Análisis financiero de Banco Base, Gabriela Siller, la salida de Citi afectaría los flujos de Inversión Extranjera Directa en forma de una salida importante.
James Salazar consideró que la decisión no era una buena noticia debido a sus implicaciones para el sector financiero local ante la salida de un actor de peso, en un país como México con bajos niveles de bancarización.
“Sin duda, no es una buena noticia para el sector como un todo en nuestro país, en el sentido de que implica que haya menos competidores, menos ofertas para el consumidor final en este tipo de productos o servicios financieros”, dijo Salazar de CiBanco a Bloomberg Línea.
En contraste, para Sánchez Tello, la decisión no implica una señal negativa, sino una coyuntura entre la estrategia global de Citi y la estabilidad en el sector, que ha salido fortalecido a diferencia de otros de la crisis vinculada al Covid-19.
“Esta venta no implica una señal de que en México estamos en una crisis bancaria. Ni tampoco que estamos en un abismo”, dijo. “Simplemente se trata de una venta como la que hay en muchos sectores, en muchas empresas. Como cualquier tipo de negocio, hay que venderlo en un buen momento”.
En esta postura coincidió Daniel Becker, presidente y director de Grupo Financiero Mifel y actual líder de la Asociación de Bancos de México (ABM).
“La noticia que se dio a conocer respecto a la decisión de Citibanamex de desprenderse de su negocio minorista obedece a una definición de su modelo de negocio exclusivamente”, escribió el banquero en su cuenta de Twitter.
¿Y quién podría comprar Banamex?
Banco Nacional de México (Banamex) nació el 2 de junio de 1884 con la fusión del Banco Mercantil Mexicano y del Banco Nacional Mexicano. Un siglo después, en 2001, surgió Grupo Financiero Banamex tras la venta de Grupo Financiero Banamex-Accival a Grupo Financiero Citigroup.
Hasta ahora se desconoce quién podría ser un potencial comprador. En conferencia de prensa el martes 11 de enero, Citibanamex en México evitó dar detalles sobre qué ente pudiera estar interesado en el negocio que dejará Citi.
Por su tamaño, los analistas estiman que sea un jugador de peso, y que posiblemente provenga de los actores del sector.
Los clientes del banco representan 15% del activo total de los bancos que operan en el país, el porcentaje más importante detrás de BBVA y Santander, de acuerdo con datos de la Comisión Bancaria y de Valores (CNBV) a noviembre de 2021.
“Sabemos que es un negocio hasta cierto punto rentable, seguramente se va a seguir distribuyendo entre los participantes actuales y probablemente vayamos a tener ofertas de compra en algunos casos de los segmentos en los que se va a quedar operando este grupo financiero”, dijo Salazar de CiBanco.
Otros, como González de Monex, incluyen la posibilidad de una reconfiguración del sistema financiero o la potencial entrada de un jugador internacional.
“No descartaría que hubiera una serie de reconfiguración del sistema financiero o la entrada de un jugador internacional que no está en el mercado o incluso de algunos bancos nuevos o digitales que probablemente están buscando una oportunidad”, dijo Carlos González.
Para Sánchez Tello, el potencial comprador podría ser un actor con mucho capital. El especialista descartó la posibilidad de una compra proveniente del mundo fintech.
“La compra cuando se realice va a ser por parte de alguien que tiene muchísimo dinero, yo creo que es una de las compraventas más importantes en nuestra economía en mucho tiempo”, agregó Sánchez Tello.
Algunos analistas expresaron preocupaciones de competencia ante la salida de una actor del tamaño de Citibanamex, un tema del que deberá estar atenta la Comisión Federal de Competencia Económica. Así como la potencial pérdida de empleos.
“Siempre se genera incertidumbre en las fusiones y adquisiciones. Es posible que se puedan perder empleos para evitar la duplicación de actividades. Sin embargo, eso dependerá de quien compre”, agregó Siller.
La empresa cuenta con 1,234 sucursales, 9,182 cajeros automáticos y más de 30,575 corresponsalías ubicadas en el país.
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