Ciudad de México — Luego de meses de luchar con la baja de inventarios debido a la escasez de chips, los vendedores de automóviles nuevos en México tienen en la mira el que será el principal reto a enfrentar en 2022.
La inflación se está convirtiendo en el próximo dolor de cabeza del sector, que ya suma dos años de una racha negativa, vinculada a los efectos de la pandemia.
“Para este 2022, en el cual iremos recuperando gradualmente la capacidad de oferta, el principal factor limitativo será el incremento en los precios”, dijo Guillermo Rosales, presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), en una conferencia de prensa.
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La inflación general que se ubicó en 7,36% en diciembre, mermará el poder adquisitivo de los consumidores y en la capacidad de endeudamiento de los mismos, de acuerdo con el directivo de AMDA.
Debido al alza en los precios, los consumidores deberán disponer más recursos de sus ingresos para adquirir productos y servicios, dejando una menor cantidad disponible para adquirir bienes de consumo, como los automóviles.
Además los automóviles también han subido de precio. La inflación del sector en diciembre fue de 8,67% por arriba la inflación general. “La brecha se hace más amplia”, apuntó Rosales.
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Si en 2020 el principal reto fue la incertidumbre económica generada por la pandemia y en 2021 fue la falta de inventarios por la escasez de chips, debido a que los productores de microprocesadores no se dieron abasto con la demanda de chips para otros artículos como electrodomésticos y computadoras; 2022 estaría marcado por el efecto inflacionario.
AMDA espera cerrar el 2022 comercializando un millón 039,375 unidades nuevas del país, una recuperación “marginal” de 2.4% en comparación con el cierre de 2021. Una cifra aún por debajo a lo que había registrado el sector antes de la llegada de la pandemia. En 2019 en México se vendieron un millón 317,931 unidades nuevas.
Las ventas estimadas para 2022 estarían por debajo de lo registrado por el sector en 2013.
Además de este efecto, AMDA señaló de nueva cuenta las afectaciones que está generando al sector la decisión del Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador de regularizar automóviles que ingresan de manera ilegal, también conocidos como autos chocolate.
“El nivel de preocupación mayor está en este momento es en el inacabado proceso de regularización de vehículos que se encuentran en calidad de contrabando en nuestro país”, señaló Rosales, con respecto del grado de preocupación que también genera al sector la importación legal de automóviles.
Rosales apuntó que el Gobierno de México aún no emite el programa para regularizar las unidades, como fue establecido por el decreto firmado por el presidente de México en octubre.
Esto de acuerdo con el directivo de AMDA ha impulsado a que se incremente la introducción del contrabando automotriz, con la promesa de regularizar las unidades.
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